24 noviembre 2004

La moda, un tejido de injusticias

Hoy, al igual que Aracne, millones de mujeres trabajan en talleres clandestinos durante interminables jornadas y en ínfimas condiciones para satisfacer los deseos de la nueva Atenea del siglo XXI: la moda. Hanna, una pequeña marroquí de 15 años, lo sabe bien. Sus padres no pueden trabajar por razones de salud y acude a un taller clandestino durante un mínimo de 10 horas al día. Sólo descansa los domingos. Nunca firmó ningún contrato y sabe que en cualquier momento la pueden despedir. «Es eso o nada» – reconoce- «sé que tendría que estar en la escuela… pero no puedo elegir».

Así lo revela un informe elaborado por las ONG Intermón Oxfam y Setem -que cuenta con el apoyo de la UE- sobre la producción textil en Marruecos y en donde denuncian que grandes empresas españolas «se sirven de talleres irregulares» para abaratar los costes de producción contratando o subcontratando «a personas de todas las edades que trabajan en condiciones precarias por unos sueldos ínfimos».

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