24 marzo 2011

"Hemos replicado en la Red el mismo modelo mercantilista que hay fuera"

Javier Celaya es
un buen conocedor del ámbito de la edición digital y el consumo cultural
en Internet. Ello se debe a su doble condición de autor de libros
especializados en el marketing on line, por un lado, y consultor de
empresas, por otro. Lleva inmerso en la revolución de las nuevas
tecnologías desde sus inicios y la repasa en esta entrevista con un
sabor agridulce. Destaca que la industria cultural digital será próspera
y sobrevivirá a las convulsiones actuales, pero no habrá, al menos por
el momento, la revolución socioeconómica que muchos esperaban. Internet
replicará los modelos de negocio del mundo físico, aunque adaptados a
las necesidades del consumidor 2.0. Celaya es fundador de la plataforma Dosdoce,
un observatorio que desde 2004 analiza las nuevas tecnologías en el
sector cultural y, en especial, en lo referente al libro electrónico.

¿Cómo situaría a España respecto al nivel de adopción real de las nuevas tecnologías? No en referencia al número de hogares conectados a Internet, sino al de personas que utilizan los nuevos servicios de la Red.

Yo distingo dos divisiones en el ámbito digital, es decir, entre las sociedades que están conectadas a un cierto nivel, ya que luego hay muchas con un nivel tecnológico precario. Entre las de nivel, hay un primer mundo donde figuran Japón, Corea, algunas zonas de Estados Unidos y de Escandinavia, con un uso casi óptimo de todo lo que puede ofrecer la Red: comercio, vídeos, música en streaming, lectura electrónica, redes sociales, organización social, activismo, transparencia de gobierno, etc. El resto de Europa, algunas zonas de América Latina, sobre todo Brasil, Asia y Oceanía conformarían una segunda división que hace uso, pero con menos profundidad. Ahí sitúo a España.

En esta segunda liga de los conectados, somos muy activos en ciertas cuestiones como las redes sociales, donde destacamos por encima de otros países. No obstante, en mi opinión, hacemos un uso frívolo de las redes y no profundizamos en sus posibilidades para cambiar la sociedad. Hay una minoría que sí hace activismo desde Twitter, Facebook y otras herramientas sociales, como los blogs, pero en general usamos los medios sociales para el cotilleo, como una extensión del teléfono o el «boca oreja». En esto, somos un reflejo de la sociedad física donde vivimos, muy latinos.

¿Cree que para pasar a la primera división de las sociedades conectadas se necesita una masa crítica de internautas de la que ahora todavía se carece?

Es muy posible, nos falta masa de internautas que den peso específico a la Red en nuestra sociedad. Eso llegará cuando tengamos tarifas de acceso que no sean las más caras de Europa, porque es evidente que cargamos con ese lastre sin que nadie nos explique por qué. Yo creo que los precios que pagamos crean una brecha digital con el resto del continente, pero no es el único handicap que tenemos. También el grado de penetración de dispositivos tecnológicos en los hogares españoles es bajo respecto a la media europea, aunque ahora ha crecido con la adopción de smartphones como la Blackberry y el iPhone y, desde luego, con el iPad, si bien es una tecnología para consumir, no para producir contenidos. Ahora bien, en este país vamos del pasado al futuro sin pasar por el presente y quién sabe si el día de mañana seremos líderes en el uso de ordenadores. Ocurrió con los móviles.

(Accede desde el siguiente enlace a la entrevista completa)

 

 

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