Movimiento Perpetuo

 Este conjunto de ensayos y cuentos que se intercalan con textos sobre la mosca es uno de los clásicos de Augusto Monterroso. Originalmente publicado en 1972, aún hoy tiene reflexiones que sorprenden y divierten: "Hay tres temas: el amor, la muerte y las moscas. Desde que el hombre existe, ese sentimiento, ese temor, esas presencias, lo han acompañado siempre. Traten otros los dos primeros. Yo me ocupo de las moscas (…) Hace años tuve la idea de reunir una antología universal de la mosca. La sigo teniendo. Sin embargo, pronto me di cuenta de que era una empresa prácticamente infinita. La mosca invade todas las literaturas y, claro, donde uno pone el ojo, encuentra la mosca." Incluye también algunos de sus celebrados relatos breves, como Fecundidad: "Hoy me siento bien, un Balzac; estoy terminando esta línea"; y unas cuantas otras cosas interesantes, a modo de cuaderno de notas, casi como La vuelta al día en 80 mundos de Julio Cortázar.

Una lectura refrescante y plena de humor del autor que incluso poco antes de su muerte seguía afirmando que "todos los escritores son ladrones, unos más finos que otros". Decía también que aún no sabía cómo se hacía un cuento, ya que si realmente lo supiera, su tarea -mediante la repetición de la "receta"- se convertiría en la de un artesano y dejaría de ser la de un artista.

Nació en Honduras casi por casualidad en 1921, ya que en realidad su familia era guatemalteca. Autodidacta, ya que tuvo que trabajar desde los 16 años, en la entrevista que concedió a El Cultural antes de recibir el premio Príncipe de Asturias en 2000, afirma que "(…) no estudié una carrera universitaria, me eduqué solo. Eso me llevó a la biblioteca, que como toda biblioteca pobre sólo tiene libros buenos". Augusto Monterroso se fue de Guatemala en 1944 por oponerse a la dictadura de turno, y pasó un tiempo en Chile, colaborando con Pablo Neruda. En 1956 se instaló en México, donde murió en 2003, a los 81 años. Recibió el premio Juan Rulfo en 1996 y el Príncipe de Asturias en 2000.