Disculpen si albergo sombras
No creo que ni el ojo avizor de las editoriales ni la espada justiciera de los medios de comunicación nos hagan mejores; quizá sí más cínicos, menos espontáneos y más amargados.
No creo que ni el ojo avizor de las editoriales ni la espada justiciera de los medios de comunicación nos hagan mejores; quizá sí más cínicos, menos espontáneos y más amargados.