28 marzo 2006

El cuerpo humano: Crisóstomo Martínez


Del 5 de abril al 16 de julio, el Museo de la Ilustración y de la Modernidad de Valencia (MuVIM) expondrá una exposición que pretende recuperar a un autor que en su momento dedicó su vida a un arte menor, el grabado, y, por otra, sacar a la luz los diversos vericuetos por donde ha discurrido el esfuerzo por conocer lo humano.
La complicidad de Crisóstomo Martínez con los novatores (especialmente con Juan Gil de Castelldases, catedrático de medicina de la Universidad de Valencia en su tiempo) nos permite entrever los antecedentes de la eclosión propiamente ilustrada del siglo XVIII.
Crisóstomo Martínez se formó como artista en la escuela de Jacinto Jerónimo Espinosa, un discípulo de Ribalta, en Valencia, ciudad donde nació y vivió hasta su marcha a París. Entre sus obras, tenemos noticias de algunos dibujos y óleos, así como de decoraciones en marfil de muebles que, en su mayoría, no han llegado hasta nosotros. Su obra más conocida es el Atlas anatómico, cuyas dos láminas mayores recorrieron toda Europa durante mucho tiempo. Bien se puede decir que la suya es una muestra de la inquietud de los novatores por ilustrar todo lo humano en todas sus dimensiones: si al principio trabajó como “mano derecha artística” del especialista médico, para transmitir gráficamente sus enseñanzas y descubrimientos, con el tiempo su constancia y empeño o incluso su admiración ante el objeto de su trabajo le condujeron a convertirse él mismo en investigador o “espía anatómico”.
La exposición quiere, pues, mantener viva la memoria de este excelente grabador valenciano que, en su momento, hizo una importante aportación al conocimiento del cuerpo humano.

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