22 febrero 2012

Auge del Crowdfunding: Hacia una cultura más compartida

Parece que con esto de la crisis financiera el fenómeno del «crowdfunding» – también conocido como financiación colectiva o micromecenazgo- se está convirtiendo en una interesante alternativa para todos aquellos creadores que quieren ver sus proyectos culturales hechos realidad.

El crowdfunding es una nueva forma de conseguir esa financiación que necesitan determinados proyectos para salir adelante, pero con la característica de que se realiza de forma colectiva. Si gusta o interesa una determinada idea, la gente dona una cierta cantidad de dinero que se destinará a la puesta en marcha de esa iniciativa. El proceso es bien sencillo: Una persona tiene una idea (cualquiera, si es buena, vale: un libro, un cómic, un CD de música, una película, un videojuego…) y la expone. Los cientos de usuarios verán esa idea, y si les gusta la apoyarán económicamente con la cantidad que mejor les parezca. Una vez se alcance la cantidad fijada, se cobrará al usuario y a cambio se le asignará un regalo acorde a su donación (una ilustración original de un cómic, una entrada de teatro, un ejemplar de un libro, etc.).

A lo largo de los últimos meses hemos detectado que cada día más creadores noveles recurren a este tipo de financiación, porque de no ser así sus ideas y creaciones jamás saldrían a la luz. Pero también autores consagrados, como Lorenzo Silva, apuestan por estas nuevas formas de financiación para publicar sus próximas novedades. Este escritor, que ha demostrado en varias ocasiones que no le asusta la innovación, ha decidido que su próxima obra, «Los trabajos y los días», se publique si existe suficiente demanda por parte de los lectores. Un libro que, en palabras de Lorenzo Silva, «sale de la generosidad e intuición de unos editores nacidos, como el propio blog, del seno nutricio de Internet».

¿Dónde y cómo hacer crowdfunding?

Cada vez son más las plataformas que ofrecen este tipo de servicios. Casi con seguridad recordaréis cuando el equipo de Dosdoce decidió financiar la obra «Solo», un cómic al que cuyo autor no conseguía dar el último empujón para salir al mercado. Fue gracias a la plataforma www.lanzanos.com donde Garrido Barroso consiguió obtener la financiación necesaria para hacer realidad su proyecto.

Otro ejemplo ha sido la iniciativa Bookcamping, proyecto mediante el cual querían investigar y cuestionar los límites de la cultura copyright y los caminos sostenibles de la cultura copyleft. Desde la plataforma Goteo.org, una red social de aportaciones monetarias y colaboración distribuida, se impulsó este proyecto que contribuye al desarrollo del procomún, el conocimiento libre y el código abierto.

Una de las últimas iniciativas la ha protagonizado la revista digital «Granite & Rainbow» queriendo saltar al papel, o al menos intentarlo. Para ello recurrió a la plataforma Verkami, especializada en proyectos creativos. La plataforma funciona de una forma muy parecida a las anteriores; se publica el proyecto en Verkami y se consigue una página en la que se describen todos los detalles: cómo es el proyecto, en qué consiste, cuánto dinero se necesita, cómo se va a distribuir, etc. Tras eso, el autor dispondrá de 40 días para recaudar el dinero necesario y poder así llevar a cabo su proyecto, gracias al cual los mecenas recibirán ciertas recompensas.

Lanzanos.com, Goteo.org y Verkami son sólo tres grandes muestras de las nuevas formas de financiación que cada día serán más comunes en el sector cultural, puesto que muchas entidades culturales, ayuntamientos y comunidades autónomas están recortando desgraciadamente sus aportaciones al desarrollo cultural.

La financiación colectiva no debe entenderse como una alternativa a las subvenciones, ayudas o créditos a bajo interés, pero sí como una herramienta que nos puede ayudar a medir el grado de interés o demanda por cierto tipo de actividades culturales. Muchas veces se subvencionan proyectos que no tienen demanda real, que carecen de interés social por ellos mismos. Este tipo de plataformas nos pueden indicar si hay un interés o no por un determinado proyecto, si hay demanda o no, es decir, si hay suficientes personas interesadas en que ese proyecto vea la luz.

 

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