12 mayo 2006

Libreros 3, Editores 2

La revista Delibros publica en su número de mayo un interesante artículo con las principales conclusiones de las jornadas «Reimaginando la lectura», que tuvieron lugar el pasado mes de abril en la Casa de América de Madrid. Según esta revista, cerca de un centenar de personas asistieron a las jornadas, pero de todos ellos tan sólo dos eran editores y tres eran libreros. Varias personas argumentan esta baja asistencia debido a la coincidencia en fechas con el I Congreso Nacional de la Lectura que tuvo lugar en Cáceres. Nosotros, que asistimos a dicho Congreso, podemos confirmar que la representación de libreros y editores en Cáceres también era bajísima o casi nula. La mayoría de los asistentes fueron estudiantes, profesores, curiosos de la lectura y algún que otro profesional del sector del libro. Esta baja representación de libreros y editoriales en este tipo de foros demuestra, una vez más, su escaso interés por conocer nuevas herramientas y modelos para fomentar la lectura en nuestro país.
Si sólo el 20% de los jóvenes españoles lee frecuentemente un periódico (Estudio “Jóvenes españoles 2005” de la Fundación Santa María), no entiendo por qué la mayoría de los planes de fomento de la lectura de las editoriales y de las diferentes Consejerías de Cultura centran casi todos sus esfuerzos de promoción en los medios de comunicación tradicionales (prensa escrita, suplementos culturales, etc.), cuando el índice de consumo de este tipo de medios decae anualmente, mientras que los lectores de diarios digitales aumentan cada año en un 183%. ¿Cómo vamos a atraer a nuevos lectores si lanzamos campañas de fomento de la lectura en medios de comunicación que las nuevas generaciones no leen ni escuchan?
Muchos de estos profesionales del libro no se animan a testar la eficacia de las nuevas herramientas de comunicación, como blogs, wikis, video y fotoblogs, páginas de opinión agregada, entre otras, principalmente porque no saben por dónde empezar, desconocen cómo evaluar la eficacia de las mismas, ignoran quién es quién en el mundo digital y no saben cómo medir los resultados obtenidos.
¿Cuándo empezarán los profesionales del sector del libro a considerar las nuevas tecnologías como la herramienta idónea para fomentar la lectura y la recomendación de libros entre potenciales lectores? Tarde o temprano, todas las entidades culturales tendrán que entender que las nuevas tecnologías han cambiado radicalmente los hábitos de lectura y procesos de aprendizaje y que, por tanto, el modelo actual de promoción del libro es cada día más ineficaz para fomentar la lectura.

2 Responses

  1. Acertado. Sí señor. Y añadiría. ¿Cómo puede reivindicar el sector su papel cultural y su defensa de la lectura sin hacerse presente de forma activa en los foros donde se habla sobre ello?.
    Me llama la atención que el Congreso Internacional de editores se centre en analizar las Políticas de lectura, sin plantear una visión más amplia y transversal como se intenta hacer en otros foros, donde no suelen estar ni edtores ni libreros.

  2. El mundo de la edición sufre una artrosis y un anquilosamiento galopante, en todos los ámbitos. No sólo es que se desconozcan las nuevas tecnologías y todo su potencial: es que se las teme como al papu. Lo nuevo siempre conlleva inseguridad, asumir riesgos e improvisar soluciones, y el actual medio editorial no es precisamente aventurero ni de reflejos ágiles.

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