20 abril 2008

Gumersindo Lafuente, director de Soitu

Tras llevar varios meses leyendo Soitu, un nuevo sitio web de información bastante útil y original, decidimos entrevistar a su director, Gumersindo Lafuente, para conocer de cerca este nuevo proyecto de medio de comunicación.

Javier Celaya: ¿Qué es Soitu y cómo surge la idea?

Gumersindo: Soitu.es es un sitio de información que pretende utilizar las herramientas de rigor tradicionales del mejor periodismo pero usando la tecnología de la Red y los conceptos de participación que hay ahora mismo a nuestro alcance. El periodismo es como es porque ha estado siempre utilizando una tecnología determinada. Por primera vez, los periodistas tenemos en nuestras manos la tecnología de Internet, que es extremadamente poderosa, que nos permite comunicar noticias en el acto y de manera universal pero que además permite a cualquiera intervenir en la creación de esas noticias o en la creación de los estados de opinión. De alguna manera hemos perdido el monopolio que teníamos de la noticia y la opinión, y ahora hay unas nuevas herramientas que funcionan con sus reglas y que funcionan con una enorme autonomía y libertad.

¿Consideras que Soitu es un medio de comunicación?

Es un sitio de información, es un medio de comunicación en el sentido de que pone en relación a unas personas con otras. Una parte de esas personas somos periodistas profesionales, pero confiamos en que poco a poco, y cada vez más, el protagonismo de los lectores sea muy importante. Yo nunca he hablado de periodismo ciudadano, me parece un concepto interesante pero también una realidad difícil, pues, por diferentes motivos, no se dan las circunstancias en España para que así fuera; de hecho, no suelen darse en casi ningún sitio. Este, que es un concepto atractivo y ha funcionado como herramienta marketiniana, ha tenido poco éxito comercial, sólo en Corea y en poquísimos lugares más, y hay que buscar explicaciones en que allá en Corea incidieron varias circunstancias: uno, que esa sociedad debe tener alguna particularidad que hace que sea especialmente participativa; dos, que el nivel de acceso a la Red es casi universal y con una utilización masiva de la telefonía móvil para enviar y para navegar; tres, que hubo un proyecto muy bueno encabezado, por cierto, por periodistas profesionales. Y la fórmula que allí adoptaron era una fórmula de alto nivel desde el punto de vista del rigor periodístico. Tenían más de cincuenta periodistas profesionales filtrando las situaciones que les mandaban los llamados “periodistas ciudadanos”, con un alto nivel de exigencia y control. En España no se da una situación en que haya mucha gente que quiera dedicar su tiempo a contar cosas que les interesen a otros. La gente suele escribir de lo que les interesa o afecta a ellos mismos.

Analizábamos en nuestro estudio que la participación en España en todas estas redes sociales y medios de comunicación no llega al diez por ciento de usuarios activos en el mejor de los casos…

Yo creo que lo que hay que hacer es ir creando zonas de intereses especializados que puedan reunir a comunidades que aunque sean pequeñas sean muy participativas y que éstas sean la locomotora que tire de ese proceso. Nosotros tenemos un experimento, una sección nuestra, que se llama “Vida urbana”, donde estamos creando una red de corresponsales urbanos por todo el mundo, tenemos ya cuarenta y tantos en treinta y nueve ciudades, y no son periodistas profesionales, o si  en algún caso los son cuando escriben para nosotros no están ejerciendo. Ellos nos cuentan cosas que suceden en esas ciudades, pero no nos interesan las noticias normales, las que publicaría cualquier otro medio. Nos interesan cuestiones que atañen más a la sociología de la ciudad en la que tienen lugar. Estamos así creando una herramienta que se va a convertir en una guía de esas ciudades. Y todo esto sirve para que todas esas personas, casi todos españoles que viven fuera de España y trabajan o estudian en lugares muy diversos, en algunos casos alejadísimos, puedan establecer una comunicación con su país de origen, cuenten la realidad que están viviendo (sobre cuestiones culturales, sociológicas, urbanísticas, de modas y modos de vivir) y esa realidad pueda servir a otros que van a viajar a esos lugares o a quienes les interese saber qué está pasando allí. El fenómeno urbano, por la facilidad de comunicación tan tremenda con la que vivimos ahora, está empezando a favorecer la relación y el interés entre ciudades alejadísimas en la distancia.  

¿Cuál es el perfil del lector de Soitu?

Tenemos poco histórico, pero tenemos la sensación de que tenemos un perfil de lector más joven que el que tiene un medio de comunicación tradicional en la Red, una parte de ellos muy participativo, muy activo y muy formal, en el sentido de que cuando participan lo hacen de verdad. El nivel de “ruido” que soportamos en nuestros foros y en las secciones donde la gente puede escribir con toda libertad (no hay filtros previos) es escasísimo, a diferencia de lo que ocurre en los grandes medios, como El País o El Mundo, donde es altísimo. En cualquier caso, el nivel de ruido siempre es proporcional a la masa de gente que entra, pero sí vemos que en nuestro caso, de momento, es poco. Y la participación es alta, a pesar de ese diez por ciento del que se habla en otros medios. Conociendo desde dentro los números de los grandes medios, como era ElMundo.es, podría decirte que estaríamos hablando más bien del uno por ciento de participación. Luego depende mucho del carácter de los sitios; hay sitios que viven porque hay gente participando, como las redes sociales, sitios como Menéame, YouTube, etc., donde si no hay participación el sitio se paraliza.

Pero luego, paradójicamente, según las estadísticas de YouTube, menos del 0,4 por ciento de los usuarios sube contenido original, el resto solamente mira…

Pero eso va a pasar siempre, porque al final lo virtual es como lo real. En España, el nivel de participación social es bajísimo, por las razones que sean: porque somos individualistas, desconfiados, porque hemos vivido en realidad muy pocas épocas de libertad y democracia,… la gente no participa, y de hecho, ni siquiera se queja. Tiene un nivel de soportar que le traten mal en los servicios públicos alto. Hay un déficit enorme de actividad ciudadana en todos los ámbitos, y cuando llegamos a la Red ocurre lo mismo.

¿Cuáles son algunos de los aspectos positivos de la web social?

La Red está haciendo aflorar el talento de mucha gente que en otros escenarios jamás se atrevería a hacer según qué cosas. Nosotros buscamos ese talento, y lo estamos descubriendo en el mundo de los blogs, que no hubiera salido a la luz si no fuera por las herramientas de la Red.

Los grandes medios están creando sus propias redes sociales para fidelizar a sus lectores. Como antes ocurría con los blogs, ahora parece que si no tienes una red social en tus medios no eres nadie…

Yo creo que los grandes medios lo ven más como una herramienta de marketing y de estar a la moda que probablemente como un experimento real de tejer lo que en realidad es una red social, que por su propio carácter debería ser manejable y nacer y crecer por sí mismo. No veo a los medios tradicionales con la suficiente capacidad y neutralidad como para tejer una verdadera red social. También el fenómeno de las redes sociales en Internet está sobrevalorado, porque al final la gente va buscando utilidades, y esas utilidades en muchos casos tienen que ver con la edad, con la situación personal, con una necesidad inmediata en relación con algo profesional o de ocio.  Los conceptos de las redes sociales como los vemos hoy van a evolucionar mucho. Cosas que hace dos o tres años estaban arrasando hoy pasan de moda y quedan circunscritas a un determinado tipo de gente. El propio YouTube, que nos pareció en su momento que iba a poder con todo, vemos que tiene un poder enorme pero va acondicionándose. Luego depende de en que país sucede el asunto, de cómo son las redes, si tiene una buena banda ancha,… En España tenemos un gran déficit tecnológico y eso va a perjudicar en los próximos años al progreso de toda esta sociedad de la información.

Has hablado de la dependencia de los medios tradicionales y digitales de los buscadores. ¿Cuál es tu opinión sobre la posición dominante de Google? ¿Depende Soitu de Google?

Nosotros dependemos menos, de momento, que otros de Google. No es algo que me preocupe demasiado. Lo que no me parece interesante es estar siempre invirtiendo dinero en que Google te posicione bien si luego resulta que lo que tú tienes no vale la pena. Me da la sensación de que esta batalla es de medio-largo plazo. Puedes tener en un corto plazo unos resultados muy importantes, pero como dejes de gastar dinero en posicionamiento pasas totalmente desapercibido, porque los lectores van a percibir poca utilidad en lo que les estás dando o, por lo menos, poca diferencia con el resto. Al final, de lo que se trata, es de poner contenidos valiosos, diferentes, interesantes, que conecten –y ahí es donde está el secreto- con los intereses y las necesidades de la gente. Lo que ahora mismo nos encontramos en Internet es un “mal” que afecta también al mundo de los blogs, y es que bajo cabeceras diferentes encontramos exactamente los mismos textos, ya sean traducidos de otros blog extranjeros o teletipos de agencias. En ese sentido, Google es un buscador cada vez más “tonto”; seguimos usándolo, pero nos acercamos a un momento de revolución del mundo de los buscadores, porque la gente va a pedir cada vez más búsquedas inteligentes.

¿Y no te preocupa que en la gran mayoría de las redacciones sólo se utilice una fuente de información que es Google para hacer las búsquedas?

Nosotros estamos intentando en nuestro trabajo usar mucho el teléfono y buscar sistemas de trabajo muy tradicionales. Pensamos que en una conversación más personal puedes, como periodista, enredar un poco a la persona con la que estás hablando y obtener mejores resultados que en un mero correo electrónico. En ese sentido somos atípicos, seguramente porque los que dirigimos este proyecto somos mayores y nos gusta ejercer el periodismo con herramientas un poco antiguas, pero que nos resultan muy efectivas. La red está llena de cosas falsas, que pueden parecer reales, y siempre hay que ponerlas en duda.

¿Cuántas personas formáis Soitu?

Somos 35 personas, y una parte muy importante son desarrolladores de software, pues todas las herramientas que utilizamos las hemos desarrollado nosotros, el contenido, el adserver de banners, el visor de vídeos, todos son nuestros. Los programas con que corren los servidores, los servidores son nuestros y los administramos nosotros,… En este mundo de la información y con nuestro tamaño no es lo normal, pero estamos acostumbrados a trabajar así y nos da una enorme autonomía y nos permite hacer el producto que queremos sin depender de las necesidades o intereses de un proveedor.

¿Por qué crees que hay tanto recelo por parte de los anunciantes españoles a la hora de invertir en publicidad online?

Sigue habiendo recelo, aunque está cambiando, porque el sector de la publicidad es conservador, ha sido así históricamente. Lo último en llegar a Internet va a ser la publicidad. Hasta que el medio no esté entrando en un periodo de madurez, la publicidad, que es igual a dinero, no terminará de llegar.

Pero muchos anunciantes saben que sus clientes usan Internet para buscar, para publicar, y que la publicidad que hacen en medios tradicionales está perdiendo eficacia, pero como no saben por dónde empezar…

En toda la cadena del proceso de inversión publicitaria existe ese mismo nivel de desconfianza. Yo he visto muchos casos en los que el propio cliente le ha dicho a su agencia o a la central de medios que quiere anunciar en Internet. Pero está la agencia, la central de medios, todo ese proceso en el que cada uno se va llevando las comisiones, y eso en Internet no está suficientemente bien organizado, el nivel de conocimiento no es muy alto. No es lo mismo la TV, la radio o los periódicos que Internet, que es una selva de sitios, grandes, medianos, pequeños, nichos,… y de pronto se enfrentan a un panorama bastante incontrolable, con terminologías que no alcanzan a comprender. El medio es muy inmaduro y poca gente lo comprende bien. Al mismo tiempo es muy difícil de comprender porque la propia inmadurez tecnológica y de producto hace que esté en plena ebullición, y hoy estamos hablando de los medios pero no sabemos mañana cómo se va a transformar.

En cuanto a la publicidad, yo llevo diez años diciendo que Internet es un sitio donde la publicidad va a funcionar, y en estos diez años ha habido momentos de todo tipo, algunos en los que se negaba absolutamente esta afirmación. La publicidad en Internet va a funcionar, pero el concepto de marketing y publicidad ha de evolucionar radicalmente, porque el escenario es otro, así como la tecnología, el receptor está cambiando, y no se puede ir con los mismos planteamientos. Es una verdadera revolución. En España, las grandes compañías no han sufrido en sus carnes cosas que van a empezar a experimentar y que les van a hacer replantearse sus estrategias. El concepto de trato al cliente que hay en Estados Unidos en España no existe. Todavía hay grandes empresas en servicios públicos que maltratan sistemáticamente a sus usuarios. Y en algún momento, alguna de esas compañías va a tener una crisis en la Red y se van a dar cuenta de que deben invertir en tratar bien al cliente y en establecer herramientas de comunicación con ellos a través de la Red. Estamos en un país donde el crecimiento económico y lo bien que vivimos no se corresponden con la educación cívica que tenemos.

Muchas gracias por tu tiempo

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