El (recicl)arte de Lara Muiño

La creatividad de Lara Muiño es desbordante. Tanto, que cada una de sus obras es un torrente de imaginación y meticulosidad. Y las llamamos obras porque los productos que hace esta creadora son piezas tan singulares que perfectamente podríamos encontrar en las vitrinas de un museo de arte contemporáneo.

Lara Muiño aplica su talento a la creación de objetos a través del reciclaje: complementos, adornos u objetos funcionales. Sin duda el trabajo de esta artista es único. Buena muestra de ello son los libros personalizados que realiza basándose en el origami japonés (en Dosdoce ya tenemos el nuestro, como podéis ver en la fotografía).

La formación de Lara Muiño en este mundo es totalmente autodidacta. Se dio cuenta, desde muy pequeña, de que la creatividad formaba parte de su vida. Casi sin notarlo, y de la forma más natural, fue aprendiendo numerosas técnicas desde su infancia. Aún utiliza muchas de ellas en algunas de sus creaciones.

A través de Internet encontró a otras personas que compartían sus mismas pasiones. Se inspiró en otras técnicas y en otras obras, y comenzó a compartir lo que ella sabía para que otros pudieran hacer lo mismo. Fue poco a poco profundizando en algunos de sus amores: el arte, la decoración, la ilustración, el mundo de la fotografía. Se convirtió en una artista multidisciplinar, porque en el arte contemporáneo ya no existen las especialidades.

Para Lara, el tema «eco» no es ni mucho menos un tema político, es una forma de vida. Está convencida de que se puede vivir con poco. Y lo que para mucha gente son objetos inservibles o potencialmente nulos, o sencillamente basura, para ella se transforman en su tesoro, en algo que sólo ella es capaz de ver, convertido en otra cosa muy lejana a su finalidad de origen y que cumple una función que ni remotamente se parece a la que tuvo alguna vez. Lara ama su trabajo porque es un desafío constante, un continuo aprendizaje y un reto diario.

A través de su blog, El arte de Owl, podéis conocer su trabajo y realizar encargos, así como a través de la tienda Ecomanía, en Madrid, cuyo propósito es extender y promocionar el uso y consumo de productos más ecológicos y sostenibles. Allí descubrimos el trabajo de Lara. Y allí conocimos, sin preverlo, a Lara. Y con una abrumadora sencillez nos explicó lo que hacía, e incluso se ofreció a enseñarnos…

Os recomendamos conocer de cerca la obra de esta artista que tiene el talento no sólo de crear como lo hace, sino de ver lo que otros no son capaces por mucho que se empeñen.