11 febrero 2013

Impresión bajo demanda desde cualquier lugar

Desde Sudáfrica llega Paperight, una compañía que trabaja para facilitar la impresión bajo demanda a cualquier librería o establecimiento de impresión. Su modelo trata de facilitar, tanto para el editor (no sólo de libros, también de revistas o cómics) como para el lector, el acceso legal y rápido a los libros de papel.

Para su funcionamiento las editoriales ceden sus libros en formato PDF (con marca de agua), cubiertas, metadatos y demás información a Paperigth, donde se ubica una gran biblioteca a la espera de que sus libros sean impresos. Si, por ejemplo, una estudiante quisiera un libro que no tienen en la biblioteca y que entonces tendría que o bien comprar o bien fotocopiar entero, con este sistema podría tener una versión bajo demanda, en un formato de mucha mejor calidad, y en ocasiones aún más barato que la versión fotocopiada. Con este sistema gana tanto el editor como el lector. Cualquier estudiante universitario vería esto como una ventaja y una solución para acceder a ciertos libros.

El editor vende los derechos de estas obras para después cobrar una tarifa por cada copia impresa, a la vez que paga a Paperight  por la utilización de sus servicios. Sólo es necesario que la librería, papelería o establecimiento de fotocopias e impresión se conecte a la biblioteca de Paperight para poder dar este servicio bajo demanda.

La impresión bajo demanda es una solución a la que se  está recurriendo mucho en los países africanos, tanto por la facilidad de acceso a la lectura en zonas más remotas, donde la distribución es muy difícil, como el ahorro de costes que supone, sobre todo en zonas más desfavorecidas. Ahorro de costes también para las editoriales, ya que hacer llegar sus libros a determinadas zonas resulta caro; por el contrario, este método les permite conseguir nuevos lectores sin esa inversión en distribución.

Una solución de bajo coste en el modelo de impresión –incluso en el de bajo demanda- que puede ser muy fácilmente adoptada por editoriales, librerías y establecimientos de impresión de cualquier lugar, por pequeño y remoto que estén, ya que sólo se necesita una impresora y conexión a Internet.

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