Las bitácoras como herramienta didáctica y de reflexión en el aula
En estos últimos tiempos no dejamos de oír hablar de la Sociedad del Conocimiento o la Sociedad del Saber, pero es desde finales de la década de los 40 cuando la idea de una importancia del conocimiento en la economía y en poder político y social empieza a ser popular. Un buen ejemplo de ello se ve reflejado en la película ‘Nacida ayer’ (Born Yesterday, 1950), dirigida por George Cukor, y donde podemos oír como uno de sus personajes dice: «El mundo ha cambiado, el conocimiento es el poder»[4]
Por otro lado existe el debate de cómo la actual transformación tecnológica de la comunicación y la emergente sociedad de la información plantean necesariamente retos en los estudios de comunicación así como en la formación de comunicadores.
Parece haber consenso entre diversos autores ante la necesidad de evitar lo que el sociólogo Ritzke denomina McDonalitzación de la enseñanza, que consistiría en una enseñanza jerarquizada en la que los docentes dictan mientras los alumnos toman apuntes que posteriormente memorizarán para plasmarlos en un examen teórico, dejando a un lado el fomento del debate y el análisis.
Al mismo tiempo nos encontramos con una declaración conjunta de los ministros europeos de educación en Bolonia que intenta definir un espacio europeo de la Enseñanza Superior en el que se aboga por una mayor carga práctica de los programas docentes, así como por una convergencia de criterios y metodologías entre las distintas universidades europeas. Esto nos lleva a una profunda revisión de muchas de las asignaturas con objeto, no sólo de adaptarlas a las nuevas tecnologías y a esta nueva sociedad de la información sino también a los criterios establecidos en Bolonia, ya que muchas de ellas, especialmente en comunicación audiovisual aún hoy contemplan lo que era objeto de estudio hace veinte o treinta años, pero no lo que será en un futuro dominado informativamente por el audiovisual[5].
Menos aún la población universitaria es la misma, ya que según el último informe sobre educación elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indica que en el año 2002 era un 44 por ciento de la población la que había acabado el bachillerato, y un 23 por ciento la que había terminado estudios universitarios, y esto significa que en la actual sociedad del conocimiento la universidad equivale a lo que era el bachillerato en la sociedad industrial, y el doctorado, a lo que entonces era la universidad.
En esta sociedad además nos encontramos ante el hecho de que los tiempos de difusión de las nuevas tecnologías se han acortado de manera considerable, ya que la difusión a nivel mundial de Internet se produjo prácticamente en cuatro años (de 1995 a 1999) mientras que el teléfono (fijo) necesitó más de medio siglo desde que se inventara hasta su implantación en la vida cotidiana; la televisión tardó 10 años, y el transistor ya sólo un lustro[6], lo que demuestra que la sociedad actual asume rápidamente y de una manera natural las nuevas tecnologías.
Inmersos en este panorama, la modificación y actualización de programas docentes no parecía tanto una necesidad como una obligación, y en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga asumimos el reto de remodelar la asignatura de «Estructura del sistema audiovisual» correspondiente al tercer curso de la licenciatura de Comunicación Audiovisual, adaptándola así al momento actual.
Las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) nos sitúan en un momento en el que el alumno tiene una mayor facilidad de acceso a una cantidad muy superior de información, por lo que el reto consiste básicamente en desechar una sobrecarga de contenidos que, por otro lado, pueden encontrar en la red con suma facilidad, para “enseñar a aprender”, y fomentar una actitud crítica ante lo que lee, escucha y ve en los medios de comunicación de masas, a través del análisis de noticias aparecidas en medios de comunicación y relacionadas con los temas que componen la parte teórica de la asignatura. Es decir, que la parte práctica de la asignatura respalde en la medida de lo posible, los contenidos teóricos de la asignatura, y a la vez facilitar un espacio de debate doblemente público, por un lado en el aula, y por otro en la misma Red a través de los weblogs, accesibles por todos los internautas, que pueden dejar sus aportaciones a través de comentarios en cada entrada.
Pero en primer lugar conviene aclarar que un weblog, bitácora o blog (usaremos estos términos indistintamente) no es más que un determinado tipo de página web, con la particularidad importante de la facilidad que supone para su creador el publicar contenidos en ella, ya que a través de distintos sistemas de publicación el usuario dispone de una suite donde introduce los datos necesarios que luego serán publicados y que podrán ir acompañados no sólo de texto sino también de vídeo y/o audio. En cierto modo, sería similar a los sistemas de publicación que se utilizan cada día en los periódicos tanto para maquetar la edición en papel como para publicar la edición online. Esto da lugar a que un usuario con niveles básicos de informática pueda disponer de su propio medio de comunicación de masas, que en muchos casos puede alcanzar audiencias muy superiores a los medios tradicionales.
Por otro lado, el weblog tiene una estructura muy concreta, que José Luis Orihuela[7] define así: «Este medio, el primero nativo de la Web, puede definirse por la cronología inversa de las historias (lo más reciente es siempre lo más visible), por los enlaces permanentes (cada historia o post tiene un URL propio fijo) y eventualmente por la existencia de comentarios (cada historia puede comentarse individualmente). En un blog se encuentra, normalmente, acceso a un archivo cronológico y, eventualmente, temático de las historias publicadas, una lista de enlaces que suelen corresponder a los weblogs que el autor lee con frecuencia, un buscador interno, algún sistema de estadísticas, breve información acerca del autor y una dirección de correo electrónico de contacto. Mediante los enlaces a sitios externos que realiza y los enlaces y comentarios que recibe, cada blogger se inserta dentro de una comunidad o “vecindario”, conformado por esos vínculos comunes y por la familiaridad que adquiere con su grupo de referencia».
Y las características más significativas que definen una bitácora serían según Guillermo López García[8], por un lado la preponderancia del autor ya que, si bien es posible encontrar weblogs cuyos contenidos son generados por varios autores, una buena parte de ellos son individuales. Además, la disposición cronológica de sus contenidos hace que veamos primero lo último que ha escrito el autor para, a continuación, ir navegando por las entradas anteriores. Los enlaces a otras páginas y weblogs son fundamentales aquí, ya que si bien al principio se usaron como método de recopilar enlaces interesantes para los lectores, hoy también tienen la importante función de contextualizar la información que se ofrece al lector remitiéndole a las fuentes originales que nos han servido para elaborar la entrada. Así mismo, la interactividad es plena en tanto en cuanto una de las características fundamentales es la posibilidad de incluir un sistema de comentarios al final de cada mensaje, de manera que el lector puede agregar información valiosa, corregir la entrada original o iniciar un debate que enriquezca el artículo inicial.
Así los weblogs entraron en contacto con el mundo profesional de la comunicación durante la Segunda Guerra del Golfo, ya que muchos reporteros de guerra los usaron como recurso comunicacional ante la censura informativa imperante habitualmente en un conflicto bélico, así como para poder completar la información que a veces, por cuestiones de edición, se veía recortada y por tanto así sesgada. Eran los conocidos «warblogs»[9]
Hoy en día, y según el estudio de la blogosfera realizado por Pew Internet & American Life Project[10] en enero de 2005, son un 7 por ciento de los 120 millones de ciudadanos adultos estadounidenses usuarios de Internet, quienes han creado un weblog, y esto supone aproximadamente 8 millones de personas. Además a finales de 2004 eran 32 millones de americanos los que leían habitualmente weblogs, casi un 27 por ciento. Con respecto a la interactividad, un 12 por ciento de estos lectores dicen haber escrito comentarios en otros blogs. Sin embargo, contrariamente a lo que se pueda pensar, aún no son conocidos por la mayoría de usuarios de la Red, ya que sólo un 38 por ciento afirmó saber qué es un blog, frente al resto que no eran capaces de definirlo.
Evidentemente, ya existían experiencias en las aulas universitarias y escolares con blogs, pero en muchas ocasiones se trataba de experimentar con el blog como utilidad en un sistema de aprendizaje online, o como herramienta para un taller de escritura no lineal. No obstante las experiencias relatadas por diversos formadores no dejan lugar a dudas: los blogs propician la interactividad entre los alumnos y les ayuda a explorar material adicional y complementario para la asignatura.[11]
Con estos y otros datos, nos enfrentamos a un universo concreto como es el de un curso de licenciatura universitaria de unos 130 alumnos aproximadamente, con la sorpresa de que la mayoría (59%) descubría los blogs a raíz de la asignatura.
El objetivo era sencillo: integrar un sistema de publicación online con la asignatura, de manera que, sirviendo de excusa para la presentación de los trabajos prácticos, aprendieran y asimilaran su uso y pudieran experimentar su influencia en la red. Organizados en grupos de entre 3 y 6 alumnos, escogerían una empresa audiovisual como tema central de su bitácora, si bien, siendo conscientes de que no todas las empresas seleccionables generan información semanal, se les concedió absoluta libertad para escribir sobre cualquier tema que estuviera relacionado con la asignatura, y para más seguridad, cada semana se les proporcionaba opcionalmente un artículo que podían conseguir en reprografía o a través del weblog habilitado para el seguimiento de la asignatura, que inicialmente hospedó amablemente Fílmica (en http://filmica.com/soniauma/) y que posteriormente ha sido trasladado a los dominios de la Universidad de Málaga (en http://webpersonal.uma.es/de/sblanco). Desde ahí se publican entradas con recursos útiles así como los artículos objeto de la práctica semanal (siempre de manera opcional).
En ningún caso se trataba de hacer periodismo, o de redactar noticias, sino de analizar y reflexionar sobre las informaciones que aparecían en los medios tradicionales para, en base a los conocimientos teóricos adquiridos en clase, pudieran no sólo reafirmar esos conocimientos, sino leer “más allá de la noticia” y ver las implicaciones de dichas informaciones.
Tampoco se trataba de enseñarles a usar un blog ya que, de la misma manera que no les enseñamos a usar un procesador de texto o una hoja de cálculo, en este caso el aprendizaje del sistema de publicación vendría dado por el uso de la herramienta como tal. Eso sí, facilitando el primer día de clase unos conceptos básicos con los que iniciarse en el sistema, y prestando apoyo técnico a lo largo del cuatrimestre para solucionar los problemas que pudieran surgir.
La cuestión de hacer los blogs grupales y no individuales es por dos razones fundamentales: Por un lado, los horarios dedicados a la carga práctica de la asignatura harían imposible la revisión semanal de todas las bitácoras iniciadas para la asignatura, pero por otro lado, como dice Prieto (2005, 61), en la sociedad del conocimiento el trabajo individual sigue existiendo pero de una manera marginal y con tendencia a desaparecer, ya que ahora nos encontramos con grupos institucionalizados, compuestos por especialistas que trabajan para conseguir un objetivo común, y en la que cada miembro hace una aportación sin la cual no habría resultados. Pero ninguno de ellos por sí sólo puede producir estos resultados. Por tanto, es fundamental que los estudiantes se preparen y aprendan para trabajar en grupo y alcanzar acuerdos por consenso, adquiriendo al tiempo las habilidades para el diálogo y la discusión, dado que en su futuro laboral, es difícil que puedan trabajar de manera individual. No obstante, para más seguridad se estableció la elección de un responsable que iría cambiando cada semana, con objeto de que siempre alguien tuviera la responsabilidad final sobre la práctica publicada.
Por otro lado, creíamos muy conveniente el hecho de establecer una periodicidad semanal, una obligación periódica por la que tuvieran que asumir una responsabilidad, ya que es de sobra conocida la tendencia estudiantil a dejarlo todo para el último momento. Estamos de acuerdo con el profesor Orihuela cuando expone:
A medida que se desarrollaba la experiencia observamos una serie de fenómenos como el incremento en las interrelaciones entre estudiantes que inicialmente no se relacionaban entre sí, ya que también se valoraba el hecho de comentar los artículos publicados por los compañeros, tanto en sus páginas como en las clases, enriqueciendo enormemente el debate. Además, esta interrelación se trasladaba al mundo real, ya que al leerse entre ellos descubrían afinidades comunes, propiciando el acercamiento físico, no sólo el virtual.
Por todo ello, y con objeto de contar con datos objetivos sobre el resultado de la experiencia decidimos realizar una encuesta al finalizar el curso para valorar la misma. Y partiendo de la «II Encuesta a webloggers y lectores de blogs», elaborada por Gemma Ferreres de Tintachina (http://www.tintachina.com) y Antonio Cambronero de Blogpocket (http://www.blogpocket.com), realizamos los cambios necesarios para adaptarlos a nuestras necesidades específicas, desglosando a continuación los resultados obtenidos.
Resultados de la encuesta
En primer lugar nos resultó llamativo descubrir que casi dos tercios de los alumnos (59%) habían conocido los weblogs entre 3 y 6 meses antes de rellenar el cuestionario, coincidiendo este mismo porcentaje con aquellos que habían descubierto este sistema de publicación a través de la asignatura. Solo un 2 por ciento dijo conocer los blogs hacía más de 3 años, y son excepciones los que ya mantenían un blog en el momento de iniciar la experiencia (2%).
A la vista de los datos iniciales, no sorprende el hecho de que más de la mitad del alumnado confiese que no lee más de cinco blogs, y el resto no suele leer más de diez bitácoras diferentes. Sin embargo sí es algo llamativo y a tener en cuenta, que casi tres cuartas partes confiesa no leer ningún blog escrito en inglés, lo que resulta alarmante en estudiantes cuyo nivel de idiomas debería ser prioritario.
Sin embargo aún no hemos podido potenciar en la medida que nos gustaría la participación activa en otros blogs a través de los comentarios ya que sólo un 10 por ciento dijo hacerlo muy a menudo, frente a un 69 por ciento que lo hacía ocasionalmente.
Les preguntamos qué significaba para ellos el escribir un weblog -con posibilidad de respuesta múltiple- y tres cuartas partes vieron en el blog una forma de expresión libre, mientras que un 42 por ciento lo utilizó como forma de creación (artística, literaria…), y aunque estas fueron las respuestas mayoritarias sorprende ver también altos porcentajes en aspectos como que más de un tercio vio en los blogs una forma de compartir conocimiento y de profundizar en los temas que más les interesaban.
Para mí, tener un weblog es |
% |
Poder expresarme libremente |
74,74% |
Ofrecer información paralela a la oficial |
26,26% |
Compartir conocimiento |
38,38% |
Una forma de profundizar en los temas que me interesan |
36,36% |
Una oportunidad de demostrar mis conocimientos |
14,14% |
Una forma de distraerme de lo que hago en mi trabajo normalmente |
10,10% |
Estar a la última en Internet |
6,06% |
Una forma de ser conocido en una comunidad específica |
4,04% |
Un medio para conocer más gente |
6,06% |
Estar a la moda |
0,00% |
Una pesadez, todo el día tener que escribir cosas |
0,00% |
Una cosa muy complicada de hacer para mi |
0,00% |
Una forma de mantenerme en contacto con familiares y amigos |
2,02% |
Un desahogo |
18,18% |
Una forma de creación (literaria, artística… ) |
42,42% |
Un diario personal |
16,16% |
Dirigir mi propio periódico |
2,02% |
Un requisito para aprobar la asignatura |
14,14% |
Otra |
0,00 |
Vemos también que la larga tradición de estructuración secuencial de la lectura ha causado mella en los hábitos de lectura online de los alumnos, ya que un 10 por ciento reconoce que nunca o casi nunca pincha en los enlaces incluidos en las entradas, y un 55 por ciento sólo pincha a veces, lo que denota poca familiaridad con la información hipertextual.
Pero a la vez sorprende descubrir que aunque una gran mayoría edita un solo blog, hay un 4 por ciento de alumnos que dice editar tres o más bitácoras. Y aunque la encuesta se llevó a cabo en plena época de exámenes, hemos constatado como la mayoría había actualizado su página en esa misma semana, y solo un 2 por ciento había dejado transcurrir más de un mes sin añadir nuevas entradas.
En cuanto a sus hábitos de lectura de otros blogs, casi la mitad confiesa frecuentarlos 2 o 3 veces por semana, si bien aún existe un alto porcentaje (22%) que dice hacerlo esporádicamente.
También les preguntamos por su tipo de bitácoras preferidas, estando bastante repartida la cuestión, aunque cabe destacar que la mayoría se decanta por las bitácoras de otros compañeros de asignatura, y casi la mitad por bitácoras personales y de opinión, seguidas por las relacionadas con arte y cultura.
Observamos el absoluto desconocimiento de la que consideramos debería ser una herramienta fundamental en estudiantes de comunicación que necesitan mantenerse bien informados. Nos referimos a los lectores de feeds que nos permiten ir agregando páginas (bien sean de medios de comunicación, weblogs o cualquier otro tipo), de manera que nos avisan cuándo dichas páginas se han actualizado (siempre que estas páginas tengan sus contenidos sindicados[13]). Eliminando así el tedioso proceso de ir visitando todas aquellas páginas que tenemos en nuestra sección de favoritos para comprobar si ha habido modificaciones recientes. Los resultados son contundentes: un 85 por ciento no usa lector de feeds.
Pero ya metidos en materia, también quisimos saber qué había supuesto el blog para la asignatura, con unos resultados que revelan mucho de esta experiencia, ya que en buena medida valoran el haber profundizado en el conocimiento de la asignatura, haber mejorado su capacidad de redacción y reflexión, así como su capacidad de hablar en público[14].
Con respecto a la asignatura, el blog ha supuesto… |
% |
Mejorar la comprensión de la asignatura |
40,40% |
Profundizar el conocimiento de la asignatura |
48,48% |
He conocido mejor a algunos de mis compañeros |
18,18% |
He aprendido a trabajar en grupo |
14,14% |
He comprendido mejor la teoría |
14,14% |
He mejorado mi capacidad de redacción |
44,44% |
He mejorado mi capacidad de reflexión |
46,46% |
He mejorado mi ortografía |
6,06% |
Mejora en mi capacidad de hablar en público |
44,44% |
He descubierto que me gusta escribir |
16,16% |
Otros |
0,00 |
Con respecto a si continuarían con el blog más allá de la asignatura, las respuestas se encuentran divididas entre tres opciones, si bien se destaca por encima de todas, la indecisión, seguida de la convicción de continuar con el mismo, y por último están los que optarán por abrir un blog personal.
Hasta aquí los resultados objetivos de una encuesta que pretendemos repetir en futuros cursos con objeto de poder evaluar las diferencias. De hecho, en estos momentos se está desarrollando la experiencia con la segunda promoción, y aún siendo pronto para extraer conclusiones, sí podemos adelantar que, como suele suceder en los ámbitos altamente tecnológicos, se puede ver una considerable diferencia en el conocimiento previo de blogs, y un alto nivel en los trabajos presentados lo que sin duda es fruto de la motivación y curiosidad provocada por esta nueva herramienta.
Pero no será hasta la finalización del curso, con la realización nuevamente de la encuesta, cuando podamos extraer datos más concretos y sobre todo podamos comparar las diferencias entre ambos períodos.
No obstante, más allá de estos fríos datos numéricos, la experiencia directa con los alumnos también ha sido altamente positiva, observando sus reacciones, su curiosidad, y sus pretensiones de ir más allá de lo requerido por la asignatura. Sin duda han descubierto un nuevo mundo en el que no sólo son juzgados y evaluados por el docente cuya evaluación está sujeta a unos determinados criterios académicos, sino también por su audiencia, en muchas ocasiones más severa que el docente, lo que le ha producido un efecto de respeto por la misma, pero a la vez ha supuesto una motivación para realizar un buen trabajo.
En conclusión podríamos destacar que la experiencia ha sido altamente positiva, tanto por la buena acogida del alumnado ante un sistema de trabajo desconocido e innovador para ellos, como por los resultados obtenidos. Sin duda, es sólo el primer paso de un nuevo camino en la reforma de una asignatura que cambia al ritmo de las nuevas tecnologías de la comunicación. Pero la continuidad es lo que nos dará las directrices para ir perfeccionando este nuevo modo de docencia, en el que prima el debate y la reflexión así como el proporcionar las herramientas necesarias para un continuo autoaprendizaje.
Artículo elaborado por Sonia Blanco, profesora de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Málaga.
Bibliografía:
DUMENCO, S (2006): «A Blogger is Just a Writer with a Cooler Name». En Advertising Age. Enero. Disponible en: http://www.adage.com/mediaworks/article?article_id=48098
GLOGOFF, S. (2005). “Instructional blogging: Promoting interactivity, student-centered learning, and peer input”. Innovate 1 (5). Disponible en: http://www.innovateonline.info/index.php?view=article&id=126 (accesible sólo a miembros)
LÓPEZ GARCÍA, G. (2005). «Modelos de comunicación en Internet». Valencia: Tirant Lo Blanch.
MORAGAS SPÀ, M. (2000). «Las Facultades de Comunicación el umbral de la era Internet». En Chasqui, número 72. Disponible en: http://www.comunica.org/chasqui/moragas72.htm
ORIHUELA, J. L. (2004). «Los weblogs: de la revolución a la consolidación». En Chasqui nº 85. Disponible en: http://www.comunica.org/chasqui/85/orihuela85.htm
PRIETO CAMPÀ, H. (2005). «La construcción de la ciudad digital». Badalona: Hacer
RITZER, G. (1996). »La McDonalización de la sociedad. Un análisis de la racionalización en la vida cotidiana». Barcelona: Ariel.
[1] Se refiere al autor de la bitácora.
[2] DUMENCO, S (2006): «A Blogger is Just a Writer with a Cooler Name». En Advertising Age. Enero. Disponible en: http://www.adage.com/mediaworks/article?article_id=48098
[3] Content Management System, o Software de gestión de contenidos. Es un software orientado a la gestión y publicación de contenidos en Internet.
[4] PRIETO CAMPÀ, H. (2005): «La construcción de la ciudad digital». Hacer. Badalona.
[5] MORAGAS SPÀ, M. (2000): «Las Facultades de Comunicación el umbral de la era Internet» en Chasqui, número 72. Disponible en: http://www.comunica.org/chasqui/moragas72.htm
[6] PRIETO CAMPÀ, H. (2005): Op. cit. Pp. 41
[7] ORIHUELA, José Luis (2004): «Los weblogs: de la revolución a la consolidación», en Chasqui nº 85. Disponible en: http://www.comunica.org/chasqui/85/orihuela85.htm
[8] LÓPEZ GARCÍA, G. (2005): «Modelos de comunicación en Internet». Valencia, Tirant Lo Blanch.
[9] Se pued