Podcasts en educación
Por José A. Vázquez
En esta vuelta a los contenidos en audio, merece la pena detenerse en qué es lo que ofrecen estos en lo referente a la educación, sus ventajas dentro de toda una serie de herramientas digitales con las que ya se ejercitan en algunos colegios.
Los hay en los que ya se trabaja en la creación de blogs, de vídeos de YouTube a la manera de BookTubers, o Animoto -también para vídeo-, de Wikis (aunque parece que esta ya está algo en desuso), todos los paquetes educativos que ofrece Google, incluso en grupos de Whatsapp para estudiar de manera conjunta, o en su defecto Edmodo, una suerte de red social específica para la docencia.
Son sólo algunas de las muchas herramientas que se pueden usar, sobre todo dentro del marco del uso diario o generalizado y no tanto específico. Esto se debe en parte a que el uso de herramientas que los alumnos ya conocen como habituales para sus actividades personales suelen tener, en principio, una mayor aceptación, además de que sean más susceptibles de que ya conozcan cómo funcionan.
Hace años, en algunos centros, pocos, había algunos profesores que animaban –después de ofrecer ellos mismos contenidos similares- a que los alumnos publicaran sus propios podcasts. Hoy, con su resurgir, y con las facilidades tecnológicas que han llegado, quizá sea momento de recordar las ventajas de esta herramienta que va a seguir tomando protagonismo a medida que la web, en general, se está volviendo más ‘hablada’ en todos los sentidos.
El audio y la voz tienen componentes que ayudan a la formación, de mismo modo que las imágenes y los vídeos favorecen otros aspectos la misma. Se sabe –y aquí hemos hablado ya de ello– que los audiolibros tienen aspectos importantes que mejoran la comprensión lectora, por ejemplo, de los lectores primerizos. ¿Cuál puede ser entonces el valor de los podcasts dentro del ámbito educativo?
Tanto como método para saber explicar, ordenar ideas, simular entrevistas radiofónicas o como para desarrollar narrativas habladas, los podcasts ofrecen múltiples ventajas que logran servir tanto como elemento introductorio de una materia, como material suplementario, de síntesis o resumen, o como refuerzo de ideas o conceptos para el aprendizaje.
El uso de podcasts en la educación contribuye a la diversificación de los materiales didácticos que se presentan en base al uso de texto e imágenes, lo que tiene un efecto positivo al alentar la atención e interés de los estudiantes en el aprendizaje a través de este método.
Como señala Stajka Rajic, al activar su atención auditiva y asimilar los contenidos de aprendizaje de esta manera, se les brinda a los estudiantes una oportunidad de aprendizaje adicional para que no aprendan leyendo textos que sólo ocasionalmente reciben ayuda de dibujos o imágenes.
Además, la flexibilidad del formato audio favorece la posibilidad de un aprendizaje adaptado y personalizado así como, al ser necesario una preparación previa (textual, de guión, de discusión si se hace en grupo), puede hacer mejorar la capacidad de reflexión de los estudiantes.
El formato invita al control del contenido, a poder asimilarlo de manera más pausada, tanto si se oye como si se crean. En el caso de optar por lo segundo por parte de los alumnos, lo más importante para comenzar es que ya estén familiarizados con ellos, es decir, que los hayan usado en las clases de cualquiera de los modos que he mencionado más arriba. Después, es importante elegir el tema y el formato (es decir, si va a ser tipo entrevista, diálogo, texto leído, etc.).
Lo siguiente sería elegir cualquiera de los muchos recursos online y software de grabación que ya está disponible de manera gratuita, y para poder alojarlos. El New York Times publicó hace apenas un par de meses un extenso artículo que muy bien puede servir como guía para la implementación de los podcasts en el aula.
El hecho de poder grabarse y oírse puede ayudar a corregir errores gramaticales y de vocabulario, del mismo modo que sólo escuchar podcasts de contenidos educativos hechos por profesionales también les puede ayudar a tener una buena formación en el mismo sentido, como ocurre con los audiolibros.
Por otra parte, el hecho de poder ir escuchando los podcasts de camino a casa o a la escuela, no sólo ayuda a reforzar el aprendizaje, también la atención. Oír podcasts, crearlos, tiene mucho en común con el pensamiento en voz alta, lo que va unido a un mejor desarrollo del discurso explicativo y reflexivo, e incluso de la memoria, lo que entrena al oído a conectar con el significado contextual de lo que se está escuchando, no se limita a oír un discurso sin más.
Es algo activo, en realidad. Incluso diría que inmersivo, dado el nivel de intimidad que ayuda a la concentración en el que se pueden oír este tipo de contenidos en muchas ocasiones. Tanto como para conectar a nivel emocional, como señala Monica Brady-Myerov, creadora de contenido para la plataforma de podcasts Listenwise.
En cuanto a la parte creativa, es decir, ser parte aún más activa, tomar parte en la creación de estos contenidos en audio, también tiene sus beneficios. Por lo pronto, poder aprender en la creación de contenidos digitales, habilidades en gran parte necesarias para una educación actual como herramientas de trabajo con las que luego poder trabajar cualquier materia.
Como decía más arriba, la edición de blogs, de imágenes, de vídeo ya es norma habitual en algunas escuelas para aprender cualquier tipo de asignatura. Son herramientas con las que se pueden expresar de manera natural, por lo que del mismo modo puede servir para su formación, y esto incluye los contenidos en audio.
Para una educación integrada, en la que no se quiere quedar al margen de todo lo que supone el mundo digital en el que hoy se desenvuelven los estudiantes, sin desmerecer otras herramientas y recursos educativos y, por supuesto, ninguna asignatura, es importante estar atentos a las tendencias y cambios que se producen en este entorno. Y uno de ellos –y muy importante- está siendo el de la voz y los contenidos en audio como están siendo los podcasts.