25 julio 2006

Capitán Alatriste

Con motivo del próximo estreno cinematográfico de Alatriste, su director, Agustín Díaz Yanes, nos ha recibido en su casa de Madrid para concedernos una entrevista en exclusiva.
Redacción Comunicación Cultural: El guión está basado en cinco libros. ¿Qué criterio has seguido para sintetizarlos y para dar sentido a la película?
Agustín Díaz Yanes: Pérez-Reverte ha escrito cinco libros que cada uno es una aventura, por lo tanto son noventa o cien páginas que empiezan y terminan. Cuando yo leí las cinco enteras para el guión, le dije: “Oye, esto es inviable para llevarlo al cine porque cada una es una aventura, es casi más para una serie de televisión capítulo a capítulo”. Y me dijo: “Pues búscate una idea”.
La idea que busqué fue contar la vida de Alatriste desde que tiene treinta años hasta que tiene cincuenta y tantos, pasan veintitantos años, y entonces al contar la vida podía meter las aventuras que tienen las novelas pero como parte de su vida, no como aventuras cerradas, sino que van montándose unas con otras. A Arturo le pareció muy bien, me dijo que sí, que sí, que mientras no se traicionara el espíritu de Alatriste podía hacer lo que quisiera. Así que me resultó muy sencillo, porque tenía mucho material, es más, tuve que quitar mucho material de las novelas de Arturo, pero ya tenía el hilo conductor, o sea, no empezaban y terminaban, que era el problema.
Si has leído las novelas de Arturo, de vez en cuando él se adelanta a las novelas que va a hacer; dice, por ejemplo: “A Alatriste, veinte años después, su novia lo dejó”, pero en una frase nada más, entonces eso me daba pie para poder seguir. Me resultó más sencillo de lo que yo pensaba.
Comunicación Cultural: ¿Qué has dejado fuera?
ADY: Tienes que dejar ciertas cosas, date cuenta de que este guión tiene exactamente ciento cinco páginas, tienes que dejarte cosas fuera. En el cine siempre tienes que concretar mucho porque la imagen te da después mucha amplitud, cuentas muchas cosas con los actores. Pero he tenido que dejar fuera varias cosas. Por ejemplo, del libro segundo, que es más bien la Inquisición, cogí poco, y cogí mucho del primero, sobre todo en el principio de la película, y cogí mucho del tercero y del cuarto.
Comunicación Cultural:¿Qué aporta al espectador de tu película la posterior lectura, para quien no lo haya hecho antes, de los libros de Pérez-Reverte?
ADY: A mí me ha pasado, supongo que a ti también, que ves una película y después te compras la novela. Yo creo que lo único que les puede aportar es ver la diferencia entre las novelas y el cine. Si has leído antes la novela que visto la película llegas a ésta más referenciado; si la lees después, notas enseguida por qué se ha hecho la película, pero te sorprende menos. Creo que es mejor leerla antes.
Comunicación Cultural: Suele haber polémica sobre si un director debe respetar al máximo el espíritu de una novela al llevarla al cine o puede permitirse la libertad de introducir variaciones en el texto o aportar su propia interpretación. ¿Cuál es tu opinión?
ADY: Como está hecha tu pregunta tiene un poco de trampa, porque es muy difícil de contestar. Vamos a ver, yo creo que es una estupidez comprar una novela o que te den una novela y cambiarla por entero, porque uno dice “entonces no hago la novela”. Yo creo que inevitablemente tienes que cambiar cosas de las novelas por miles de razones, entre otras cosas porque la novela tiene siempre un problema, que es que cada uno que la lee tiene una visión.
Por ejemplo, cada uno se imagina a Madame Bovary de una forma; después es Jennifer Jones y dice “pero es que yo no pensaba…”. Ese es un problema. Tú tienes que cambiar siempre, lo que creo que siempre tienes que mantener es el espíritu central, total y absoluto de la novela.
Por ejemplo, la más famosa: El Padrino. Yo creo que las películas son mejores que la novela, y mantienen el espíritu de El Padrino; hay personajes que no salen, hay otros personajes que se inventan, pero tú no notas diferencia: El Padrino novela es igual.
Otro ejemplo: Chacal, también hecha de una novela. En el Chacal de Zinnemann tú no notas ninguna diferencia. A mí me pasó que había leído Chacal dos o tres veces, vi la película y dije “esto está clavadito”. Me leí la novela después, como tú dices, y sí que tiene bastantes cambios, pero no cambia la estructura real de la novela.
Porque hay una tendencia ahora, que se hace mucho en España y a mí me parece patético, y es decir, por ejemplo: “Vamos a coger Chacal; sí, pero en la novela qué es, ¿un asesino inglés contratado por…? Bueno, pues que sea una tía, y no un asesino, sino una bailarina…” Y entonces dices: ¿para qué compra usted Chacal? Eso es lo que yo veo mal, cuando cogen novelas y las cambian tanto. Pero siempre cambian, fíjate que yo, incluso con Alatriste, pensé que no había cambiado muchas cosas, y después cuando lees otra vez la novela te das cuenta de que sí lo has hecho, pero son mínimas, nadie se da cuenta.


Comunicación Cultural: A la hora de hacer la película qué te ha provocado mayores quebraderos de cabeza, el casting, la adaptación, la fotografía…
ADY: Los guiones siempre te producen quebraderos de cabeza porque son el principio de todo, pero no fue un guión tortuoso, de estos que te peleas con él. El guión me salió con la pelea básica y clásica de un guión, pero sin mayores problemas. Con el casting tampoco tuve grandes problemas.
Lo que más me preocupaba es que es una película en la que nosotros no tenemos mucha experiencia en España, la comparación es con películas complicadas para los españoles. Cuando se estrene, los más cinéfilos la van a comparar con El Gatopardo o con La edad de la inocencia, pero otros la van a comparar con Braveheart, o con… eso es lo que más me asustaba, que no tenemos experiencia en hacer esas películas, son películas muy complicadas de todo lo que es el montaje, es decir, vestuario, peluquería, maquillaje, mobiliario,…
Cuando vas a hacer una película contemporánea nunca tienes ese miedo, porque si no te gusta el sillón me llevaré el de tu casa, si no te gusta el vestido de la protagonista le dices al figurinista que vaya a más tiendas o a Londres a por otro vestido, pero en la época de la película es diferente. La comparación con la época es muy complicada porque todo el mundo tiene una idea de la época que no viene del cine español sino del cine extranjero, y además sólo de las muy buenas películas.
Te puedo contar que cuando la gente del barrio (como llevo viviendo aquí treinta años, me conoce todo el mundo) se enteró de que iba a hacer Alatriste, una señora me dijo: “Hijo, ¿vas a hacer Alatriste?” Dije: “Pues sí, sí”, y me contestó: “Espero que lo hagas como los ingleses”. Porque esa es la referencia que tiene la gente, eso es lo que más me asustaba, era mi mayor miedo.
Comunicación Cultural: ¿Qué parte de la obra ha resultado más difícil de llevar al cine?
ADY: A lo que yo tenía más miedo, pero que luego no me resultó difícil, eran las espadas y la acción, pero vía Viggo nos trajimos a Bob Anderson, nos enseñó cómo se hace y se nos quitó el miedo. Bob empezó con Errol Flynn, ha rodado ciento cuatro películas, ha sido el Darth Vader de La Guerra de las Galaxias, es el gran maestro de espadas.
Yo sabía que era magnífico, pero además de ser el gran maestro mundial es un tipo encantador con el director, que te ayudaba a todo y te lo enseñaba todo. Así que la acción, que es lo que pensábamos que nos iba a costar más, resultó ser lo que menos nos costó. Hay un momento que sí vivimos con gran terror, fueron los ocho últimos días de rodaje y es la batalla de Rocroi entre el ejército francés y los tercios españoles, que significó el fin de la supremacía española en las batallas. Nos asustó porque nunca habíamos hecho una batalla y sufrimos un poco con cien caballos y demás, pero la sacamos adelante.
Comunicación Cultural: ¿Crees que cuando llevéis a cabo el lanzamiento de la película en el mercado internacional todo tipo de público es capaz de captar sus peculiaridades?
ADY: Esta es la pregunta del millón de dólares, te lo digo porque ya la han visto distribuidores franceses, italianos, japoneses,… Yo ahí tengo una teoría. En España estamos muy asustados ya por España, porque igual en el extranjero no saben quién es el Conde Duque de Olivares o Felipe IV, pero es que tú cuando ves una película extranjera tampoco sabes quiénes son muchos de los personajes históricos.
Las películas, si están bien contadas, todo el mundo las entiende. Tú, cuando la veas, sabrás cuando sale Quevedo que es Quevedo, pero si no, la gente extranjera que no lo sepa pensará que es un poeta español importante y punto. Por ejemplo, yo soy un loco de la Casa Blanca norteamericana, me lo sé de memoria porque he leído todos los libros, pero yo pongo JFK y le pregunto a la gente y exceptuando a Kennedy no sabe quién es nadie más. Y le pones Nixon, también de Oliver Stone, y no tienen ni flores de quién es nadie. Pero si cuentas bien la película, todo el mundo entiende lo que tú quieres contar. Que la gente sepa que el Conde Duque de Olivares era el primer ministro más poderoso del mundo junto con Richelieu, eso ya es otro problema.
Mañana publicaremos la segunda parte de esta entrevista
Texto: Ignacio Saldaña, colaborador habitual de la Revista Dosdoce

2 Responses

  1. Mercedes

    Aun no he visto la película, pero he leido en varias ocasiones los libros del Capitan Alatriste…uffff no se si ir a verla,,, estoy un poco asustada y tengo un dilema gordisimo; …es que yo ya tengo una pelicula fantástica en mi cabeza de los 5 libros, es como un recuerdo propio, lo podria contar como si yo hubiera estado alli… y ahora…¿y si me lo cambian demasiado?, (es que yo en mi mente no tenia presupuesto y por muchos que ellos tengan ahí gano yo) yo ya tengo a mi Diego y a Iñigo, el ambiente, hasta el aire y la humedad … a todos, y , de partida, ya iria al cine como escamada, recelosa, con miedo de perder algo, es como si la nueva imagen fuera capaz de borrar la mia y ya nunca volviera a ser capaz de leer los libros con mis imágenes.
    Ufff quiero imaginar que no soy la única lectora del Capitan que tiene estas paranoias mentales.
    Y lo peor es que estoy deseando verla.
    Un saludo y todo mi agradecimiento al equipo que ha trabajado para conseguir hacer realidad los libros.

  2. Jaime

    Quería contestar a Mercedes.
    No eres la única lectora de las aventuras de Don Diego Alatriste y Tenorio que tiene esas paranoias…
    Debo decir a vuesa merced, que ayer vi la película, y creeme, iba con mucho miedo como tu dices.
    Mi consejo si aún no la has visto…Olvídate que el Alatriste de la película es ese personaje de «Limpieza de sangre», «El Sol de Breda»…Y disfruta simplemente de una película de espadachines de la época del cuarto Felipe.El guión ha sido fiel hasta cierto punto.Tiene inclusos diálogos exactos a los del libro, pero han introducido demasiados cambios.Aventuras olvidadas, otras inexistentes en los libros…
    Yo quiero verla de nuevo, pero con esa mentalidad que te decía, sin pensar en el capitán y en ese Íñigo o Angélica que yo tenía en la cabeza.
    Si lees esto, y ves la película agradecería que escribieses otro comentario para saber tu òpinión.
    Gracias