29 marzo 2006

Suspenso a la web de Caballo de Troya

Admiramos la labor editorial que está haciendo el editor Constantino Bértolo en su último reto profesional, la editorial Caballo de Troya, pero no nos queda otro remedio que criticar abiertamente la nueva web que han creado. No es coherente con su línea editorial, ni atiende a las necesidades de sus lectores, en su mayoría, jóvenes lectores.
Con todas las innovaciones que han surgido en los últimos años, no se les ocurre otra cosa que diseñar una página web con un enfoque del siglo pasado. Para entendernos, no estoy hablando de diseño gráfico (colores, gráficos, movilidad, etc.), que cada uno es muy libre de pensar que su diseño es el adecuado o el mejor; estoy criticando su enfoque de comunicación, que es mucho más importante.
A principios de 2004, Caballo de Troya nació con la voluntad editorial de trabajar en el espacio de la literatura más emergente para tratar de encontrar nuevos y reconocibles valores literarios. Con esta aspiración y teniendo como público objetivo a las nuevas generaciones (autores y lectores), ¿a qué responsable de comunicación se le ha ocurrido crear una nueva web que no incorpora las herramientas de comunicación que utilizan estas generaciones?
Y no es un tema de recursos económicos, editoriales independientes como Poliedro y Seix-Barral han lanzado recientemente nuevas páginas web o microsites para promocionar un libro con criterios de comunicación más actuales que Caballo de Troya, sin dejarse la piel por el camino. Y grandes editoriales como Alfaguara han dado un vuelco a su estrategia de comunicación a través de las nuevas tecnologías; aquí se habrán dejado más dinero, pero esta editorial pertenece a un gran grupo editorial, del mismo modo que Caballo de Troya pertenece a Random House Mondadori.
¿Qué echamos de menos en esta web?
• No incorpora links a los sites personales de los autores, ni aporta una breve biografía del autor…
• Los lectores no pueden leer los primeros capítulos de las novelas.
• No permite que los lectores escriban sus propias opiniones sobre los libros que han leído de esta editorial.
• No publican las reseñas publicadas en medios tradicionales.
• Han creado unos foros en los cuales no hay ni un solo comentario…
• No tienen secciones de enlaces. Parece ser que para este grupo editorial no existen las librerías, ni escuelas literarias, revistas culturales…
• No facilitan el seguimiento de sus noticias (novedades, comentarios en la web, etc.) a través de la sindicación RSS.
• Se han olvidado de ofertar contenidos en formado podcast, siendo el MP3 uno de los canales de información y escucha más habituales de su público objetivo.
En fin, que con todo lo que ha llovido parece ser que algunas editoriales se empeñan en mantener su modelo de comunicación de toda la vida. No hay que tirar todo por la borda, sabemos que algunas cosas funcionan y deben mantenerse, pero muchas otras cosas han cambiado: el fenómeno del boca-oreja a través de la Red, la influencia de los propios medios de comunicación en los jóvenes, los hábitos de lectura de medios, la nueva demanda de información por parte de los lectores, los nuevos procesos de recomendación de libros, etc.
Qué pérdida de oportunidad, Constantino.
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7 Responses

  1. Saludos,
    no puedo estar más de acuerdo con los comentarios de este post. Aunque parezca increíble, hoy en día la mayoría de empresas de este país (editoriales o lo que sea), siguen pensando que por hacer una página mona y poner un botón de «foro» ya tienen el éxito garantizado: sus clientes quedarán asombrados y querrán visitar su página un día tras otro.
    Y me temo que la realidad es bien distinta: los usuarios de internet (y por tanto, clientes o potenciales clientes) van varios pasos por delante de las empresas y sin embargo a éstas parece que les cuesta infinito entender las necesidades de su público y ofrecerles los servicios o contenidos que realmente esperan.
    En fin, como llevo diciendo desde hace unos cuantos años, estar en internet no es sólo tener una página web, pero nada, si las empresas se empeñan, no hay nada que hacer.
    Saludos y estupendo artículo.
    Richar.

  2. Constantino

    No os falta razón pero quisiera que hubiérais tenido en cuenta que en estos momentos la página está «en período de dodaje». Precisamente por ello se agradecen todas las críticas y comentarios.muchas de las que haceis serán tenidas muy en cuenta. Aunque no debemos olvidar que una página debe ser también «gestionable» y si el editor, como es mi caso, apenas cuenta con infraestructura su «tiempo laboral» no da demasiado de sí. La lectura de manuscritos ya se come demasiado «tiempo laboral» y tampoco está uno dispuesto a «sobreexplotarse» voluntariamente. Caballo de Troya en efecto pertenece a un gran Grupo pero no deja de ser una editorial de muy discreto presupuesto dentro del Grupo lo que si por un lado impide cubrir como se quisiera todos los frentes – por ejemplo la comunicación -por otro permite mantener una estrategia editorial sin demasiadas presiones de lo comercial. Se trata de encontrar un equilibrio pero en todo caso no renunciamos a utilizar y aprovechar la herramienta de Internet. Ya el hecho de que Grupo
    haya aceptado la creación de esta página especial para Caballo de Troya no deja de ser un hecho positivo. Trataremos de mejorar y hacerlo lo mejor posible. Vuestras críticas y consejos nos ayudarán.Gracias
    Para terminar, un aforismo de Canetti: «Yo también quisiera ser mejor, pero es muy caro».
    Constantino.

  3. Constantino,
    No es cuestión de costes o dedicación de tiempos, el problema de la web es su enfoque de comunicación. La nueva web de Caballo de Troya no permite establecer una conversación entre los lectores. Desgraciadamente, todas las webs del Grupo Random House Mondadori http://www.randomhousemondadori.es/
    (Editorial Lumen, Mondadori, Debolsillo, etc.) sufren las mismas deficiencias que hemos resaltado en la crítica de la web de Caballo de Troya.
    La creación de un sitio web más participativo puede realizarse con software gratuito disponible en la Red (Blogger, Blogia, etc) o con la compra de una licencia privada que no supera los 300 euros. Editoriales pequeñas e independientes como Poliedro, Septem, Rinoceronte, entre otras, han creado sitios web con más funcionales que la vuestra y con muchos menos recursos económicos que vosotros.
    Que el grupo editorial haya decidido dotar a tu editorial con un sitio web es una buena noticia, lo que nos sorprende es que utilice un modelo de comunicación anticuado. ¿No quiere conocer la opinión de sus lectores? ¿No está interesado en atraer nuevos lectores?. Con la irrupción de las nuevas tecnologías nuestros hábitos de consumo cultural están experimentando una transformación histórica: compramos y recomendamos libros a través de la red, leemos todo tipo de revistas digitales, escribimos más que nunca en foros, chats, blogs, etc. Parece como si las editoriales viviesen ajenas a las transformaciones que están teniendo lugar en los medios de comunicación y en la sociedad.

  4. Richar,
    Gracias por tus reflexiones, aunque determinas con una frase «no tenemos nada que hacer», que no comparto.
    Como consumidores tenemos la última palabra sobre que libros (editoriales) compramos. Hoy por hoy sólo un 10% de los españoles ha decidido tomar la iniciativa como consumidor y premiar a las empresas que están dispuestas a dialogar con sus clientes. Sin lugar a dudas, la sociedad española es cada día más crítica y exigente con las empresas (incluidas las editoriales) y los medios de comunicación.
    Para terminar, un aforimo del Cluetrain manifiesto «Los mercados son conversaciones» que parecer ser que las editoriales ignoran.

  5. Saludos Javier,
    no hablaba como consumidor, sino como experincia propia (trabajo en el sector online desde hace 9 años y me he encontrado casi siempre con este tipo de casos con los clientes). Desde luego como consumidor ya es otro tema.
    Y estoy contigo en cuanto a lo que le comentas a Constantino: hoy en día no creo que sea tanto una cuestión de costes o recursos. Internet es, seguro, el medio más rentable en cuanto a retorno de inversión… si se hace medianamente bien.
    Si no hay mucho presupuesto, se puede recurrir a un sinfín de herramientas gratuitas. Si no hay recursos humanos, se puede recurrir a externalizar el mantenimiento de la página (que no tiene por qué ser muy costoso).
    Aunque muchas veces el problema es que no hay conocimientos del medio y se tiende a solucionarlo obviándolo. Me encuentro un montón de casos en los que «la web de la empresa» es el marrón que le cae al primero que anda despistado o medio desocupado, y claro, de esa manera, mal vamos.
    En fin, por no alargarme. Constantino, entiendo perfectamente tu postura como editor de la página, pero creo que mi sugerencia sería que si tú no abarcas más, busquéis ayuda, que no es tan costoso y los resultados suelen ser muy positivos.
    Un saludo,
    Richar.

  6. david

    en el microsite que das como ejemplo de buen trabajo ( Eduardo Mendoza : . gran libro) , hay la fantástica cantidad de … 3 (tres) opiniones de usuarios . Y una es publicidad.
    En mi opinión no es cuestión de ahorrar usando software gratuito. Es cuestión de emplear bien los recursos (humanos, de tiempo, etc) de que dispone cada organización de acuerdo a unas prioridades que sólo ellos (en este caso Caballo de Troya) , conocen. Desgraciadamente hoy en día los usuarios de internet de este pais , aun no reclaman todo eso que tú elencas . Estás haciendo un análisis muy acertado.. pero te has equivocado de pais. Me recuerdas a la peli aquella de Kevin Costner en que construía un campo de beisbol porque tenía una visión : Build it and they will come . Pues no. En comunicación , por mucho que construyas algo grandioso, si te adelantas a tu tiempo,y ofreces cosas que no valoran tus usuarios y que te quitan tiempo y dinero, no sirve de nada . Y el RSS no aporta nada al usuario común, por ejemplo.

  7. Hola, David,
    No estoy nada de acuerdo con tus reflexiones, pero gracias por participar en la conversación.
    1) El último libro de Mendoza no me parece una de sus mejores obras. Es entretenido y describe muy bien la España de los ochenta, pero aporta muy poco. Además, los toques de humor y situaciones magnificas que recreaba en sus anteriores novelas, como Tocador de señoras, no tiene lugar en este nuevo libro. Parece como si intencionadamente haya cambiado de registro, más serio, más profundo. Prefiero el otro Mendoza.
    2)No vale con crear un microsite y esperar que los lectores lo encuentren en la Red, entren y escriban sus opiniones. Hay que comunicar su existencia. En el libro no se menciona la existencia del microsite!, grave error de comunicación por parte de la Editorial Seix-Barral. Si te gastas un dinero en el diseño y mantenimiento de un microsite, al menos hay que rentabilizarlo. Todas las notas de prensa, encuentros con el autor, marcapáginas promocionales deberían incorporar el link del microsite
    3) Sin lugar a dudas todas estas herramientas son innovadoras y van por delante del mercado, pero en España existen ya 15 millones de internautas y de ellos 1 millón tiene blog. Vamos por detrás de varios países pero la demanda existe. Además, si las editoriales quieren promocionar sus libros de forma diferente y llegar a nuevos públicos, deberán testar nuevas herramientas y formas de comunicar.
    4) No estoy recomendado construir algo grandioso, todo lo contrario, mi sugerencias indican recomendaciones eficaces con costes muy bajos o gratuitos, que son ya utilizada por los internautas.
    5) Lo sorprendente es que una editorial, que tiene como público objetivos los jóvenes lectores, se gaste un dinero en la creación de una página web con un enfoque del siglo pasado!.Por el mismo dinero o menos se podría crear un punto de encuentro entre los autores de sus libros y sus lectores.

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