Uso de libros digitales en las aulas españolas
AulaPlaneta acaba de sacar un estudio sobre el uso de libros digitales en las aulas españolas.
Según declara el propio estudio, lo que se ha tratado es de tomar el pulso a dos factores considerados claves para el cambio: por un lado, el estado de los recursos TIC puestos a disposición de la práctica educativa; y por el otro, la actitud del profesorado ante la integración de las TIC en la educación.
Sorprendentemente el punto de partida es más satisfactorio de lo que podríamos pensar: según el informe en España, en el curso 1999-2000, la media de alumnos por ordenador en los centros educativos era de 23,7. Un número excesivo y bajo con relación a los países avanzados de Europa. Sin embargo, en 2011, es decir, 10 años después, se ha producido ya un cambio Muy considerable, y España ha pasado a ocupar un lugar destacado en Europa.
La media de estudiantes por cada ordenador en los centros es ya de sólo 3, lo que significa que en algunos centros se alcanza un ordenador por alumno. Este dato coloca a España por encima de la media europea –que es 5– y la pone en la tercera posición de Europa, a muy poca distancia de los mejor situados: Suecia (2, Noruega (3), y ha aventajando a países como Francia (5) o Italia (12).
En lo que se refiere a la conexión de los centros a Internet, la situación española, en el año 2000, era también muy atrasada. Sólo el 40,7% de los ordenadores existentes en los centros educativos estaba conectado a la red, mientras en países avanzados, como Dinamarca, Finlandia y Suecia, se alcanzaban respectivamente, un 65%, un 83,7%, y 74,3%.
Hoy se puede decir que en España, prácticamente no hay ningún centro –ni estudiante en ellos– sin (posibilidades de) conexión de banda ancha a la red. Mientras que, por ejemplo, en Italia el número alcanza un 25%, y en Francia un 4%. Y la media europea es de un 5%. En cuanto a los datos en casa, el 75% de los hogares con estudiantes de España tienen ya acceso a Internet.
En cuanto a la aceptación del formato digital para el libro de texto y su previsible imposición, no alcanzan ni un 4% los abiertamente contrarios del conjunto de profesorado que manifiesta que la sustitución no se producirá nunca. Mientras, superan el 57% los que ven probable la sustitución de inmediato o en muy poco tiempo del libro de texto digital sobre el del papel.
En cuanto a sus principales ventajas, las constantemente mencionadas: son actualizables, se pueden adaptar los cambios curriculares a las necesidades y al programa pedagógico del centro, adaptables a las necesidades de cada profesor así como la posibilidad de seleccionar contenidos, añadir, transformar, etc. Es decir, hacerlos personalizables.
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