26 septiembre 2013

Cómo puede el sector cultural gestionar el cambio digital

Se preguntaban hace unos días en el The Guardian cómo puede el sector cultural terminar adaptarse y gestionar la transformación que se está sufriendo hacia lo digital.

A propósito del informe “Lets get real II” publicado este año 2013 (el anterior fue en el 2011) que trata estas cuestiones, el artículo señala algunos aspectos interesantes para abordar esta cuestión.

Las organizaciones culturales no pueden adaptarse con la misma rapidez que los usuarios “de a pie” a las transformaciones que el mundo digital está introduciendo en nuestras vidas. Quizá por eso en ocasiones nos parezca que su ritmo de ajuste o actualización sea un poco lento.

Lo importante, llegados a estas alturas, es ir dejando de distinguir lo que es y deja de ser digital, y asumir que lo digital ya debe ir implícito en los flujos de trabajo, modelo de organización, servicios, etc. de las diferentes organizaciones culturales. En esto estamos totalmente de acuerdo con el artículo.

Todavía hay quien quiere o elige mirar hacia otro lado pensando en que así podrá evitar tener que enfrentarse a estos cambios. No parece lógico cuando los cambios están ya en las manos de todos, en los hábitos de todos, en la vida diaria de la mayoría de las personas.

Esto no significa dejar de lado métodos y desarrollos que ya existían antes de esta era digital, dado que el servicio y el contenido van a ser lo realmente significativo y en ocasiones nos valdremos de herramientas digitales y quizá en otras nos sea necesario. Lo importante, como señala el artículo, es llegar al público. Y que este público también pase a formar parte de nuestro trabajo de una manera más activa.

Las herramientas digitales, por tanto, no nos deben ser extrañas sino habituales, porque nos van a facilitar el trabajo, nos van a dar los datos necesarios, las tendencias posibles, y con ello una capacidad de reacción mayor. En todos los casos, el elemento colaborativo va ser fundamental. Las estructuras cerradas o en secciones separadas que anda saben la una de la otra van a ir desapareciendo en favor de un trabajo colaborativo, mucho más competitivo y eficaz, por tanto.

Una de las principales conclusiones del informe arriba mencionado es precisamente la relación entre las herramientas digitales y la colaboración y el compartir conocimiento y aprendizaje.

La cuestión, a la vista de lo que podemos ver a diario, es contestarnos a la pregunta ¿estamos preparados todos para trabajar y crecer realmente en un entorno colaborativo? ¿Qué pensáis vosotros?

3 Responses

  1. Ahora mismo estoy escribiendo un artículo centrado en la «cultura digital» y precisamente lo estoy ligando con el reto de fomentar las competencias digitales.Esto es, en mi opinión antes de digitalizar los contenidos culturales tradicionales o crear nuevos en línea es necesario tener una formación adecuada.La manera de aprender y de acceder a la cultura está cambiando, pero ¿realmente los usuarios perciben las TIC como una herramienta de colaboración? Atendiendo simplemente a los usos que la mayoría de los jóvenes hacen de las TIC e Internet me cuesta dar un respuesta positiva.

    Ana

  2. Y ¿no debería ser la pregunta al revés? ¿Cómo puede el sector digital gestionar el cambio cultural? Lo digo por poner el carro y los bueyes en los sitios lógicos y las mediaciones en funcioón de lo sustancial y no al revés.

  3. Pingback : La importancia de la adopción de una estrategia digital | Comunicación Cultural

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