Reflexiones sobre el futuro de la edición digital
Como parte del
compromiso que la Asociación
Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE) mantiene con la
mejora de la calidad educativa en España, se acaban de celebrar sus II Jornadas Técnicas. Si en la edición anterior se partía de la constatación de que
se asistía a una transformación de los hábitos de lectura y escritura, el tema principal por el
que fuimos convocados el pasado 26 de octubre era el «Comportamiento de los lectores ante los libros de texto
digitales: Innovación en las aulas». Tanto por el
enfoque como por el
programa pudimos conocer y valorar experiencias de dentro y fuera de nuestras
fronteras que bien pudieran servir de referente para la industria editorial, en
general, y para el subsector especializado en libro de texto, en particular,
por sus posibles aplicaciones en el aula.
Los ponentes
españoles procedían de tres ramas de actividad: medios de comunicación, banca y educación.
Por su parte, los invitados anglosajones participaron compartiendo conocimiento
y experiencia en edición digital. Si bien en relación a estándares queda mucho
camino por recorrer, estos últimos descubrieron sobre la mesa algunas de las
cartas de la realidad que está por llegar a nuestro país, en relación a las
nuevas formas
de acceder a la información y a la gestión del conocimiento. Como trasfondo de
todo ello, la necesidad de adaptación a los cambios que vivimos como
consecuencia de un tsunami llamado Internet que lleva al replanteamiento de los
modelos de negocio tradicionales en todos los sectores económicos.
Los editores son
cada vez más conscientes de ello y, tratándose de creadores de libros de texto,
saben que pensar en la figura del usuario y en la experiencia de éste frente al
producto es clave para diseñar cualquier modelo de futuro con éxito. Los representantes de las
editoriales presentes escucharon, entre otras cosas, que tienen que saber qué
quiere el lector, que deben innovar sin miedo a equivocarse, pero invirtiendo
recursos en I+D+i y llevando a la práctica la inmersión total en los nuevos
entornos «pensando en digital». Otras dos ideas importantes que también se
apuntaron fueron la de la conveniencia de crear comunidades de lectores y la de
la necesidad de acercarse a los jóvenes utilizando sus propias herramientas
2.0.
Libros
«enriquecidos»
Las
II Jornadas Técnicas de ANELE comenzaron con la intervención de Peter
Collingridge, fundador de la editorial digital Enhanced Editions, quien insistió en la idea de crear
comunidades de lectores, refiriendo proyectos editoriales (algunos exitosos,
otros no tanto), en los que ha trabajado y trabaja relacionados con la
recomendación de libros. Para Collingridge «el
valor del libro se va perdiendo ante la guerra de precios de las innovaciones
digitales, pero hay que hacer lo que sea para llegar a los lectores». Por
ello en su empresa decidieron crear libros electrónicos enriquecidos de gama
alta, con experiencia atractiva para el usuario de calidad, utilizando ePub,
sincronizando el audio con el texto y apostando por un buen diseño. Tras la
realización de los correspondientes estudios de mercado, en septiembre de 2009
lanzaron la primera aplicación para iPhone.
Según
el fundador de Enhanced
Editions el sector editorial vive su mejor época porque todo está
cambiando, ahora bien, «en la edición digital hay que reaccionar muy rápidamente, lanzar
productos en poco tiempo y eso exige nuevas habilidades». La cadena de
valor tradicional en la industria editorial va a desaparecer, afirmó
Collingridge, por lo que es imprescindible apostar por la innovación e invertir
en I+D+i, iniciativa nada frecuente en el sector editorial, según palabras del
primero de los ponentes.
Lectura en pantallas
El
segundo experto en edición digital que participó en estas II Jornadas Técnicas
organizadas por ANELE fue Scott Lubeck,
Director Ejecutivo de Book Industry Study
Gropup (BISG). ¿Quién lee en pantallas? fue
el título de su ponencia. Lubeck disertó sobre lo que él denominó «el contexto»
del libro electrónico como co-autor de un amplio estudio realizado en Estados
Unidos -donde a finales de
año el ebook representará el 10% del mercado-, con datos agregados de más de quince
editoriales sobre el comportamiento
de los lectores de libros electrónicos en todo tipo de dispositivos
(ordenadores, ereaders, móviles, iPads y tabletas similares) que ya va por la
tercera oleada, según la cual más
del 50% de los encuestados han comprado un libro electrónico en el último mes y
el 14% de los preguntados en agosto de 2009 decían leer libros electrónicos
todos los días.
«Nos interesa la
opinión de cualquier persona que tenga que ver con el sector para solucionar
los problemas de la industria»,
dijo Lubeck al presentar los resultados del estudio, porque se trata de
una industria multicanal y multicontexto.
Con
sus reflexiones, Lubeck consiguió captar la atención del auditorio desde el
primer momento. Para él, la
industria editorial ha sido muy complaciente, no se ha trabajado con la
suficiente rapidez y para algunos ya es bastante tarde. «Hoy el entorno es confuso y complejo y se necesitan nuevas aptitudes.
Hay demasiado ruido en esta industria y hemos cometido muchos errores». Uno
de ellos es seguir hablando de la cadena de valor del libro porque el esquema
de antaño ya no funciona, dado que la propia denominación implica un orden,
donde cada eslabón cumple una función y ese orden ya no existe. «Estamos en una época de cadenas y hay
muchas oportunidades para crear y ofrecer contenidos. Pero hay mucho miedo
también», se atrevió a afirmar el Director Ejecutivo de Book Industry Study Gropup (BISG), para quien
lo importante es centrar la estrategia en el cliente (lector) y en el autor, y
no tanto en la tecnología.
Para
Scott Lubeck el consumidor
tiene ahora más poder y más que nunca se encuentra en el punto de mira para
definir estándares, dispositivos y contenidos, por ello hay que escucharle. Sin
embargo, los editores desconocen cómo interactúan los lectores con el
contenido: «la mayoría de los
editores no tienen ninguna conexión con los clientes, no conocen a sus lectores,
y eso hoy es un fallo, un reto a superar». Para terminar su reflexión, lanzó una pregunta
al aire: «¿cómo podemos llegar a tener una relación íntima
con el cliente?».
Aparte de apuntar la
necesidad de desarrollar
competencias para saber cómo usa el cliente el contenido y conocer su
experiencia, Lubeck se refirió a los metadatos como
algo esencial, imprescindible para gestionar los libros de manera eficaz y como
competencia esencial para el negocio de cualquier editor.
A modo de
análisis predictivo, el Director Ejecutivo de Book Industry Study Gropup (BISG) afirmó que,
pese a las dificultades, en
un año se notarán cambios importantes en el comportamiento de los usuarios como
consecuencia de la bajada de precios de los ereaders y por la existencia de un
mayor contenido disponible. «Los datos
disponibles confirman que la transición al texto digital será veloz y menos
traumática de lo que pensamos», afirmó.
Para
finalizar, Lubeck manifiestó su interés en el sector educativo y a la pregunta
de Javier Celaya de Dosdoce.com, Director
de las Jornadas, sobre si con los nuevos dispositivos se desarrollará el
mercado del libro de texto digital, su respuesta fue un rotundo sí.
Lecciones aprendidas
En la segunda
parte de la mañana, los protagonistas fueron varios profesionales de los medios
de comunicación los que compartieron con el auditorio sus experiencias, tanto
las positivas como las negativas, en definitiva, sus lecciones aprendidas. Enrique Burgos, Director de
Marketing Relacional de Unidad Editorial (El Mundo), llamó la atención sobre el
poder de las redes sociales, dado que estamos ante «el fin del monólogo», de
ahí que el editor deba tener claro qué hacer con sus contenidos en esos canales
y, sobre todo, porque el 78% de los usuarios cree en las recomendaciones de
otros consumidores y el uso de las redes sociales es un fenómeno que no deja de
extenderse.
Pese a que el
título de la mesa de debate era «Lecciones aprendidas ante el tsunami de
Internet», para Pepe Cerezo, Director de Investigación de Prisacom, Internet no
es un tsunami sino un cisne negro, en clara alusión a la
obra de Nassim N. Taleb. Cerezo realizó un gran ejercicio de
autocrítica: «Estamos ante un hito
inesperado, por lo que es difícil hacer predicciones del futuro, pero lo cierto
es que cambian las cadenas de valor, los modelos de negocio, aparecen nuevos
agentes y quizás, respecto de esto último, nos ha faltado capacidad de
previsión: hemos hecho como el avestruz, negándolo todo ante los procesos que
estamos viviendo -afirmó-, y luego hemos querido imitar». Como el ponente
anterior, el Director de Investigación de Prisacom, piensa que «no sabemos qué quieren los usuarios, no hay
conversación en las redes, no interpretamos bien la realidad y seguimos
pensando que lo nuestro es lo mejor, pero las reglas del juego son nuevas y hay
que investigar para innovar y detectar el talento». Respecto de esto
último, los cuatro ponentes coincidieron en que se necesitan nuevos perfiles
profesionales, y que, ante la gran especialización que exige Internet, las
compañías deben dedicar más recursos a formación y a captación de talento.
Para Mario Tascón, editor de
Diximedia, el mercado actual tiene otro tamaño y no sólo se debe atender a la
interactividad y a lo multimedia, también hay que pensar en las nuevas
narrativas. «En el nuevo mercado todos
competimos con todos por el tiempo de las personas, por su atención y por sus ingresos
y el rumbo no es fijo, sino que hay que estar atento a varios puntos que
determinan el movimiento», dijo Tascón, quien también opina que toda la
cadena de valor se ha modificado y que es imprescindible invertir en I+D+i y
escuchar a los lectores, más allá de preocuparse de los nuevos modelos de
distribución.
El
responsable de Contenidos Multimedia (Internet, móvil y teletexto) de
Informativos Telecinco, Fernando Morales, fue el cuarto en hacer uso de la
palabra en la mesa de debate dedicada a la experiencia de los medios de
comunicación. Escuchar a la audiencia y no tener miedo a cambiar fueron sus
principales recomendaciones para los editores presentes.
Antes
de abrir el debate, el Director de estas II Jornadas Técnicas de ANELE llamaba
la atención sobre la capacidad de respuesta desarrollada por los medios de
comunicación y sobre cómo ésta debía de servir de enseñanza para las
editoriales, dado que los tiempos de ejecución de nuevos productos obligarán a estas
empresas a adecuar con rapidez sus estructuras. A la pregunta de si los editores
tendrán que convertirse en «hombres-orquesta», como se les pidió a
los periodistas en su momento, Tascón respondió que no hay que caer en el error
de no aprender de lo que ha pasado en los medios. En relación al mundo del
libro, «no hay receta, pero el editor sí
debe tener claro qué piezas son las que les hacen falta».
El
momento de recuperación de las inversiones, el valor del contenido y el pago
por servicios, así como la errónea percepción de que en Internet todo es
gratis, fueron otros de los temas que contribuyeron a avivar el debate.
La
innovación era la única manera de acercarnos al cliente
«Cómo fomentar la innovación en los
procesos de aprendizaje: intercambio de experiencias entre el sector financiero
y educativo» fue
la mesa que reunió a representantes de dos entidades, BBVA y Caja Navarra. Con
buen criterio, y en la línea de la mesa anterior, la organización del evento ha
creído importante prestar atención a lo que está ocurriendo fuera del sector
editorial para aprender y entender las posibles ventajas de la incorporación de
las TICs en los centros educativos. Ambas entidades han recibido el
reconocimiento internacional sobre su incorporación de las tecnologías sociales
(blogs, wikis, redes sociales, etc.), en múltiples procesos internos y externos
de sus organizaciones: desde la definición de productos, con la ayuda de los
clientes, hasta en la mejora en la gestión del conocimiento colectivo.
Fernando
Egido (responsable del Área Digital e Innovación estratégica de Caja Navarra),
compartió la experiencia vivida a partir de la interactuación con los clientes
cuya opinión y el desarrollo de un nuevo modelo de relación con éstos fue
imprescindible para reorientar el enfoque de su actual Banca Cívica. Los usuarios
proponen y votan en qué se invierte el dinero de la Obra Social, por ejemplo.
Para la entidad a la que pertenece Egido, el cliente/usuario es el centro del
negocio en el siglo XXI.
A
las personas, Ignacio Villoch (BBVA) añadió los principios y la innovación. Son
tres, por tanto, los ejes rectores que sustentan la estrategia del banco para
el que desempeña el cargo de Director de Comunicación del Centro de Innovación.
En relación a esto último, «descubrimos
que la innovación era la única manera de acercarnos al cliente», y llevan
ya 153 años poniéndolo en práctica«.
Preguntados
sobre qué recomendarían hacer al sector editorial partiendo de su experiencia,
ambos representantes de la banca coincidieron en que hay que escuchar a los
usuarios porque están demandando otro tipo de interacción. «Hoy en día el usuario te dice a gritos qué quiere a través de canales
diversos como las redes sociales, las empresas sólo tienen que escucharle».
Si nos referimos a los nativos digitales, éstos esperan otro tipo de productos
y, en ese sentido, Villoch finalizó introduciendo un nuevo término aplicable a
lo que para él es una nueva disciplina, la Netografía, o estudio de las
«tribus» en la Red.
TIC, TAC y wikilibros
Tres
profesionales del mundo académico -Joaquín Rodríguez, Decano de Cultura Digital
de la Escuela de Organización Industrial (EOI); Laura Borrás Castaner,
Directora Académica del Máster en Literatura en la era digital de la
Universidad de Barcelona; y Eduardo Picón, del Grupo de Investigación
USC-PSICOM. Facultad de Psicología de la Universidad de Santiago de
Compostela-, integraron la última de las mesas de debate de la tarde. Todos
ellos cuentan con una amplia experiencia sobre la creación de contenidos
colaborativos y las nuevas formas de acceso a la información y nos demostraron
que también
es posible otra realidad más colaborativa y cercana, donde entran en juego
las herramientas de aprendizaje colaborativo (redes sociales, blogs, wikis…) y otras como las
comunidades de aprendizaje.
Borrás
habló de su experiencia como docente mediante el uso de herramientas
tecnológicas que se sirven del juego. Para esta docente «el valor añadido del uso de la tecnología reside en la corrección del
profesor», pero no sólo hay que hablar de las TIC, sino también de las TAC
(Tecnologías de Aprendizaje Colaborativo).
Joaquín
Rodríguez dijo que «la tecnología está suplantando
en muchas ocasiones a los objetivos a los que debe servir, enturbiando su
carácter meramente funcional y que no podemos trasladar este hecho a la Educación.
Hay que buscar un punto medio que permita integrar la tecnología en el aula sin
que se pierda la autoridad del profesor y reconfigurar el aula para formar
pequeñas comunidades de trabajo». A este respecto, y para profundizar en
las cuestiones planteadas por Rodríguez, recomendamos la lectura de su post Acceso al conocimiento a través de las redes de
colaboración
Por su parte,
Eduardo Picón recomendó al sector editorial en su presentación que los
contenidos colaborativos en los que debe centrar su atención son los producidos
por adultos (educadores y editores), pero la realidad es que falta masa crítica
de creadores de esos contenidos o los que existen son de escasa calidad. Picón
afirmó también que las wikis pueden ser los herederos del libro de texto e hizo
alusión a varias plataformas colaborativas que fomentan el contacto entre
profesores de diferentes países, como las de ebooktexts que funcionan con éxito
en Estados Unidos (Curriki, cK-12). En sus reflexiones finales, Eduardo
Picón afirmó que «las herramientas 2.0 no
hacen una educación 2.0 y que el rol del profesor ha de cambiar».
Experiencias únicas + tallas infinita = futuro (no sin metadatos)
En
la conferencia de clausura, tanto los asistentes como las personas que
siguieron nuestra retransmisión en directo vía Twitter (#Anele10) o mediante Agoranews, tuvieron el placer de escuchar las
reflexiones sobre la transformación del mundo del libro a cargo de Rob Reynolds, Director de Diseño e Investigación de
Xplana.
Para Reynolds, el libro
de texto tal cual lo conocemos ahora desaparecerá en diez años. Se refiere al
caso de Estados Unidos, donde la distribución de contenidos físicos también
tiene fecha de caducidad. «Hemos pasado
de la talla única a la talla infinita, del broadcasting al narrowcasting, para
acabar en el nanocasting donde cada usuario dispone de su propio canal de
información». Ello le lleva al convencimiento de que en el futuro no será
posible la lectura profunda porque estamos sometidos a demasiada información.
Rob Reynolds,
quien comenzó diciendo que su trabajo es investigar para el futuro, afirmó: «no puedo esperar, como empresa tengo que
apostar sobre qué pasará en 2020, porque tengo que hacer ya cambios en la
empresa». Uno de estos cambios es urgente: los editores deben pensar en
digital y saber que sus lectores son personas únicas que demandan experiencias
únicas, hecho que propiciará la desagregación del contenido y su distribución
en formatos flexibles. En efecto, para el caso del libro de texto en un futuro
próximo, éste será «portátil,
multiplataforma, flexible, mixto y granular y llegará un momento en que
importará más el servicio que se preste al usuario que el contenido». «Debemos desarrollar servicios para el
negocio (autopublicación, suscripción, etc…)», recomendaba Reynolds al
auditorio, llamando la atención sobre la importancia de la organización del contenido (metadatos y
taxonomías).
Al igual que
hicimos durante nuestra retransmisión en directo vía Twitter, sobre el futuro
del libro de texto, recomendamos la lectura de un post de Reynolds publicado en
su blog el pasado mes de septiembre: Nueve importantes tendencias en la evolución en los
libros de texto digitales y los contenidos
José Moyano,
Presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de
Enseñanza (ANELE), clausuró estas
II Jornadas Técnicas diciendo
que «hay que salir de nuestro entorno repensando la elaboración de contenidos»
y emplazó al auditorio para las III Jornadas.
(Todas las personas que lo deseen pueden descargarse desde el siguiente enlace todas las ponencias y los programas de estas jornadas así como de ediciones anteriores).