13 junio 2011

Impulsores de la regeneración

Crisis, desesperanza, estancamiento, males estructurales, atonía social, deterioro de los valores… Entre tanto árbol que no deja ver el bosque, también se filtra la luz, la de españoles con empuje y abiertos al futuro, en todos los ámbitos de actividad, mucho más identificables con Ortega ( «Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos») que con el «alma quieta» que plañía Machado. Citamos a cinco de ellos en el Museo ABC de Dibujo e Ilustración, en la calle Amaniel de Madrid. Un recinto blanco, geométrico y estimulante, perfectamente representativo del engranaje entre el pasado, el presente y el futuro; de cómo sobre un sustrato de muchos años (el de la colección de más de doscientos mil dibujos, riquísima historia gráfica de ABC) se innova, se avanza y no hay por qué establecer límites. Si ha sido posible un nuevo concepto museográfico, también es posible avanzar en todos los demás terrenos, con crisis o sin ella. Sin complejos.

Los invitados van llegando. Primero, Nieves Segovia, pedagoga y presidenta de la Institución Educativa SEK; después, David Rodríguez Caballero, escultor, casi en vísperas de regresar a Nueva York, donde ahora reside. Pronto se suman al grupo la arquitecta Blanca Lleó, la científica María Blasco y Javier Celaya, especialista en encauzar empresas en los nuevos entornos de internet. Y al borde de una taza de café, toca inmediatamente abordar las grandes cuestiones objeto de esta cita. El epígrafe es «Regeneración», sometido en este caso a distintas percepciones en las que hay un elemento común: nuestros interlocutores no sólo conocen perfectamente su propia sociedad, la española, sino que tienen además el referente comparativo de haber vivido, estudiado o trabajado fuera. Y de viajar constantemente, por razón de su posición puntera en sus distintas ocupaciones.

Quizá por esa común perspectiva y trayectoria, todos ellos manifiestan un limitado interés por la política española en su acepción convencional: ven poco ambicioso ensimismarse en sus titulares o en su letra pequeña. Les parece estrecho ese camino regeneracionista que habla de superar la partitocracia, politización de la Justicia o reforma de la ley electoral no porque no suscriban medidas de saneamiento institucional, sino porque ya han adquirido una visión global. Sin embargo, sí ofrecen abundantes reflexiones sobre la educación en España, piedra angular, y, al tiempo, no consideran liquidados ni seriamente dañados en nuestro país los valores de convivencia, aunque estén en estos momentos «centrifugados» por la inestabilidad económica.

Uno a uno, los protagonistas de esta cita fueron manifestando su opinión sobre educación, política y crisis. Estas son algunas de ellas:

JAVIER CELAYA: «Es muy elocuente que en España la foto de la manera de gestionar la crisis fuera la de Zapatero con los presidentes de las treinta empresas más importantes, cuando esas no son las que nos van a sacar de ahí, porque el noventa por ciento de la economía española lo componen pymes y autónomos. Y ahí la locomotora va a ser internet. Además, hay que fomentar el espíritu emprendedor. En España cada vez que alguien hace o dice algo que no cumple las expectativas, le dan mazazos. Sin embargo la cultura anglosajona ha sido capaz de asimilar que solo la insistencia ensayo-error abre nuevos caminos».

DAVID CABALLERO: «Estoy de acuerdo en que todo está cambiando, pero lo que no sé es cómo se va a organizar ese control social. Evidentemente, es una pena la partitocracia, pero esa distancia entre los ciudadanos responde a algo más general. Por ejemplo, en el mundo del arte hay un abismo cada vez mayor entre los artistas jóvenes y los consagrados».

NIEVES SEGOVIA: «Se sale de la crisis con talento, y tenemos que aprovechar el hecho de que la revolución que estamos viviendo pone en valor a la persona, porque las nuevas herramientas tecnológicas no te alienan, sino todo lo contrario».

MARÍA BLASCO: «Con todas estas tecnologías, los ciudadanos ya no son sujetos pasivos, y creo que también en política vamos a la personalización, como en la medicina, donde conoceremos nuestro perfil genético para prevenir enfermedades. Es el mismo concepto: el individuo ahora tiene la información, una información que nunca ha tenido. Y los políticos se tendrán que espabilar».

BLANCA LLEÓ: «Es muy importante la interdisciplinariedad, es clave en el futuro educativo. Se tienen que producir esos cruces de caminos, y que no haya esa separación tan grande entre las distintas parcelas del conocimiento».

 

(Puedes leer la entrevista completa en ABC.es)

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