10 octubre 2012

¿Publicidad frente a la piratería?

Como una de las novedades de la Feria de Frankfurt se había anunciado ayer la presentación de Ebookplus, una plataforma de ebooks que anuncia la inserción de la publicidad como método para poner freno a la piratería.

Según este modelo, son los publicistas, empresas anunciantes, las que, al anunciar sus productos o servicios, corren con los gastos de los libros, mientras que los lectores no tienen que pagar nada, en un modelo freemium. La publicidad sólo aparecería durante unos segundos en el principio de cada capítulo y con la posibilidad de que esa publicidad sea del interés concreto para los lectores.

Si el lector no quiere esa publicidad en su lectura puede optar por un modelo descuento para la lectura en la nube o, directamente, un modelo Premium para comprar. En HTML5 para el ordenador y mediante aplicaciones para soportes móviles tipo Smartphone o tableta. Otros servicios que ofrece es la posibilidad de montar una biblioteca electrónica en la nube, no sólo para los libros adquiridos con ebookplus o la conexión social a través de Facebook o Google + para compartir la biblioteca, las notas, los comentarios, etc.

Esto en cuanto al lector. Las posibles ventajas que anuncian para los autores es cobrar directamente a través de las empresas que se anuncian, vender el ebook con descuento a través de otro tipo de publicidad o venta tradicional con un 70% de beneficios. Además, el autor también cobraría por cada clic en alguno de los anuncios que se incluyen en sus libros, no hace falta que los lean, basta con que también sea a través de búsquedas temáticas, por título, etc. En estos casos el autor recibiría el 35% de los ingresos de publicidad. La cuestión es ¿hasta qué punto el autor puede permitir según qué tipo de publicidad?

Hemos visto modelos similares de publicidad para modelos freemium, primero con WooWio o luego con 24Symbols. Y pronto también Librotelia, que anuncia un modelo similar. No es la primera vez que nos preguntamos por los verdaderos resultados de este modelo, sobre todo para editores y autores. Otra cosa son los promotores de estas plataformas.

Desgraciadamente, parece que todavía no habría un suficiente número de lectores de ebooks para este modelo –lo cual se traduciría en bajos niveles de tráfico web- para rentabilizar la liberación del contenido a través de estos ingresos publicitarios y que los autores y editores tuvieran los beneficios suficientes.

Por otra parte, desde el punto de vista del lector habitual, añadir publicidad en un libro podría devaluar la percepción de valor del libro. Quizá en algún libros de autoayuda, según que libros técnicos, para lectores de una o dos lecturas de bestsellers al año, pero, en general, puede resultar lo suficientemente molesto, como las inserciones publicitarias que vemos en televisión.

Esperaremos más datos sobre este tipo de plataformas y esperamos que logren los resultados esperados.

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