20 abril 2017

¿Qué puede aprender el mundo del libro de Netflix?

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Digital data is an online information technology, vía Shutterstock

A la gente hoy le importa más el acceso a los contenidos que el soporte o el formato. Es lo que viene a decir Roger Warner en un acertado artículo en The Book Seller.

Para esta conclusión, hace un análisis de éxito y crecimiento de Netflix, gracias a una estrategia en la que quizá debería fijarse el sector editorial.

En un mundo en el que los libros tienen que competir con otros contenidos y herramientas de ocio digital, que van desde las apps, los juegos a las propias redes sociales, conviene estar atentos al modo en que hoy se pueden más hacer accesibles los contenidos a los consumidores.

La demanda de libros quizá no cambie, pero los consumidores saben que hoy hay muchas formas de acceder a los contenidos, y quieren hacerlo, sobre todo, a través de internet. Da igual el formato, Internet es el medio para buscar y también consumir películas, música, libros, etc.

El éxito de Netflix es que ha sabido mostrarse como una compañía plenamente digital, desde la producción hasta la distribución de sus contenidos. Esto le ha permitido y construyendo una gran cantidad de datos que relacionan los contenidos que ofrece con los consumidores.

Pero no sólo eso, también sabe de sus hábitos, gustos, incluso nexos con otros usuarios. Unos datos que le permite a la plataforma tomar decisiones para hacer que sus productos audiovisuales lleguen más y mejor a cada cliente, y en el momento adecuado, sin necesidad de transformarlos.

Por tanto, para empresas que han nacido en un entorno analógico como son la gran mayoría de las editoriales, nada mejor que seguir el ejemplo de una empresa que ha nacido cien por cien digital para tomar las mejores decisiones. Invertir en tecnología es el primer paso necesario, como hemos visto en el caso de Netflix.

Una buena inversión en análisis de datos estructurados que pongan en relación cada libro con su potencial lector puede dar a las editoriales muy buenos resultados, tanto online como offline. Esta interconexión de datos no tiene que ser algo frío, que se quede en la editorial, sino algo que dé como resultado una relación cercana y personalizada con los lectores.

Todo esto pasa también por los planes de marketing, claro. Las campañas de autores específicos para lectores concretos usando herramientas de descubrimiento sólo se pueden conseguir usando los datos correctamente. Los mismos datos que pueden usarse para potenciar la visibilidad de novedades editoriales, por ejemplo, en otros canales como Facebook Messenger. Una herramienta que ya hemos visto que usa HarperCollins para recomendar sus libros.

En definitiva, se trata de convertir el mayor número de procesos en procesos basados en datos para con ello ayudar a los lectores a descubrir lo que realmente están buscando. Por tanto, podemos decir que, en gran medida, el futuro del mundo del libro de papel también está en sus datos digitales.

2 Responses

  1. Interesantes reflexiones… Siempre está bien mirar alrededor y aprender, ya sea en nuestro sector o en cualquier otro. Soy una gran defensora de los metadatos y por supuesto creo que el «Big-data» tiene mucho potencial para el mundo del libro… Otra cosa es que lo aprovechemos

    PD – Creo que en el último párrafo sobra algún «para» 😉

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