Obras de arte de chocolate gracias al 3D
No sabemos si se cuentan por igual los aficionados al arte y los amantes de los dulces, o si existe una relación directa, pero lo que es seguro que a muchos visitantes de museos no les amargaría ver su obra preferida en versión chocolate.
El Metropolitan de Nueva York tiene un departamento para la investigación y desarrollo digitales, el MediaLab, enfocado a investigar la aplicación de la tecnología para la experiencia de sus visitantes, para la educación, en relación a la creación artística y para descubrir nuevas formas creativas de interrelacionarse con las obras, entre otras funciones.
En este mismo departamento, Kevin Yoo, estudiante de diseño, se propuso recrear en azúcar y chocolate, y gracias a la tecnología 3D, algunas de las obras más preciadas del museo, en concreto del arte medieval. En concreto comenzó con un tríptico en miniatura delicadamente tallado en madera hasta el último detalle. De este modo, vería hasta donde era capaz de reproducir la talla en azúcar. El proceso y los resultados se pueden ver en la propia web del diseñador.
A través de una tomografía computerizada –o procesamiento de imágenes-, los datos de impresión se traducen en su representación digital en 3D. Su creador ya tiene experiencia con los plásticos, pero nunca había trabajado con azúcar, y las dificultades con este material son muchas. Antes hizo una reproducción en yeso.
Aunque es posible ver de vez en cuando alguna reproducción en chocolate –no hay apenas región del mundo que además no tenga su propio museo del chocolate-, el nivel de exactitud que permite la tecnología 3D es muy superior. Además, esto permite recrear toda obra sin tocarla, sin molde que pudiera deteriorarla.
Según su creador, la idea es que la gente llegue a usar los cinco sentidos para apreciar las obras de arte. Desconocemos si el museo ya se está planteando usar estas recreaciones para la venta en la tienda. Establecimientos, por otra parte, cada vez más a tener en cuenta dentro del espacio de los centros de arte, como recordábamos hace unos días.
No estaría mal encontrarse con un expendedor donde poder llevarte en tu obra de arte favorita en chocolate, para terminar endulzando la visita.