Celebrando el 15 aniversario del Guggenheim
Recientemente, un grupo de bloggers de varios países europeos tuvimos ocasión de compartir unas jornadas en Bilbao, visitando el Museo Guggenheim Bilbao (que acaba de cumplir 15 años de existencia), contemplando las exposiciones Egon Schiele y Claes Oldenburg: los años sesenta, recorriendo lugares emblemáticos de esta magnífica ciudad y, cómo no, disfrutando de su exquisita gastronomía.
La experiencia fue estupenda. Bilbao es una ciudad viva, que cambia, que evoluciona, que se ha transformado de forma espectacular en los últimos años, en gran medida espoleada por el espíritu del Guggenheim (aunque no sólo por él), pero que mantiene su carácter y su sabor tradicionales.
Siempre merece la pena visitar Bilbao y contemplar el Museo Guggenheim Bilbao, pero la ocasión única de ver juntas la evolución artística del artista austriaco Egon Schiele y la muestra más amplia de la obra más temprana e innovadora del sueco Claes Oldenburg constituye una excusa ineludible.
A continuación, compartimos con todos un vídeo que inmortaliza este viaje:
Egon Schiele: desnudez y desgarro
El Museo Guggenheim Bilbao presenta hasta el 6 de enero de 2013 la muestra Egon Schiele, una completa aproximación al universo creativo de uno de los artistas más significativos del siglo XX.
Pese a su corta vida (apenas 28 años) y a sus escasos diez años de actividad artística autónoma (1908–1918), Egon Schiele dejó tras de sí una obra sorprendentemente rica que comprende, sin contar bocetos, más de 2.500 obras sobre papel y más de 330 pinturas sobre madera o lienzo.
La exposición Egon Schiele en el Guggenheim, compuesta por cerca de 100 dibujos, gouaches, acuarelas y fotografías, procedentes del Museo Albertina de Viena, constituye una perspectiva completa de la evolución estilística de este artista austriaco: desde su inicial academicismo, pasando por la influencia de Gustav Klimt y el modernismo vienés, hasta las obras de sus últimos años en las que destacan la ruptura con el naturalismo, el nuevo tratamiento del color, el desnudo erótico explícito o los retratos de niños.
Sus obras son auténticos estudios sobre el lenguaje corporal del sufrimiento, la enfermedad, sobre la desintegración de la personalidad y sobre la desnudez femenina e infantil.
El Oldenburg más innovador y polifacético
Hasta el 17 de febrero de 2013, el Museo Guggenheim Bilbao, presenta la exposición Claes Oldenburg: los años sesenta, que ha sido organizada conjuntamente con el mumok Viena y que cuenta con el patrocinio de la Fundación BBVA .
Cerca de 300 obras componen la muestra más amplia y completa que se ha realizado hasta la fecha sobre la obra temprana, innovadora y emblemática de Claes Oldenburg, uno de los artistas más influyentes en el desarrollo del arte desde la década de los cincuenta.
Sus irónicas y agudas instalaciones de arte público, que representan réplicas a gran escala de objetos cotidianos, contribuyeron enormemente a la renovación de la escena artística norteamericana, convirtiendo a Oldenburg en un artista fundamental de la performance, el arte de la instalación y el Arte Pop.
La exposición del Museo Guggenheim Bilbao comienza por la instalación La calle (The Street) y sus representaciones de la vida moderna en la gran ciudad inspiradas en los grafitis. Continúa con los famosos artículos de consumo de La tienda (The Store) y con los espectaculares objetos de uso cotidiano del “hogar”. También hay una sección dedicada a los primeros diseños de Oldenburg para espacios públicos de todo el mundo; a su emblemático Museo Ratón (Mouse Museum), construido en forma de ratón geométrico en el que el visitante puede contemplar 381 objetos reunidos por el artista desde finales de los años cincuenta, y al Ala de las Pistolas de Rayos (Ray Gun). Además, se exponen dibujos, fotografías, películas del propio artista y páginas de cuadernos de apuntes, que completan una visión excepcional de sus ingeniosos procesos mentales.
La muestra que se puede disfrutar en el Guggenheim Bilbao completa la visión del polifacético Claes Oldenburg, más allá del artista Pop. La heterogeneidad de su obra, el trabajo con materiales muy diferentes, la multiplicidad de medios en los que se cimenta su proceso creativo, su constante evolución creativa… Estamos ante el Oldenburg más innovador y, al mismo tiempo, más desconocido.