13 enero 2012

Presencias reales

El talento de Carlos Pascual llega a la Galería Astarté de Madrid. Hasta el 10 de febrero es posible visitar su última exposición “Presencias reales”.

La obra en esta muestra de Pascual (Madrid, 1950) es tridimensional aunque no por ello pierde el carácter de pintura en sí; diluye los límites entre ésta y escultura. En pocas palabras,  estas piezas recuperan de forma sólida pero sencilla la pintura como objeto. Esto hace que para ver varias de sus imágenes en su totalidad, sea necesario recorrerlas.

La obra de este madrileño, licenciado en Bellas Artes y Doctor por la Universidad de Salamanca, se ha extendido siempre por las vías de la abstracción.

El método del artista está ligado a la propia actividad cotidiana. Ciertos “rituales de taller”, como él los llama, actividades más bien modestas como dar un fondo, preparar un color o montar un bastidor, pueden desatar, casi sin pretenderlo, la posibilidad de una nueva imagen. Otras veces son los restos de tentativas fallidas o abandonadas los que retoman protagonismo y cobran nueva vida. Después, prosigue el artista, todo consiste en estar atento a las sugerencias del propio material que tienes entre las manos. Hacer y deshacer dejándose llevar por el azar y la necesidad sin forzar el proceso.

De esta manera, el cuadro convencional convive con obras compuestas de dos o más elementos. Otras se recombinan en función del espacio circundante y algunas adoptan un carácter claramente tridimensional sin pretender por ello ser esculturas, sino tan solo extensiones de la pintura.

Carlos Pascual es conocido, entre otras cosas, por las numerosas intervenciones pictóricas que ha llevado a cabo en arquitecturas, como las decoraciones murales en cerámica que realizó para la EXPO 92 en la Isla de la Cartuja de Sevilla. Su obra está presente en colecciones públicas como los Fondos del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Círculo de Bellas Artes de Madrid o la Fundación La Caixa de Barcelona.

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