10 mayo 2017

¿Fatiga visual o ceguera sectorial?

Black Frame Eyeglasses, via Pexels

Black Frame Eyeglasses, via Pexels

A raíz de la reciente publicación de los datos de ventas de libros en papel y digitales en el Reino Unido en 2016, ha surgido un amplio debate entre los profesionales  del mundo del libro señalando una intencionada malinterpretación de los mismos con el fin de transmitir una realidad inexistente.

El sector editorial se hace un flaco favor engañándose al interpretar parcialmente los datos totales de la facturación en lugar de analizar en detalle lo que está ocurriendo realmente en el mundo del libro: no para de perder lectores…

Las ventas globales de libros en papel suben un 7%, pero continúa la bajada drástica de las ventas de ficción (novelas y literatura) hasta un 23%.

Aunque las ventas de libros en papel hayan crecido un 7% en el Reino Unido en 2016 en comparación con 2015, lo cierto es que lo han hecho en categorías que poco tienen que ver con lo que normalmente suele tomarse como referencia a la hora de analizar la evolución del mundo del libro (literatura, novelas, poesía, ensayos, etc.).

El aclamado crecimiento del 7% viene derivado de la venta de libros académicos, libros técnicos, libros de deportes, libros de colorear, libros de humor, libros de autoayuda, entre otras temáticas, así como de las ventas de libros infantiles que han crecido un 16%. Las ventas de libros de ficción (literatura y novelas, en general) han caído un 7% en 2016. Al igual que en España, las ventas de este tipo de libros arrastran en el Reino Unido una caída continuada del 23% desde 2012. Sorprendentemente, los profesionales del mundo del libro no se han hecho eco de esta triste realidad.

Para que nadie dude de los mismos, estos datos pueden consultarse directamente en la web de la Asociación de Editores del Reino Unido.

Más preocupante aún es el hecho de que las ventas de libros en papel se estén concentrando en los ávidos lectores (personas que leen más de 10 libros al año), así como en personas de mayor nivel adquisitivo. Es decir, aunque las ventas de libros en papel estén creciendo gradualmente, no se están creando nuevos lectores.

¿Crecen o no crecen las ventas digitales?

Por raro que parezca, nadie ha destacado que las ventas totales de contenidos digitales en el Reino Unido han crecido un 6% en 2016 en comparación con 2015. Solo se ha mencionado machaconamente que las ventas del formato “ebook” han descendido un 17% en libros de ficción, pero parece ser que hay poco interés en destacar y analizar la subida hasta un 6% del consumo de contenidos digitales en otros formatos tales como streaming, venta de licencias, plataformas de suscripción, audiolibros, entre otros modelos de comercialización.

¿Cuál es el motivo de la caída en ventas del formato ebook en ficción en comparación con otros formatos y modelos de comercialización?

Uno de los factores clave causantes del descenso en las ventas de libros digitales en formato ebook en el  Reino Unido es la continua política de incremento de precios de los ebooks por parte de las editoriales.

Hoy en día, increíblemente es más caro en el Reino Unido comprar la versión digital de muchos ebooks que su versión en papel. El PVP de los libros digitales se ha incrementado un 7% en 2016, mientras que el PVP de los libros en papel tan solo ha subido un 3%, provocando un descenso en las ventas de libros digitales.

En un mundo del libro con cada vez menos lectores en papel, todo parece indicar que el sector editorial está aplicando intencionadamente una política de precios altos para desincentivar la venta de contenidos digitales. Es una estrategia suicida, ya que tarde o temprano hasta los más ávidos lectores migrarán a otros formatos (ebooks, audiolibros, etc.). En la década pasada la prensa escrita y las revistas, al detectar una continua pérdida de lectores y ventas, intentaron también desesperadamente mantener los mismos márgenes financieros incrementando los precios de sus productos. Los resultados fueron nefastos para ambas industrias. Todo parece indicar que el mundo del libro está cometiendo los mismos errores.

Tras la publicación de datos de descenso de las ventas de ebooks se escuchó nuevamente todo tipo de soflamas como “La batalla está ganada”, “Los niños prefieren leer en papel” o “El libro en papel se resiste a ser sustituido por el electrónico”, indicando un alto grado de distanciamiento con la transformación que está teniendo lugar en nuestra sociedad.  En el medio de comunicación The Bookseller, la principal revista sectorial del Reino Unido, se puede leer el revuelo que está causando la sorprendente interpretación de los datos por parte de la Asociación de Editores del Reino Unido indicando una supuesta «fatiga en pantallas» como una burda estrategia de maquillaje/ marketing, hasta algunos señalan como «noticias falsas», para encubrir la cruda realidad. Si supuestamente existe una “fatiga de lectura en pantallas», ¿cómo es que las ventas globales de contenidos digitales crecen un 6% en 2016 en comparación con 2015?

La realidad es que las ventas de contenidos digitales no paran de crecer, representando en 2016 el 35% del total de las ventas en el Reino Unido; el problema para los editores es que los lectores están comprando los libros directamente a sus autores. En 2012 las ventas de libros autoeditados solo representaban el 12% del total de las unidades vendidas. En 2016 la autoedición representa ya el 22% de las ventas. Estos datos indican claramente que la cuota de mercado de las editoriales no para de empequeñecerse año tras año, al contrario que la de los contenidos autoeditados, que no para de crecer.

En 2016, las ventas de los cinco grandes grupos editoriales representan ya menos de un tercio del mercado digital, en comparación con el año 2012 cuando sus ventas digitales representaban más del 50% del mercado… Ante esta realidad de crecimiento de las ventas de contenidos digitales autoeditados muchos profesionales siguen empeñándose en comparar los índices de ventas de libros en papel versus digital, cuando deberían fijarse más en analizar la creciente dedicación de horas de lectura en pantallas versus papel. La variable importante a seguir no es el porcentaje de ventas en un formato o en otro sino las horas de dedicación de los lectores a la lectura en papel o en pantallas.

El descenso de las ventas de libros de ficción en papel, así como en su correspondiente formato ebook, no se debe a una supuesta fatiga visual. Estamos inmersos en un momento de grandes cambios de hábitos culturales que afectan radicalmente al comportamiento de los lectores. Si queremos desarrollar un sólido mercado de contenidos digitales de pago, el mundo del libro debería empezar ya a tomar decisiones para fomentar la lectura en pantallas y no autoengañaserse malinterpretando los datos globales. Lo importante es que la gente lea, independientemente del soporte en el que lo haga: papel o digital.

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