Tres de cada cuatro editoriales italianas ya utilizan herramientas de IA

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Tres de cada cuatro editoriales italianas ya utilizan herramientas de inteligencia artificial para crear materiales de comunicación, redactar paratextos y metadatos, diseñar portadas e ilustraciones, entre otros contenidos

Esta es una de las principales conclusiones de un estudio llevado a cabo por la Asociación Italiana de Editores (Associazione Italiana Editori) y presentado en la pasado evento Più libri più liberi, del 4 al 8 de diciembre.

Este informe ha supuesto el primer estudio sistemático realizado en Italia sobre el uso de herramientas de IA en el sector editorial de aquel país.

El estudio explora las áreas de uso de la IA en los flujos de trabajo, las oportunidades identificadas por las empresas, así como las preocupaciones y temores en torno a la protección de los derechos de autor y el riesgo de errores debido a las llamadas “alucinaciones” a las que están sujetas las herramientas basadas en grandes modelos de lenguaje.

97 editoriales participaron en la encuesta, con un total de 184 sellos editoriales involucrados. Así, los datos han señalado que más de uno de cada cuatro editoriales italianas (el 27,7%), fueron contactados para licenciar el contenido de sus trabajos publicados a empresas que desarrollan grandes modelos de lenguaje o sistemas de IA capaces de comprender y responder en lenguaje natural, como ChatGpt, Gemini o Claude.

Sin embargo, sólo el 3,7% de ellos ha llegado uno o más acuerdos de licencia. El 37% ha descartado obtener una licencia y el 59,3% está considerando qué hacer.

No obstante, tres de cada cuatro editores (el 75,3%) señalan que ya utilizan herramientas de IA. Entre los grandes editores –aquellas con más de 5 millones de euros en ventas anuales-, el porcentaje de quienes utilizan herramientas de IA es del 96,2%.

Entre los editores de entre uno y cinco millones, la cifra se reduce al 75%, el 66,7% para los editores de 500.000 a un millón de euros, el 63,6% para los editores de 100.000 a 500.000 euros y el 62,5% para los editores de menos de 100.000 euros.

De entre los editores que utilizan este tipo de herramientas de inteligencia artificial, el 67,1% señalan que las usas para la creación de materiales de oficina de prensa y comunicaciones, el 67,1% para la edición de paratextos y metadatos, el 50,7% para la creación de portadas e ilustraciones, el 49,3% para la edición, corrección de textos, traducciones, el 31,5% para actividades administrativas u operativas, el 21,9% para accesibilidad y el 19,2% para actividades comerciales como previsión de ventas y análisis de datos.

Por otra parte, el 17,8% utiliza IA para el desarrollo de nuevos productos y servicios como software educativo interactivo (el 50% de los editores escolares lo hace) y servicios y software en bases de datos (cerca del 33% de los editores profesionales).

En cuanto a las ya consabidas preocupaciones y las críticas que la IA supone para el futuro, el 63,9% de los encuestados citó la revisión de contratos, las relaciones con los colaboradores y la gestión de derechos.

Además, el 58,8% indica la infracción de derechos de autor por parte de empresas que operan grandes modelos de lenguaje en las fases de entrenamiento, el 50,5% apunta a dichas “alucinaciones” generadas por IA, el 46,4% indica que los sistemas de IA se entrenan con datos inexactos, falsos o distorsionados, el 44,3% señala el tema de cómo proteger el material generado por IA.

Asimismo, el 42,3% nombra la dificultad para mantenerse al día con los cambios rápidos, el 39,2% las dificultades para explicar a los autores cómo se protegen sus obras, considerando que las condiciones de las plataformas de IA no están claras, el 32% la proliferación de la autoedición producida por la IA, 16,5% el impacto en la organización interna de la editorial, 16,5% la desconfianza en las empresas que desarrollan IA, 16,5% tener que prever inversiones consideradas excesivas. Sólo el 6,2% no tiene ninguna preocupación.

Según concluyen, el desarrollo de las IA obliga a comprometerse con los socios europeos a para lograr una legislación de derechos de autor clara y eficaz. También destacan la brecha con las editoriales más pequeñas, lo que confirma que se necesitan políticas industriales públicas que permitan a todos aprovechar las oportunidades de las nuevas tecnologías, incluso a aquellos con recursos económicos más limitados.

La Asociación dice apoyar a todas las editoriales en esta época de fuerte innovación, brindando ante todo la capacitación necesaria para aprovechar las oportunidades de las nuevas tecnologías evitando al mismo tiempo los riesgos asociados con la adopción acrítica.

La encuesta está disponible para su libre descarga en este enlace.