30 noviembre 2011

David Rodríguez Caballero

Pintar sin pintura. ¡Vaya paradoja! Así es la obra de este pintor retiniano. David Rodríguez Caballero (Palencia, 1970) empezó con la pintura pero cuando llegó a Nueva York, la ciudad que nunca duerme, se enamoró del plástico y el metal.

Recientemente, llegó al Museo Wurth de La Rioja para mostrar su última exposición. Este museo-referencia de arte contemporáneo llevaba siguiendo muy de cerca los pasos de este artista desde hacía tiempo. No en vano, parte de su exposición permanente es de Rodríguez Caballero.

Esta vez, sorprende con sus obras metálicas y sus juegos de luces. Cada vez que se mira una de sus piezas, se ve algo diferente. Depende del ángulo desde donde la mires, de la cercanía a la que te sitúes. A veces incluso parece que, efectivamente, estás contemplando una pintura y tienes que acercarte para darte cuenta que lo que observas no es otra cosa que aluminio.

Como él mismo cuenta, sigue el concepto de la pintura pero con otros materiales y otras herramientas. Dice que el aluminio le parece muy interesante ya que hay muchas aleaciones y siempre te sorprende cuando lo estás trabajando.

Su trabajo es intuitivo, por impulsos. No es documentada y, como cuenta David, “los mayores descubrimientos ocurren el taller”. Prueba error, prueba error. Así es como surgen las obras únicas.

La exposición que ahora nos concierne, llamada por cierto “Glaciers Glaciares”, es una especie de retrospectiva (del 2003 al 2011) aunque se compone fundamentalmente de obras realizadas en los dos últimos años.

Aluminios, plexis, papel, vinilos y esmaltes son sus materiales estrella pero confiesa que una de sus espinitas clavadas es el vidrio. Es más que evidente que David da una especial importancia a la luminosidad, a los efectos de la luz en los materiales. Es por eso que tiene ganas de probar qué pasaría con este material cuya cualidad principal, la transparencia, es una de las características que más atrae a la imaginación del artista.

Otra curiosidad que también hace único a David Rodríguez Caballero es que no guarda nada de su obra (aunque promete, y se promete a sí mismo, que eso pronto va a cambiar).

Si por casualidad pasáis por La Rioja, no dejéis de visitar el Museo Wurth (museo que ya en sí es una obra de arte). Y si no pasáis por La Rioja, seguro que podéis organizar una escapadita. ¡Sin duda, merece la pena!

7 Responses

Leave a Reply