El ebook busca su hueco en el sector editorial

El suplemento Culturas del diario La Vanguardia publica hoy el artículo «El e-book busca su hueco en el sector editorial«.
Según este artículo, la operación Kindle, impulsada por Amazon, ha funcionado y propuestas, como el Reader de Sony (lanzado en el 2006), están ganando mercado. Más del 99 por ciento del mercado aún gira en torno al papel, pero se producen anuncios de digitalización de textos por parte de Penguin y otras editoriales, que enlazan con los proyectos de bibliotecas digitales en marcha.
El negocio sigue estando en el papel, pero el artículo también hace referencia a los datos del International Digital Publishing Forum, que indican que el mercado de libros publicados en formato electrónico se ha multiplicado por más de cinco en los últimos años, pasando de 6 millones de dólares en 2002 a 33 millones en 2007. La cifra no incluye pequeños editores (la mayoría de los existentes) ni publicaciones académicas.
Lo bueno de este artículo es que aporta una reflexión muy sosegada sobre el impacto del ebook en el sector editorial. Últimamente, he asistido a muchas jornadas donde he escuchado opiniones demasiado contundentes sobre los futuros del libro. Unos declaran la muerte del libro de tapa dura en pocos años, mientras que el otro bando señala con cierta soberbia que los libros electrónicos siempre han fracasado… Creo que este debate es una pérdida de tiempo: ambas “tecnologías” (papel y electrónica) sobrevivirán y convivirán, y los consumidores /lectores decidirán cuál de ellas tendrá una mayor relevancia en el mercado. Al igual que existen diferentes soportes de escritura también existirán diferentes soportes de lectura. Hace un siglo, la mayoría de la gente escribía con estilográficas y con lápices; hoy en día, la mayoría lo hacemos con bolígrafo y en ordenador. Ninguno de los soportes de escritura ha desaparecido, pero unos han tomado más relevancia en el mercado. En definitiva, creo que todos los soportes suman, y, por tanto, mantener ese debate de “todo o nada” sólo sirve de excusa para no tomar decisiones.
La digitalización del libro se está convirtiendo en una de las áreas de máximo interés por parte de las editoriales españolas. Será, sin lugar a dudas, una de las decisiones más estratégicas que tendrán que tomar los editores en los próximos años.