16 mayo 2008

Fernando García Pañeda

Pionero en sus formas, Fernando García Pañeda acaba de sacar al mercado su tercera novela a la que ha titulado “Tres Gymnopedias”. La novedad es que la ha presentado a través de varios soportes: papel, digital y en impresión bajo demanda que los lectores pueden adquirir por 15 euros si lo hacen a través del servicio de impresión; en formato PDF por 8 euros en su propia página web, o bien comprándola de forma tradicional en las librerías Casa del Libro: Cámara, La gusana,  Deusto y Lib. A la entrevista llega con ese aire de oficinista que tanto le aleja de su condición de bloguero y de escritor. Sin embargo, elige una de las mesas más atractivas de la cafetería: la que da a la ventana; una ventana que se asemeja a las que a él le gusta abrir de par en par para asomarse y descubrir qué hacen sus personajes en su vida cotidiana, para luego alejarse y cerrarlas cuidadosamente.
 

Beatriz Celaya: ¿Qué te mueve a publicar en los diferentes soportes de papel, digital e impresión uno a uno?

Fernando García Pañeda: El detonante fue que ninguna editorial de cierto nombre o tamaño que te puede asegurar una distribución o una visibilidad importante quiso publicar esta novela. A partir de ahí nos planteamos cómo podríamos hacer llegar este libro al mayor número posible de lectores con las nuevas tecnologías que tenemos hoy en día a nuestra disposición.  Además nos planteamos también incorporar la posibilidad de la impresión bajo demanda más la posibilidad de colgar el libro electrónico para que en un momento dado, incluso, la distancia geográfica no pueda ser un impedimento para llegar a esta novela, porque a través de la red social que he creado con mi primer blog hay gente de América que va a poder leer este libro, cosa que de otra manera casi seguro que hubiese sido imposible. Mi intención ha sido intentar llegar al mayor número de lectores posible.

B.C.: Con esta nueva forma de editar, ¿sobra la figura del editor?

F.G.P.: En este caso concreto y particular, en principio, sí sobra. Pero no tendría por qué sobrar porque lo que sí tendría que cambiar es el modo de ser y el modo de funcionar de los editores, ya que estos deberían funcionar como catalizadores entre autores y lectores y no como una mera industria de producción de libros en mayor o menor cantidad. Un libro, hoy en día, se puede escribir en un montón de tipos de narrativa, existen novelas históricas, intimistas, negras…y cada una de ellas tiene un público diferente; por eso entiendo que el editor con estos nuevos medios puede dirigirse más a los públicos objetivos. El editor no tiene por qué sobrar; ahora bien, debería adaptarse a los nuevos tiempos.

B.C.: Parece lógico utilizar, tal y como has hecho, todos los canales posibles para la difusión de tu libro. ¿Por qué crees que otros escritores no lo hacen? ¿Qué crees tú que los paraliza a la hora de decidirse a explotar las nuevas tecnologías?

F.G.P.: Hay distintas clases de escritores y muchos de ellos, simplemente, no lo necesitan. Los que tienen ya su editorial y su agente literario que les consigue publicar de una manera digna, digamos que están por arriba. Hay otros muchos que están por abajo que por desconocimiento y quizá por no tomar muy en serio estos nuevos soportes se limitan a escribir sus cosas e intentar publicarlas de forma tradicional incluso pagándose ellos una autoedición. Luego, hay un grupo de gente que estamos a medio camino que, por desconocimiento y también porque hay una especie de inercia a la usanza tradicional, no se plantean siquiera la existencia de otras vías. Así que por eso creo que somos un poco pioneros en este tema.

B.C.: Entonces, ¿crees que a corto plazo este primer grupo del que me hablas no llegará a necesitar estos nuevos soportes?

F.G.P.: Pienso que lo utilizarán como refuerzo publicitario o como modo de adaptarse a los nuevos tiempos, pero no como instrumento básico, porque de hecho ya existen blogs o páginas web de autores consagrados que funcionan, pero sólo como apoyo y refuerzo.

B.C.: Este libro tiene una página web www.tresgymnopedias.net donde el lector se puede poner en contacto con el escritor. Todos quisimos alguna vez poder hablar con nuestro escritor favorito y ahora tú ofreces esta posibilidad a tus lectores. ¿Qué pros y qué contras crees que puede reportar esta oportunidad?

F.G.P.: Yo creo que contras, ninguno, sino todo lo contrario. Yo ya tengo un par de críticas un poco demoledoras y vienen bien, puedes estar de acuerdo o no con ellas, pero vienen bien. Yo soy de los que escriben para que le lean y de los que opina que una obra una vez está editada y publicada deja de ser tuya y pasa a ser parte del público y de los lectores en el sentido figurado de la palabra. Así que no le puedo ver contras; además, esta web me sirve de barómetro para saber si la gente ha leído mi novela  y qué opina sobre ella.

Nota de Dosdoce: Ver los diferentes soportes utilizados durante la presentación del libro

B.C.: En un mercado en el que sólo se habla de novedades, ¿cómo piensas que esta nueva forma de editar favorecerá a la vida del libro?

F.G.P.: Nuestra pretensión es conseguir mantener viva la llama de la novedad durante un cierto tiempo, de ahí también la utilización de un blog. A través de los medios convencionales es imposible logar este objetivo porque la repercusión de un libro puede durar tan sólo unos pocos meses en función de las reseñas que puedas tener, y a partir de ahí, el libro, si no es de alguien consagrado o si no hay una inversión publicitaria fuerte, se olvida. Alcanzar cierta visibilidad es mi objetivo para que en el siguiente libro la gente sepa quién soy.

B.C.: ¿Quién crees tú que elige los formatos de lectura, el lector o el mercado editorial?

F.G.P.: En última instancia, yo creo que es el lector quien lo elige.  En el mundillo especializado se especula mucho sobre cuál va a ser el futuro del libro, los editores dicen una cosa, los expertos otra. Pero la realidad es que, a día de hoy, no ha habido ningún estudio serio que analice cuál es la reacción de los lectores ante las nuevas tecnologías y si estos lectores están dispuestos a pasar de un formato a otro, a combinar los formatos o a renunciar a un nuevo formato. Por muchos formatos estupendos que se quieran sacar al mercado, al final, si el lector no traga por el motivo que sea, pues se quedarán en el olvido, y si coincide que sí, pues se impondrá. Mi opinión es que al final se compatibilizarán los dos formatos. El libro en papel me parece tremendamente difícil que desaparezca, un poco por todo: por cultura, por tradición, por portabilidad, porque es un formato “tecnológico” estupendo porque no necesita pilas, lo puedes tirar al suelo y no se rompe, doblar, lo metes en el bolso de la playa. Pero nunca se sabe por qué ha habido herramientas maravillosas como el minidisc, por ejemplo, que no han funcionado y hay otros que sí salen adelante.

B.C.: El escritor Mikel Alvira apuntó en la presentación de tu libro a la prensa vasca si no temías como escritor que se hablase más del continente de tu obra que del contenido. ¿Has pensado en ello?

F.G.P.: En este caso no me importa mucho, ya que mi primer objetivo es, como he apuntado antes, la visibilidad. En estos momentos valoro mucho alcanzar este objetivo y, por lo tanto, que se hable de mí, bien, mal o simplemente por la forma que he tenido de editarlo, pero que se hable  es importante. Además, en este caso yo creo que es una especie de punta de lanza para que otra gente pueda incidir en el mismo camino que yo. Personalmente pienso que este medio puede dar muchísimas posibilidades en el futuro, incluso acompañado de la figura del editor y de una editorial tradicional que utilice estas vías creo que se puede conseguir mucho más alcance y visibilidad que publicando de manera tradicional. Es verdad que el contenido de la novela puede gustar mucho y no se hable de ello, pero en estos momentos para mí es un mal menor.

B.C.: Hablemos de ella entonces. Esta es una novela sobre mujeres escrita por un hombre. ¿Por qué un hombre elige a tres mujeres para contar lo que quiere contar?

F.G.P.: Yo creo que muchos escritores coinciden conmigo al decir que los personajes femeninos son mucho más atractivos en el sentido de que tienen más riqueza expresiva y sentimental. No es hacer la pelota a las mujeres, pero es que es así. Y es que con los personajes masculinos tengo un problema porque no sé muy bien qué contenido darles. Estas tres chicas tienen una variedad de problemas en su vida, de relaciones sentimentales, de relaciones afectivas entre sí y una forma de ver la vida que es muy difícil de trasladar al campo masculino. Además,  los hombres de hoy en día estamos un poco despistados y confundidos, o personalmente yo me encuentro así. Me sorprende esta revolución social de la mujer que estamos viviendo y me gusta contemplarla y hablar sobre ella, pero como espectador pasivo, no como parte activa de esta especie de revolución. Las mujeres, sin embargo, están tomando parte activa de esta revolución. Y es esa parte activa del cambio social la que me atrae; por eso me resulta más fácil manejarme con personajes femeninos que masculinos. El único personaje masculino un poco relevante del libro que aparece en la tercera parte tiene un poco esa actitud pasiva; él quiere una relación con Julia, pero está a lo que caiga, a verlas venir…

B.C.: También en la estructura del libro has sido peculiar. Conocemos al personaje de Emma a través de un diario, a Celina se nos presenta en forma de obra de teatro y a Julia la conocemos por una tercera persona. ¿Qué pretendes con este juego de formas?

F.G.P.: Para elegir cada formato  me he basado en la personalidad de cada una de ellas y en las situaciones en las que se ven envueltas. La primera, Emma, es una persona muy decidida, muy enérgica, y entendía que la primera persona era imprescindible para describirla; de ahí que se nos presente a través de un “cuaderno de sensaciones”. A su hermana Celina, lo que he hecho es ponerle una cámara objetiva y grabar lo que le ocurre, porque Celina es una persona que está quieta y está atrapada, y con la cámara lo que intenté es ver lo que le sucedía. Julia, la tercera de las hermanas, está un poco perdida en el terreno afectivo; por lo tanto, yo creo que una persona desde fuera la podría describir mejor, aunque no sólo está escrita en tercera persona sino que además este personaje se engarza con una descripción en presente.

B.C.: Esta es una de esas novelas en las el final queda abierto a la imaginación del lector. ¿Por qué eliges este tipo de final?

F.G.P.: En general yo soy partidario de dejar abiertos los finales, pero en este caso es más concreto porque la idea de la novela era como asomarse a una ventana, a la vida de estas tres personas durante unos instantes y luego dejar de asomarte e irte. Por lo tanto no sabemos lo que se podría seguir viendo a través de esa ventana.

B.C.: El título de la novela es el mismo que el de una obra para piano de Erik Satie.

F.G.P.: La relación consiste en que la obra de Erik Satie es el germen del libro. La obra de  Satie  me gusta mucho, y al final acabó surgiendo la idea en mí de escribir una historia que estuviese divida en tres partes, como la pieza para piano, y comencé a imaginarme la descripción de tres personas distintas. Luego, con el tiempo, fue tomando forma a través de tres mujeres, tres hermanas, y al igual que las piezas de Satie (sus piezas son muy breves) también mis personajes tienen una descripción muy breve de su vida y de la situación crítica en ese momento dado. Por lo tanto, la música de Satie fue mi inspiradora, a través de la sensación que me proporcionaba cada una de las piezas le fui dando forma a cada uno de los personajes.

B.C.: Llama también la atención en tu novela la ausencia de descripción tanto de personajes como de lugares o tiempos; sin embargo, logras crear unas situaciones de ambiente muy veraces.

F.G.P.: Los que escribimos, escribimos lo que leemos, y claro, al escribir, escribes para la gente que lee como tú. Yo, cuando leo, mi imaginación trabaja, y tú completas como lector lo que el escritor ha puesto sobre el papel. Y eso me interesa mucho: que el lector complete con su imaginación los flashes que se dan en la escritura. Siempre he pretendido ser una especie de escritor impresionista, por hacer un símil pictórico, es decir, con unos pocos trazos dar la impresión de las cosas. De aquí también que el blog no es sólo para que la gente se informe, sino para que participe y cuente cómo se imagina a Celina o cómo cree que escribe Emma. Al igual que la historia se queda totalmente abierta, también es abierta la trama, los personajes, las situaciones…

Entrevista realizada por Beatriz Celaya

Fernando García Pañeda nació en Bilbao en 1964.  Tres Gymnopedias es su tercera novela, a la que anteceden Las lágrimas de Eurídice (Aurea Editores, 2007), una historia de aventuras ambientada en el marco de la última guerra carlista; y Kismet (Hiria, 2006), cuya acción se sitúa en su mayor parte en territorio de Turquía, y en la que las relaciones personales se entremezclan con una trama de intereses cruzados de los servicios secretos de varios países.

También es autor de diversos relatos cortos y trabajos poéticos que ha publicado en varias revistas culturales, y ha sido colaborador del suplemento cultural El Amanecer del semanario Shalom de Estambul.

Actualmente, su labor como escritor se centra en la publicación del blog Territorio Enemigo, que mantiene desde hace dos años.

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