17 marzo 2010

La privacidad de la lectura en la nube

El acceso al conocimiento y a la información a través del concepto de «en la nube» ofrece muchas oportunidades pero por otro lado también muchos riesgos. En el caso concreto de los libros digitales, la privacidad y el modelo de libro en la nube son el ejemplo de que ambos conceptos chocan, con lo que desaprovechan las posibilidades de tener los contenidos en la nube, siempre accesibles.
En el mundo analógico, las leyes impiden que las bibliotecas hagan un uso comercial de nuestros hábitos de lectura (nuestro historial de préstamos, qué estamos leyendo, etc.) en cambio estas nuevas plataformas de comercialización de libros electrónicos tienen una inmensa cantidad de datos sobre nuestros hábitos de lectura (qué hojeamos, qué compramos, qué leemos, qué no leemos -que también es importante-, qué recomendamos, etc.). Esta información sobre el perfil de los lectores tiene un inmenso valor comercial que compañías como Amazon, Apple y Google utilizan para afinar sus políticas de marketing.
Precisamente compañías que se están erigiendo claves en el mundo de la edición digital como Google, Amazon, Barnes&Noble y Sony pueden hacer un seguimiento de nuestros comportamientos y hábitos no sólo como lectores, sino también como consumidores, en este caso de libros. Estas empresas pueden hacer un seguimiento de nuestras búsquedas a través de sus plataformas y nuestros soportes de lectura, así como saber qué libros compramos. Muchos de estos datos los pueden compartir con otras compañías sin nuestro consentimiento.
Las autoridades públicas deberían plantearse legislar sobre qué pueden hacer o no estas empresas en la nube con el fin de proteger nuestros derechos como consumidores y ciudadanos.

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