22 enero 2014

Lo que Pandora sabe de sus usuarios

Si ayer hablábamos de la posibilidad de monitorizar y recopilar datos de los visitantes de las tiendas “físicas” y de la preocupación que podían suscitar estas tecnologías en cuanto a temas de privacidad, la iniciativa de Pandora, el servicio de radio por Internet, no es ni menos interesante ni menos preocupante precisamente en términos de privacidad.

Para quien no conozca esta herramienta de radio online, Pandora es más que una radio convencional.

Su recopilación de datos en lo que denominan The Music Genome Project consiste en crear el ADN de toda la música categorizándola a raíz del análisis de nada menos que 450 características musicales, comenzando, claro, por la melodía, la armonía, la instrumentación , el ritmo, las voces o las letras de las canciones.

Con las recomendaciones hechas a partir de estas relaciones el usuario se puede construir una canal de radio personalizado con las canciones que le gustan.

Pero las recomendaciones no se limitan a la música. Según vemos, el ánimo musical del usuario en determinado momento, por ejemplo, puede hacer que los anuncios que aparecen en la plataforma le sugieran una u otra opción, uno u otro producto.

Esta manera de influir en el comportamiento del consumidor no es nueva, la conocemos en Google y Facebook. Y como en esta última, los “me gusta” -y aquí también los “no me gusta”- a determinadas canciones también recopila datos.

Lo preocupante de lo que hablábamos al comienzo de este post es que este tipo de tecnologías también pueden saber la inclinación política de los usuarios e incluso predecirla (la intención de voto) o postura ante temas de actualidad como pueden ser el aborto o el “fracking”.

Algo que no sería problema en cuanto que uno puede dar a conocer estas opiniones de manera abierta, pero si quiere. Y posiblemente no para fines comerciales. Es decir, datos que van más allá de nuestros gustos abiertos y que pasan por definirnos, por catalogarnos.

Pandora recoge en su política de privacidad los fines de su tecnología de recopilación de datos y personalización, el usuario elige si las ventajas del uso de la herramienta prevalecen sobre el conocimiento que algunas compañías pueden tener del él, incluso con más claridad que uno mismo.

Los sistemas de recomendación basados en afinidades y consumo reales pueden ser muy útiles y dar un gran servicio, aunque como vemos aún hay asuntos de estos que están por terminar de definir.

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