30 junio 2014

Bokbaten, o la biblioteca flotante

Seguramente, muchos habréis visto diversas iniciativas que consisten en sacar la biblioteca fuera de los edificios convencionales para acercarla a los ciudadanos, sin duda una excelente opción en muchos casos.

Es algo habitual ver por las redes sociales, en perfiles de bibliotecas, bibliotecarias y bibliotecarios, iniciativas que van desde el conocido bibliobús -en diferentes versiones, de las más modernas a las más “artesanas”- hasta incluso “biblioburros”, pasando por casi todo tipo de medios móviles que se puedan imaginar.

Una iniciativa muy atractiva que no conocíamos y que sin embargo lleva mucho tiempo funcionando es la del Bokbaten. O, lo que es lo mismo, la biblioteca flotante, o “bibliobarco”. La idea viene de Noruega, un país donde el transporte y las comunicaciones marítimas a lo largo de sus costas son muy habituales. Sobre todo para acceder a poblaciones más pequeñas donde el acceso es más complicado que por tierra, zonas en las que aún se están construyendo carreteras directas.

Este particular servicio comenzó en 1959, servicio que al parecer tuvo mucho éxito: según cuentan en su web, en el primer mes y medio en activo visitó 150 aldeas, y los préstamos llegaron a los 7.000 libros. Los habitantes de aquellas pequeñas poblaciones tenían ganas de leer, sin duda.

El primer barco –Abdullah- se quedó pequeño y fue sustituido en 1963 por el Epos, construido esta vez específicamente para servir como una biblioteca móvil que flota desde entonces y hasta hoy por toda la costa oeste de Noruega. El Epos transporta cerca de 6.000 libros, más los 20.000 que tienen en préstamo. Además del salón de la biblioteca, la embarcación está equipada con cabañas y una sala de estar para la tripulación. En verano, el barco está remodelado para servir a la industria turística.

También llevan a cabo actividades culturales para los niños, como música o breves obras de teatro. De hecho, en ocasiones estas son las pocas actividades culturales que llegan a esas poblaciones tan apartadas. Otras veces, algunos escritores son invitados al “bibliobarco” para hablar de sus libros o participar en tertulias literarias y lecturas de sus obras.

Genial idea que demuestra que hace ya mucho tiempo que las bibliotecas trabajan por su modernizar sus servicios.
¿Qué otras iniciativas similares o particulares conocéis?

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