05 agosto 2006

El periodista digital: perfil de un nuevo comunicador

Resumen:

Nos encontramos inmersos en plena Sociedad de la Información lo que supone la aparición de nuevos medios consecuencia del auge de las Nuevas Tecnologías, unos avances ante los que el profesional de la información, el periodista, no puede quedar desfasado condenándose a morir lánguidamente al no saber manejar las nuevas herramientas. Ofrecemos un repaso al nuevo perfil del comunicador del siglo XXI, del nuevo público al que debe informar sirviéndose de todos los medios multimedias a su alcance, de las dificultades que entorpecen su labor diaria, y de las exigencias que el periodista reclama en su formación universitaria.

«El periodista va a tener que ser multimedia y muy flexible». El proceso de aceleración histórica en que vivimos resulta hoy comúnmente admitido por todos los pensadores. El periodo mínimo necesario hasta los tiempos más recientes para cerrar una época abriéndose a un nuevo ciclo, ha quedado desbordado por los nuevos cambios. Habitamos en un mundo impulsado por la Sociedad de la Información, entendiendo a la misma como el estadio de desarrollo en el cual todos sus miembros tienen acceso a la información, desde cualquier lugar, en el momento deseado de forma instantánea.

Convivimos en medio de unos avances que propician la comunicación inmediata, una comunicación que aparece definida en el Artículo 4 de la Declaración de Principios de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información:

«La comunicación es un proceso social fundamental, una necesidad humana básica y el fundamento de toda organización social. Constituye el eje central de la Sociedad de la Información. Todas las personas, en todas partes, deben tener la oportunidad de participar, y nadie debería quedar excluido de los beneficios que ofrece la Sociedad de la Información».

Una comunicación que, en la actualidad, sobrepasa sin dificultad las barreras del tiempo y del espacio debido a la aparición de unos nuevos medios informativos, gracias a que el público accede a las Nuevas Tecnologías.

Todos estos cambios afectan poderosamente a nuestra mentalidad y lo que es más importante, a nuestra conducta, influyendo radicalmente en la proyección de nuestros criterios y comportamiento y modificando nuestros usos y costumbres. Este fenómeno imparable también está aportando elementos de cambio real en las decisiones empresariales que afectan a toda la industria de la comunicación. De esta forma existen unos hechos indudables como son el despliegue de todos los medios duplicando su dimensión al disponer, de una versión digital, el crecimiento progresivo del número de internautas, el aumento imparable efectuado en las dimensiones del espacio digital compartido, o la agilización y rapidez jamás soñadas en el acceso que el público no duda en reclamar como un derecho.

Los usuarios de la Red de Redes, Internet, demandan cada vez más y más velocidad en la transmisión de datos. Nadie se conforma con menos velocidad en cuanto a acceso a la información se refiere. Los 56 Kilobits por segundo del MODEM y los 64 KBit/s de la ISDN, Integrated Services Digital Network, ya no son suficientes. Con la nueva técnica ADSL, Asymeteric Digital Subscriber Line, los internautas pueden desplazarse por Internet a velocidad de turbo. Y todo es transmitido, fundamentalmente, por el simple cable normal de cobre de la línea telefónica.

1. Perfil del nuevo profesional de la información

Estos avances en el campo de las telecomunicaciones afectan también a los medios, tanto impresos como audiovisuales, por cuanto repercuten en la velocidad de transmisión de los datos. El experto analista del departamento de Análisis y Prospectiva de la Fundación Auna, José María Cerezo detalla en el informe «El Impacto de Internet en la Prensa» realizado junto con Juan Manuel Zafra, actual director de Comunicación de Red.es, cuales son las consecuencias que se derivan de la irrupción de Internet en la forma de trabajar de los profesionales de los medios:

«Los propios periodistas se han visto afectados: dejando que la inmediatez prime sobre cualquier otro aspecto como la veracidad de las fuentes o la redacción periodística; que la primicia informativa sea el valor más importante frente al análisis y la investigación profunda; y, por último, recurriendo a la Red para ofrecer en ella pistas, datos, rumores o confidencias no siempre contrastadas y en ocasiones carentes de toda veracidad, pero que cada vez con mayor riesgo, pueden acabar siendo publicadas en primera página y así elevadas a lo más alto de la información veraz y de prestigio. Internet ha revolucionado, por tanto, la profesión periodística».

Como resultado se produce el lanzamiento de su modelos on line para los nuevos consumidores de los medios digitalizados lo que hace que aparezcan nuevas funciones, algo que hace unos años resultaban totalmente inimaginable: es el caso de la re-edición constante de artículo, el enriquecimiento de las noticias con completas infografías una vez que se van conociendo nuevos detalles sobre los hechos acontecidos, el que los lectores puedan interactuar con los periodistas al existir una comunicación interactiva mediante chats y foros de debate donde opinar abiertamente sobre hechos noticiosos tales como el resultado de un partido de fútbol, la larga comparecencia de un ex presidente del gobierno ante la comisión del 11-M o la creación de un Consejo de Coregulación que vele por la implantación de una programación adecuada al público infantil, entre otros muchos temas.

«Internet, por tanto, ha puesto en cuestión la definición de periodista, ha modificado la práctica diaria de la profesión, abriendo enormemente el abanico de fuentes a disposición de los más avezados internautas, ha transformado los hábitos de lectura y búsqueda de las noticias y a abierto nuevos caminos para el negocio de la información. Con el acceso a Internet, cualquiera puede convertirse en informador; se han difuminado las barreras entre informador y usuario; los diarios personales on-line (weblog) ganan parte del territorio ocupado por los periódicos; y reaparecen en formato digital fórmulas que a aparecían extinguidas como los confidenciales o la prensa gratuita».

La aparición del nuevo medio digital está reconfigurando radicalmente, por los contenidos globales y los sistemas omnipresentes, el perfil completo de un nuevo profesional de la información. Un periodista digital o electrónico no se detiene ya ante nada, es capaz de realizar múltiples funciones dado que sus labores y tareas profesionales son mucho mas complejas que las que otrora realizaran sus compañeros de profesión. Y lo hace de forma constante y es que sin actualización continua no existe periodismo digital.

Tareas que exigen el manejo de ciertos programas de edición y herramientas de retoque fotográfico con las que los periodistas tradicionales no están familiarizados como podemos deducir de las palabras de Pedro Manuel Moreno, Vicesecretario general de Comunicación de la delegación española de la UNESCO:

«El 40% de los periodistas se declaraban analfabetos tecnológicamente preguntados sobre sus capacidades para asumir los avances de la Sociedad de la Información según un estudio realizado el pasado año por la Federación Internacional de Periodistas, FIP, que es el organismo que más profesionales de la información aglutina a nivel mundial, en concreto y según estadísticas del pasado año, más de medio millón».

En cuanto a la forma en la que la Universidad adecua los contenidos que imparte a las necesidades de formación del estudiante que asiste a sus aulas, conviene destacar que pese a que todas las Facultades de Comunicación y Ciencias de la Información de España han enriquecido sus planes de estudio con optativas de nombre rimbombante y aires digitales, lo cierto es que son muy pocos los jóvenes licenciados que aprenden en las universidades a manejar las herramientas informáticas que las empresas de comunicación relacionadas con la Red de Redes demandan. Realidad ante la cual son muchos los profesores que coinciden al subrayar que la importancia de la formación académica universitaria:

«El periodista digital no debe ser un experto informático, debe primar su formación humanística, el periodista necesita unos fundamentos, unos conocimientos humanísticos, y a pesar de que se ha discutido largamente sobre la conveniencia de una formación técnica humanista, en mi opinión, dado que una formación técnica se imparte en cualquier academia si lo quiere ser es periodista conviene tener un bagaje cultural que se adquiere en la Universidad y ésta, frente a un centro técnico, permite estudiar la historia, la ética y la filosofía de la profesión».

Internet no es sólo un soporte ni una herramienta en relación con el periodismo digital, ha habido una evolución: antes se volcaban contenidos y ahora la versión on line ofrece otro tipo de información ya no es la versión digitalizada. Es otro medio y genera otro tipo de periodismo. Existen periodistas que trabajan en Internet y están adaptados al nuevo medio y está el periodista que genera unos contenidos que completan otros ya existentes. Alonso y Martínez asegura que el periodista digital no es únicamente el que ejerce su labor en diarios y medios de información digitales, sino todo aquél individuo cuya labor se encuentra estrechamente ligada, de una u otra manera, al tratamiento de la información y la comunicación en Red.

El problema puede radicar entonces en cómo gestionar el exceso de información disponible en Internet, la excesiva velocidad de trabajo con la que trabajamos los profesionales, el tener que competir con la radio y la televisión lo que a todas luces puede repercutir en detrimento de la calidad y por último, el que dada la competencia que supone el que dado que todas las empresas pueden comunicar se esté prescindiendo de la figura del profesional en detrimento de la manipulación positiva que este realiza al actuar como filtro. La labor del periodista del futuro irá encaminada pues a establecer un cierto juicio en las navegaciones por los mares del ciberespacio, precisamente para evitar la pérdida del sentido de la realidad que puede ocasionar la confusión entre lo que es real de lo que es un simple rumor. Hay que tener en cuenta la diferencia entre navegar y flotar, la navegación implica un rumbo mientras que flotar denota un viaje a la deriva. Las informaciones realizadas por profesionales del mundo de la comunicación deben ser, por tanto, un claro referente para los usuarios.

Desde los Organismos Internacionales encargados de llevar a buen término la Sociedad de la Información, la UNESCO, la Organización Mundial de las Telecomunicaciones, La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y la Organización Mundial del Trabajo, se concibe al nuevo periodista como un mediador, rol tradicional que ha tenido entre la fuente y el receptor, pero también como un educador y un vigilante que vele por la implantación de los sistemas democráticos.

Los retos de Naciones Unidas para el nuevo milenio tienen como líneas básicas de actuación la reducción de la desigualdad que se deriva de la existencia de la brecha digital a través de potenciar la formación y la infraestructura y sobre todo a través de la diversidad cultural y lingüística. Además se quiere potenciar el paso de una Sociedad de la Información a una Sociedad del Conocimiento, cambiar la denominación por considerarlo más acertado.

La aparición del nuevo medio está configurando radicalmente, por los contenidos globales y los sistemas omnipresentes, el perfil de un nuevo profesional de la información. Un periodista digital o electrónico no se detiene ya ante nada y sus labores y tareas profesionales no se parecen a las que hasta hace muy pocos años desempeñaban los profesionales de la información.

Este perfil innovador del nuevo profesional afecta, fundamentalmente, al aspecto formativo (nueva mentalidad cibernética), laboral (exigencias de cometidos y tareas antes delegadas a profesionales como el diseñador o maquetador, el encargado de documentación o el simple reportero), tecnológico (manejo de los medios digitales y programas y sistemas informáticos), archivísticas (búsqueda y actualización constantes de sus fuentes en la Red telemática), atención directa al lector (mensajes on line de recepción inmediata en sus buzón electrónico) y otros mil aspectos nuevos que potencian y cargan la labor del informador del siglo XXI.

«Con la renovación tecnológica, el periodista del diario sobre papel ha tenido que modificar sus hábitos de trabajo al asumir responsabilidades y funciones que antes no eran suyas: corrección y producción de textos, diagramación, acceso a bancos de datos para textos y fotos, entre otros cometidos. Estos cambios, a los que ha tenido que ir adaptándose, han sido un paso intermedio para lo que el nuevo periodista, el «periodista electrónico» si se nos permite llamarle así al que tiene que trabajar en contacto con las redes telemáticas, empieza a asumir al enfrentarse ante un nuevo medio».

Y es que periodistas digitales seremos todos o no seremos periodistas.

«El nuevo periodista va a ser un profesional con conocimientos multimedia (de informática, imagen y sonido, diseño, etc.) que va a tener que evolucionar hacia el acceso a bancos de datos y hacia fuentes informativas de diversa procedencia que van a ir ampliándose y renovándose cada día».

Hay quien dibuja de un modo crítico el perfil del periodista multimedia actual con cierta gracia y sorna, pero sin duda con indudable acierto, así aparece en un irónico artículo (FERNÁNDEZ HERMANA, Luis Ángel, site www.enredando.com) que reproduce Jaime Estévez, director de Europa Pres.net, la agencia privada de noticias más importante de España, en su obra sobre el periodismo en la Red. En dicha crítica Fernández Hermana elige el término ‘convergencia de medios’

«Como el concepto que define el nuevo perfil laboral del periodista de la era electrónica. Su fundamento es la capacidad para desenvolverse como pez en el agua entre el papel, la radio, la televisión e Internet, dominando todos estos medios. No se trata tan sólo de que los periodistas actúen en ellos, que muchos ya son veteranos de este tipo de pluriempleo, sino que sean capaces de recabar, procesar y emitir la información en todos ellos y si es simultáneamente mejor. Por tanto, el ordenador, la grabadora, la cámara de video, además de papel y bolígrafo son ahora sus instrumentos inseparables de trabajo. Estamos ante el periodista multimedia, el último engendro de Internet que nos llega desde EEUU».

Y continúa: «el periodista multimedia, desde esta perspectiva, aparece como una respuesta contingente ante el impacto de Internet en el modelo tradicional de comunicación, que como una solución ante las modificaciones que la Red está causando en dicho modelo».

En este último siglo el periodista ha experimentado numerosos cambios hasta llegar a ser un profesional que está por encima de la barrera del medio en sí. Es capaz de elaborar, procesar y transmitir la información en un breve espacio de tiempo. En mi opinión el nuevo profesional de la información debe ser una especie de hombre orquesta que sirviéndose de cada uno de los medios técnicos que le permiten procesar la información, sea capaz de sintetizar y resumirlo todo en un solo paquete publicable en la red de redes.

El periodista digital debe cambiar su rol y convertirse pues en una persona polifacética, con nociones técnicas, periodísticas y de marketing, entre otras. Unas premisas que lejos de hacer que los periodistas escapen a estas innovaciones tecnológicas les obligará a reconvertirse adaptándose a los nuevos medios, tal y como asegura Jaime Estévez:

«Creo que estamos ante una nueva generación de periodistas que van a saber ocupar ese rol multidisciplinar antes y mejor que cualquier otro tipo de profesional. También soy consciente de que para muchos periodistas «veteranos» trabajar en Internet no resulta gratificante ni cómodo. Pero no están las cosas como para andar «escapando» ante la primera incomodidad. Los que puedan escaparán, y la mayoría, se reconvertirán».

Estévez sostiene que «hacen falta profesionales que sepan concebir una web como un dispositivo de información y servicios orientado a cubrir, del modo más amplio posible, las necesidades de su público. En esa medida, lo que auguro es una nueva generación de Licenciados en Ciencias de la Información que se conviertan en verdaderos «arquitectos de la información» y sepan plantear y dirigir el conjunto de la web del modo más útil para sus destinatarios., Creo que los «creativos» y los programadores van a tener que abandonar el papel de «webmasters» que equivocadamente han desempeñado durante años y van a tener que buscar su encaje en un planteamiento más profesional de diseñar y construir webs, incluidas las de los medios de comunicación».Una idea semejante resultaría aplicable al nuevo público consumidor atendido por los medios. Sus gustos y preferencias demandan como normales e irrenunciables (e incluso algunas veces las exigen como gratuitas) todas estas innovaciones que antes nunca fueron capaz de soñar.

«El consumidor de información de hoy demanda de los medios una información cada vez más profunda y actualizada sobre aquello que les interesa. Reclama imágenes que se lo muestren, sonidos que se lo cuenten, textos que se lo expliquen. Y los reclama al instante de haberse producido la noticia».

Se trata de un público nuevo, diferente al paciente y agradecido lector que tradicionalmente consumía sumisamente cuanto la prensa y los demás medios le proporcionaban. Un usuario al que se exige tener unos conocimientos previos adquiridos, unas técnicas y unos recursos; es decir, tiene que poseer un ordenador con el Sistema Operativo (S.O) Windows y saber utilizar un navegador, por ejemplo, Internet Explorer.

«A diferencia del periódico de papel, el electrónico no se ve obligado a esperar a la siguiente edición para poner a disposición de los lectores las últimas noticias o los aspectos más novedosos de dichas informaciones. Esta característica equipara en la práctica al nuevo medio con la radio y la televisión «.

Hoy día para acceder al público existen nuevos canales para transmitir la información. El mercado laboral se amplía para los muchos licenciados en periodismo que ven como existen otras oportunidades distintas a las que ofrece el sempiterno trinomio prensa, radio y televisión.

«Muchos periodistas triunfarán directamente en Internet, sin pasar por la redacción de un periódico, radio o televisión, como es el caso de Matt Drudge que en su web fue la primera persona en destapar el caso de la becaria estadounidense Monica Lewinsky.

2. Nuevos problemas profesionales y laborales específicos del periodismo digital

La situación laboral de los periodistas digitales no es óptima, tal y como revelan algunos estudios recientes. Los primeros resultados sobre este aspecto se presentaron a la opinión pública en las Jornadas «Periodistas digitales, precariedad en la Red», celebrada el 5 de abril de 2003 en la Casa Elizalde de Barcelona. Un estudio de campo realizado por el Sindicat de Periodistes de Catalunya y el Grup de Periodistas Digitals, con el objeto de hacer una radiografía realista de las condiciones en que trabajan los profesionales de la información en Internet, revela las múltiples demandas del sector.

Por mostrarlas brevemente, de modo suscinto y sistemático, serían las siguientes:

Problemas profesionales:

La Universidad no proporciona suficiente formación sobre periodismo digital.
El periodista digital trabaja prácticamente siempre frente al ordenador y no se le permite en muchos casos salir a la calle para dar cobertura a la información.
Depende de los teletipos de agencia y del teléfono.
El trabajo delante de la pantalla durante toda la jornada afecta la salud del periodista.
A menudo los periodistas digitales han de realizar múltiples tareas, algunas muy técnicas y más bien poco vinculadas a su condición profesional, que además no están reconocidas ni valoradas en su contrato.
Existe un vacío en la regulación de los derechos de autor de los periodistas digitales en las empresas en donde trabajan.
Los/ as empresarios/ as de medios tradicionales creen que invertir en la edición digital supone una pérdida de dinero. Se acogen a una política de mínimos que perjudica principalmente a los periodistas digitales, que no disponen de suficientes recursos humanos ni materiales para desempeñar su trabajo en buenas condiciones.
El mercado no conoce bien lo que pueden ofrecer los/ as profesionales del Periodismo digital.

Problemas laborales:

Hay una queja general en cuanto a que los sueldos son más bien bajos y, en el caso de medios digitales asociados a medios tradicionales, una menor remuneración respecto a sus colegas de profesión de los medios tradicionales.
Se dan casos en que la empresa se niega a negociar convenios.
Existen situaciones en que se contrata a los periodistas con una categoría laboral inferior a la que les correspondería. Pero todavía hay más en que no se realiza ningún tipo de contrato estable.
Los /as periodistas digitales acostumbran a cumplir más horas de las estipuladas, prolongan su jornada laboral sin cobrar por las horas extras.
Las empresas abusan de los contratos de prácticas por tener mano de obra barata.
Hay muy poca estabilidad laboral, debido al tipo de contratos que se realizan y por la fragilidad de las empresas digitales.

En relación con las precarias condiciones laborales que sufren los periodistas digitales resultan ilustrativas las conclusiones de un informe realizado por el OPTI, Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial en marzo del 2004:

«Internet, aún de forma incipiente, ha comenzado a cambiar los métodos de trabajo en los medios, en la información y en la comunicación. El número de usuario de los medios digitales aumenta a un ritmo superior al de los nuevos internautas y las audiencias de los diarios on line empiezan a superar al de sus homónimos en papel. Hoy día los medios digitales disponen de 2,6 millones de lectores diarios. Los periodistas se han tenido que adaptar a trabajar de cara a la nueva realidad digital, mientras nuevos agentes de la información empiezan a señalar con su actividad que el periodista empieza a poder no ser imprescindible. Los medios digitales comienzan a ser una amenaza ante los medios clásicos al ser cada vez más los lectores de prensa on line que dejan de comprar prensa escrita, a la vez que aumenta el porcentaje que consulta Internet y abandona la televisión, aunque sea testimonial, si se apunta esta tendencia. Pero no todo es positivo en este nuevo panorama. Los resultados de una encuesta sobre la situación laboral de los periodistas digitales revela la inestabilidad laboral en la que la mayoría realizan su trabajo».

Al respecto, el profesor de la Universidad de Murcia, Pedro Antonio Rojo resumía durante las I Jornadas de Periodismo Digital SICARM, Sociedad de la Información Comunidad Autónoma de Murcia, celebradas a primeros de junio en la capital pimentonera, cuales eran las exigencias profesionales que se demandaban al profesional digital y lo hacía utilizando tres conceptos estrechamente relacionados con las nuevas tecnologías: multimedia, multitarea y multiplataforma:

«La realidad de la calle es que al profesional de la comunicación se le exige que sepa el funcionamiento de herramientas multimedias, q sea multitarea: obligado a asumir múltiples labores desde la redacción, la fotografía, el diseño, etc. y además que sea un periodista multiplataforma, es decir que tenga la habilidad suficiente como para difundir cualquier tipo de información utilizando cualquier soporte sea interactivo, impreso o audiovisual y eso es lo que están demandando las empresas que pagan fatal a los periodistas y que encima les están explotando» Y esa es la realidad que hay por lo que está muy bien plantearse la convergencia a nivel universitario para converger con las universidades de Europa pero esta convergencia a nivel formativo debe llevar pareja una regulación de la realidad profesional, sino estamos formando chicos de todo a cien, «máximo trabajo, máximo esfuerzo y todo mal pagado».

La propia Asociación de Diarios Españoles, en su última obra publicada contiene un capítulo crucial de obligada referencia titulado «Convergencia de redacciones, inevitables pero…¿posible?, dentro del apartado «De periodistas a proveedores de información»:

«los primeros pasos hacia la convergencia de redacciones ha dividido a los redactores en dos grupos: resistentes al cambio (integrado por los que se sienten amenazados) y fuertes competidores (formado por todos aquellos que en los cambios ven una oportunidad para mejorar su trayectoria profesional). El primero de estos grupos argumenta que la redacción multimedia puede conducir a un Periodismo más barato y menos elaborado. El segundo cree que el trabajo conjunto redundará en información de mayor calidad en los distintos medios. Para entender más de estos argumentos hay que ver quién está detrás de estas dos posturas. Los periodistas que se ven amenazados son, en general, aquellos que tienen más de 10 años de experiencia que vivieron otros tiempos del periodismo, con una buena reputación profesional y a quienes los ordenadores les pillaron ya fuera de la Universidad. Este grupo considera que trabajar para Internet es un desperdicio de su buen nombre, sus conocimientos y su experiencia (mostrada día a día con la firma de un periódico o con su imagen ante una cámara de televisión) en el anonimato, la rapidez y la falta de profundidad transmitida en la Red».

Una amenaza que se torna oportunidad para los jóvenes periodistas incorporados a los medios digitales que, sin embargo, sufren la condena del anonimato y son irreconocibles para el gran público al firmar con un nombre genérico que no les permite individualizarse. Es el caso, por ejemplo, del conocido portal Segundosfuera.com, canal temático de deportes del grupo francés Wanadoo, donde los redactores permanecen sepultados a los ojos de sus lectores al aparecer como «redacción segundosfuera.com». En otros canales especializados en la práctica de actividades deportivas de portales tan visitados como Terra-Lycos o Yahoo, los profesionales dan cuenta de la autoría de la noticia repitiendo el nombre del portal al final del artículo, pero omitiendo igualmente el de los responsables de la redacción del artículo. Los autores sólo se pueden reconocer por su estilo a la hora de escribir algo imposible para el gran público.

En mi opinión y como periodista que desempeña su trabajo en un medio de comunicación digital, Regmurcia.com, un portal integrado por otros cuarenta y cinco, uno por cada municipio de la Comunidad Autónoma de Murcia y estructurado a su vez por otros dieciséis canales de temática variada: me atrevo a asegurar que el periodista del futuro, deben poseer una serie de actitudes concretas, estas son: tener una perspectiva multimedia, valorar las Nuevas Tecnologías y conocer el manejo y funcionamiento de los programas de edición de texto y retoque fotográfico teniendo, eso sí, un estilo de escritura que interese a los medios on line y caracterizado, fundamentalmente por su frescura y originalidad. Un reportaje lo hace cualquiera pero un buen reportaje no lo hace tanta gente. No se quieren «limpiateletipos», sino profesionales del teclado capaces de aliñar con ciertas dosis de gracia e ingenio algo tan aparentemente aséptico como un marcador digital destinado a la retransmisión en directo del deporte rey, y todo ello con la máxima celeridad posible, de forma casi simultánea y sin depender de otros profesionales para realizarlo:

«la inmediatez o tiempo real es una de las características de l medio digital y por ende del periodista que labora en ese medio. Las noticias deben darse prácticamente en el momento en que están ocurriendo o se pierde el impacto respecto a otros medios competidores. Esta es una de las razones por las que el periodista debe ser un experto en herramientas tecnológicas, así no tiene que depender de terceros para reproducir y reportar la noticia».

El director del Laboratorio de Comunicación Multimedia MMLab, Ramón Salaverría cita en un artículo sobre cómo escribir para la prensa digital las palabras pronunciadas por Francisco Sancho en el Seminario Internacional «Periodismo Digital: un reto en América Latina y el Caribe, celebrado en Quito, Ecuador. De esta forma explica cómo Sancho, quiso romper el cliché que identifica al periodista digital con ese «periodista ficción» más preocupado por la tecnología que por la información:

«Lo que distinguirá al periodista digital de sus compañeros de otros medios-dijo-serán los métodos y las técnicas pero nunca los contenidos: la información veraz, rigurosa y honesta al servicio exclusivo de la sociedad».

Una idea que coincide con la expuesta por Rafael Carrasco Polaino en las Jornadas de Periodismo Digital del SICARM, Sociedad de la Información de la Región de Murcia, cuando asegura que

«existe un cambio a la hora de informar, hemos pasado de la transmisión de la información a la que se accede de forma masiva, todos sabemos lo que ha pasado y de forma gratuita y nos enteramos, a la generación y producción de contenidos. Y aquí radica la diferencia entre el periodista tradicional del digital. Sin embargo y pese a esto, el perfil del periodista analógico no difiere del periodista que desempeña su trabajo en Internet dado que las técnicas que emplea para realizar su labor son las mismas: buscar un hecho noticioso, contactar con las fuentes del hecho, contrastarlas, redactar esa información y publicarla. Sin embargo el periodista digital, dadas las características del medio, da un paso más: ofrece información complementaria dado que Internet no ofrece límite. La labor del periodista digital no será tanto informar como generar unos contenidos de calidad».

Una idea que ya avanzaban en 1998 Maria Jesús Pérez y María Perea:

«El actual periodismo on line no se basa en muchas ideas nuevas sino que es más bien la combinación de ideas antiguas, pero realizadas: mejor, más rápido, con un acceso más logrado, con un diseño más innovador, con contenidos personalizados y con elementos comunicativos ajenos a la prensa tradicional. Como resultado, estas innovaciones se denominan tecnologías y producen fenómenos comunicativos diferentes».

Victor Manuel Pareja Pérez, del CINDOC-CSIC, define al periodista digital como aquel «profesional que vincula su trabajo a la edición y publicación directamente en la Red» y continúa «el periodista multimedia no se decanta ni trabaja para un medio o formato concreto, sino que domina todas las técnicas e instrumentos para recabar, procesar y emitir la información en cualquiera de ellos, ya sea televisión, radio o Internet».

Sin embargo, conviene precisar que el hecho de que el profesional de la comunicación pierda parte de su tiempo en procesos de tipo técnico en menoscabo del que debe ocupar en la elaboración de la noticia, puede afectar a la calidad de la misma. Así, sólo los profesionales más aventajados serán capaces de elaborar una información de calidad en un tiempo récord.

Como última idea me gustaría resaltar la idoneidad de potenciar el estudio y la investigación en cuanto a periodismo digital se refiere, la necesidad de celebrar numerosos cursos y jornadas a fin de delimitar las tareas del nuevo comunicador favoreciendo el debate y mostrando a los usuarios y a los jóvenes periodistas que es lo que se cuece en las nuevas redacciones. Les invito pues a asistir a las II Jornadas de Periodismo Digital que a finales de mayo de 2005 y durante dos días se celebrarán en Murcia.

BIBLIOGRAFÍA

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Texto:
Ana Belén Becerra Navarro
Coordinadora Jornadas Periodismo Digital SICARM,
Sociedad de la Información Región de Murcia.
Investigadora UCM y periodista digital: www.sicarm.es

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