Pagar por echar un vistazo
Con la llegada de Google Glass están surgiendo nuevas ideas, como este interesante nuevo modelo de pago que consistiría en cobrar a los anunciantes cuando los usuarios miraran uno de sus anuncios, online y offline (escaparates, carteles, etc.). El siguiente paso al «pago por clic», como ya se ha señalado algunos artículos.
Sí, es realmente llamativo y novedoso. Google ya ha creado la patente de la tecnología que haría posible este modelo basado en el pago por mirar u ojear un anuncio.
Lo que hace dicha tecnología es monotorizar los ojos de los usuarios –a la manera del “eye tracking” que ya hemos visto utilizar en los museos y para conocer nuevos hábitos de lectura, entre otras muchas funcionalidades- para registrar las reacciones y emociones que les causan determinadas campañas de publicidad.
Los movimientos oculares, le modo en que dirigimos la mirada, la dilatación de la pupila pueden dar una idea aproximada de qué es lo que le comunica un anuncio al usuario que lleva este tipo de dispositivo, qué sensaciones le transmite o qué emociones le produce (risa, tristeza, excitación, sorpresa), si bien desde hace tiempo hay quien dice que este método no es del todo acertado para medir las emociones.
En cualquier caso, todos los resultados se recogen en base a indicadores que se traducirían en datos importantes para las marcas y el éxito o no de sus campañas publicitarias y, por tanto, tomar decisiones al respecto, tanto de enfoque, de calidad, de precio. Es decir, de todo aquello que esté presente e implícito en el anuncio.
Como en otras ocasiones en que estamos hablando de este tipo de tecnologías en las cuales el usuario se somete –se entiende que de forma voluntaria- al uso y servicio de éstas, las voces críticas advierten sobre los problemas de privacidad que este uso podría suponer.
Vaya futuro. Los ciudadanos ya debemos empezar seriamente en reunirnos en una especie de asociación de consumidores digitales y cobrar por el uso que hacen las empresas de nosotros.