De un lenguaje textual a un mundo más visual
Los emoticonos están revolucionando en cierta medida el modo en que nos comunicamos de manera rápida con nuestros amigos y conocidos.
Las abreviaturas en los SMS ya no parecen suficientes, y estas pequeñas imágenes que sustituyen estados de ánimo, objetos y circunstancias ganan posiciones por su componente visual, si bien en muchos casos reduccionista.
De ahí los malabares que hacen algunos para tratar de expresar con mayor detalle posible lo que hacen o sienten a base de una suma casi irracional de emoticonos.
Estos se han convertido en un lenguaje universal en cierto modo. Lo vemos integrado en todo tipo de redes sociales.
Facebook contrató a un grupo de psicólogos junto a diseñadores de Pixar para desarrollar los suyos, y su uso ha crecido tanto que, según podemos leer en el New York Times, casi el 40% de los textos que acompañan a las imágenes de Instagram contiene como mínimo un emoticono.
En países como Finlandia, al parecer, este porcentaje alcanza el 63%. Sería interesante saber las causas de esta cifra superior y el tipo de implicaciones o razones para el idioma finés, y sus particularidades, o si sólo es cuestión de costumbres o hábitos sociales propios de allí.
Cómo no, ya han comenzado los experimentos, como una versión de Moby Dick nada menos que “escrita” (o “traducida», más bien) a base de emoticonos: “Emoji Dick”. Sin duda, Apple y Android han tenido mucho que ver en esta expansión global del lenguaje “emoticonil”, si bien la historia venía de antes.
En cualquier caso, lo que es evidente es que, para muchos aspectos de la comunicación, de la más informal a la más formal, el aspecto visual y directo le está ganando la batalla a las palabras, al menos en lo referente al lenguaje de Internet.
