La educación secundaria que viene gracias a la tecnología
El New Media Consortium (NMC) vuelve a preguntarse en su informe Horizon sobre cuáles van a ser los cambios posibles en la educación con respecto a la irrupción de la tecnología, esta vez en los centros de secundaria y superior.
Siguiendo su esquema habitual, se identifican en el informe seis tendencias tecnológicas que van a ser clave en la mejora de la enseñanza y la investigación creativa de los alumnos. Las 6 tendencias son las siguientes:
1. Trae tu propio dispositivo, lo que se ha dado en llamar por las siglas en inglés BYOD (1 o menos): se está trasladando el modelo de entornos de trabajo corporativo a las escuelas y universidades.
2. Clases inversas, o invertidas (1 o menos): un nuevo modelo pedagógico que está recibiendo muchas atenciones. Un modelo mucho más basado en la colaboración y la interacción entre alumnos y profesores, ajustando horarios a sus necesidades, con ayuda de la formación online.
3. Laboratorio de ideas (De 2 a 3 años): tipo hacklabs en los que profesores y alumnos trabajan en un entorno común también de colaboración de donde sacar nuevas y creativas ideas.
4. Tecnología ‘ponible’ (De 2 a 3 años): una tendencia de las más evidentes, a título general, que es lógico que también llegue a los institutos y campus. Como es natural, su evolución depende de la situación demográfica de cada caso.
5. Técnicas de adaptación para el aprendizaje (4 a 5 años): los nuevos métodos de análisis y de mejora del seguimiento educativo y adaptar la experiencia han ayudado a allanar el camino para el aprendizaje adaptativo, permitiendo a los estudiantes la formación personalizada a través de un mayor acceso a los materiales del curso digitales vía online.
6. Internet de las cosas (4 a 5 años): otra tendencia generalizada cuyo potencial aún desconocemos. La combinación del móvil y nuevos softwares junto a nuevas maneras creativas de mejorar nuestras vidas, institutos y universidades pronto tendrá la capacidad llevar a los estudiantes por una experiencia de aprendizaje muy diferente a la que hoy conocemos.
Con estas tendencias, que se pueden ver más detenidamente en el informe (hay traducción al castellano), las instituciones educativas tienen la oportunidad de analizar sus propias estrategias y necesidades futuras.