31 agosto 2010

Rentrée digital: Claves para los modelos de negocio online

Navegando por YouTube, algo muy recomendable para soportar
las tardes de un tórrido verano, he encontrado un vídeo que contiene mi
ponencia sobre los nuevos modelos de negocio en las industrias culturales que
impartí en el seminario La digitalización del material cultural que tuvo lugar el pasado
mes de abril en la Biblioteca Nacional.

Me
ha hecho mucha ilusión encontrar este vídeo puesto que mi intervención generó
un interesante debate que tuvo lugar posteriormente con los restantes ponentes
de la mesa redonda: Teddy Bautista, de la SGAE; Christopher Moser, Managing Director de
MySpace; y Simone Bosé, Presidente de EMI Music España. Como podrán ver en el vídeo, Teddy
Bautista no me aplaude al finalizar mi intervención…

Mi ponencia dura menos de 13 minutos, pero para aquellas
personas que no tengan una buena conexión a Internet resumo a continuación los principales
mensajes y conclusiones de la misma:

·   Las editoriales que logren integrar los
contenidos generados por los usuarios en Internet con sus propios contenidos
obtendrán una amplia ventaja competitiva.

·   El copyright puede convivir perfectamente con el
copyleft. No son incompatibles, tan solo son diferentes maneras de entender el
acceso a la cultura.

·   Las supuestas pérdidas causadas por la piratería
de libros en Internet, estimadas en 150 millones de euros anuales, representan
una demanda no atendida por el sector editorial.

·   Esta interpretación de las supuestas pérdidas
incurridas no quiere decir que no abogue por la defensa de los derechos de
autor, ni por la creación de un marco jurídico que proteja mejor estos
derechos. Tan sólo quiero sugerir a la industria cultural que no espere
indefinidamente a tener un escenario jurídico «fetén» para ofrecer una oferta
legal y competitiva a los usuarios dado que los avances tecnológicos siempre irán
por delante de cualquier reforma legal.

·   En apenas dos años hemos pasado de negar la
posibilidad de leer en pantallas a ser uno de los países de Europa con más
iniciativas relacionadas con la distribución y comercialización de libros
electrónicos (Enclave, Libranda, Lecqtor, Edicat, Amabook, Todoebook, etc.). La
puesta en marcha de todas estas iniciativas demuestra, una vez más, que ante
cualquier innovación tecnológica somos un país que pasa rápidamente del pasado
analógico al futuro digital sin detenernos mucho tiempo en el presente.

·   Aplaudo la actitud innovadora del sector
editorial, pero cuestiono el enfoque y la viabilidad de la mayoría de estas
iniciativas ya que mantienen el actual ecosistema del mundo del libro.

·   Aunque sea muy loable el intento por parte de
las editoriales de involucrar a las librerías en la transformación del sector,
en un entorno económico digital es insostenible mantener la actual cadena de
valor del mundo del libro.

·   Internet es como un tsunami creativo que arrasa a todo aquel intermediario que no
aporte valor en la economía digital.

·   Las decisiones que se están tomando hoy en día
son para proteger el negocio actual. Hay que empezar a tomar decisiones que
ayuden a definir el futuro de las editoriales en la era digital, como, por
ejemplo, vender directamente en Internet.

·   La fijación de precios competitivos y dinámicos
en Internet es una de las variables clave de la economía digital.

·   El sector cultural debe asumir que Internet no
tiene fronteras. En este contexto, la Ley del Precio Fijo es también  insostenible en la era digital, no sólo por
cuestiones tecnológicas sino por la necesidad de atender adecuadamente a
nuestros clientes en todo el mundo, que son lo verdaderamente importante.

·   No tenemos marcas potentes en Internet. El
sector cultural debería crear grandes plataformas de distribución y
comercialización de contenidos digitales para garantizar su independencia
frente a potentes alternativas como Google, Amazon y Apple.

·   La industria cultural debería conocer y tener
una relación directa con su público. Alrededor de estas potentes plataformas
deberían crearse comunidades que agrupen a
personas con las mismas afinidades culturales (libros, música, cine,
teatro, etc.).

·   La principal ventaja competitiva del siglo XXI
no es la distribución de contenidos, es la gestión de los datos que aportan los
usuarios en sus procesos de búsqueda y compra de contenidos culturales.
Facebook, Tuenti, Google, Amazon y Apple lo saben muy bien.

·   El reto más importante que tiene que asumir el
sector cultural es el cambio de «chip» de sus equipos. Los gestores culturales
deben aprender nuevos conocimientos y
habilidades, desde la producción de contenidos multimedia o asumir una
vocación de atención al cliente hasta gestionar adecuadamente su reputación
online.

·   En los próximos años viviremos unos nuevos
tiempos con un acceso nunca antes visto a cantidades inmensas de información y
conocimiento en abierto y libre de derechos, lo que conllevará una
reorganización del sector cultural. Intentar ganar tiempo frenando la irrupción
a la innovación tecnológica no va a hacer que la transformación del mundo del libro se
detenga.

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