Chico & Rita

Dosdoce tuvo la oportunidad de asistir ayer al preestreno de “Chico & Rita”, la película de animación que han dirigido Fernando Trueba y Javier Mariscal.

En la Cuba de finales de los años cuarenta, Chico y Rita inician una apasionada historia de amor. Chico es un joven pianista enamorado del jazz y Rita sueña con ser una gran cantante. Desde aquella noche en que el destino los junta en un baile en un club de La Habana, la vida va uniéndolos y separándolos, como a los personajes de un bolero.

Cierto es que asistíamos a la cita convencidos de que la película iba a conquistarnos por completo. Todo lo que de ella se había visto y oído durante su promoción lo presagiaba, además de lo que nos había avanzado la maravillosa exposición de Mariscal que tuvo lugar recientemente en La Pedrera (Barcelona). Y así ha sido. Se trata de una preciosa obra de arte cargada de sensibilidad, creatividad, imaginación, poderío visual y enorme profesionalidad.

Desde que Trueba y Mariscal se conocieran diez años atrás, el germen de esta película se estaba desarrollando. Ambos tenían muchas cosas en común; el arte, el espíritu de trabajo, el jazz, La Habana… Comienza esa enorme amistad entre ellos, y deciden hacer juntos algo que nunca han hecho por separado: Trueba nunca había hecho una película de animación. Mariscal nunca había puesto su animación en una película. Y los dos genios unidos en un mismo propósito podían componer una mezcla explosiva cuyo trabajo ha merecido el Premio Goya 2011 al mejor largometraje de animación. No podía ser de otra manera.

Si a ello sumamos, entre otros, los talentos de Bebo Valdés y Estrella Morente, el cóctel no puede resultar más redondo. Sensualidad, realismo, excelente guión, ritmo, retrato de ciudades y personajes, ambientación… son ingredientes que conforman, utilizando como hilo conductor la evolución del jazz en su maravillosa banda sonora, esa historia “a dos” tan presente en esta película: Chico y Rita, La Habana y Nueva York, Trueba y Mariscal. Indispensable e inolvidable.

Como imborrable fue el momento en que los directores de la película levantaron de entre el público a Bebo Valdés, en quien está inspirado el personaje de Chico, quien contempló emocionado a sus 92 años cómo toda la sala nos pusimos en pie para dedicar un largo y merecido aplauso a toda una carrera y a toda una vida. Impagable. Una velada para recordar.

(Nota: Incluimos intencionadamente una imagen que no aparece en la película para que os animéis a verla legalmente)