02 diciembre 2008

El ángulo ciego

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La última novela de Luisa Etxenike El ángulo ciego es, ante todo, impactante, porque nos enfrenta directamente con el dolor y el miedo creados a partir de la violencia y el terror de ETA. Pero no sólo eso, sino que también es impactante en su forma, con la presentación de dos novelas en una: la versión original y la novela en sí; esta última, un espacio imaginado y necesario donde el protagonista, un adolescente, se enfrenta a su propia verdad. Contado así puede parecer caótico, y sin embargo pienso que el estilo narrativo, además de innovador, ayuda a Etxenike a no caer en el espectáculo a la hora de presentar el sufrimiento que desata el asesinato de un ser querido, sino que, al contrario, tal y como ha colocado sus palabras, ha conseguido defender de forma incuestionable la libertad y la dignidad de los familiares de aquellos que han sido asesinados por ETA, así, sin más vueltas e interpretaciones.

El ángulo ciego es, a la vez, valiente, porque se atreve a tocar un tema del que muchos escritores huyen: el terrorismo de ETA, por miedo a la politización que se pueda hacer de su novela y también por el miedo mismo que provoca hablar de terrorismo cuando lo estás viviendo de cerca. Y sin embargo, Etxenike ha logrado contarlo colocándose probablemente en su propio ángulo ciego; ese espacio inabordable que tienen los espejos retrovisores y que representa un lugar de libertad, en el que uno puede hacer lo que quiera, porque está a salvo. Un sitio que en la novela simboliza el espacio donde se puede escapar al destino marcado por la violencia de ETA.

Los protagonistas de este libro son un huérfano y la viuda de una víctima de ETA horas después del atentado y su forma de enfrentarse a esta nueva situación. Pero, sobre todo, la novela habla de los otros problemas, los cotidianos, esos que existen en cada uno de nosotros pero que al chocar con sentimientos como el dolor, el miedo o la venganza lo cambian todo. También como protagonista de la novela se presenta a la ciudad de San Sebastián, lo que sirve para que el lector pase de lo íntimo a un espacio exterior donde siguen ocurriendo cosas independientemente de lo que uno sienta.

Luisa Etxenike es escritora y columnista de opinión del diario El País en la edición del País Vasco y dirige desde hace varios años talleres de escritura creativa. Es licenciada en Derecho y coordinadora desde 1987 de los Encuentros Internacionales de Escritoras que se celebran anualmente en San Sebastián. En 2007 el Gobierno francés le concedió la distinción de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras. Ha publicado las novelas El ángulo ciego, Los peces negros, Vino, El mal más grave, Efectos secundarios, Querida Teresa y Silverio Girón; los relatos Ejercicios de duelo y La historia de amor de Margarita Maura; y ha traducido Algo negro de Jacques Roubaud, La cabeza de Paul Verlaine de Jean-Michel Maulpoix y Alguien vivo pasa de Claude Lanzmann.

 

Texto: Beatriz Celaya

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