Pregunta lo que quieras sobre arte
Servicio, información más tecnología móvil es una ecuación que, no por sencilla siempre es eficaz, a menos que se alcance el grado de efectividad deseado por los usuarios.
Es el caso del Museo de Brooklyn, donde han puesto en marcha una iniciativa muy acertada al respecto. A través de una app móvil (ASK App), los usuarios –visitantes del museo- hacen preguntas sobre determinadas obras. Para responder a tales preguntas hay seis personas que se dedican a ello.
La media suele ser de 13 preguntas por persona, por tanto, al final se convierte en una breve conversación y, como tal, se publican posteriormente en la web del museo para que puedan ser vistas por otros visitantes interesados en las mismas obras.
Como decimos, su sencillez –no se trata de una audioguía al uso con funciones multimedia- hace que sea eficaz, y su eficacia consiste en el servicio: rápido, profesional, con personal cualificado y atento.
Es decir, contando con el factor humano, invirtiendo en él, que en este caso supone tener a disposición una suerte de conservadores y expertos dispuestos a contestar en el momento y mostrando interés en las respuestas y en las preguntas, dado que estas les pueden servir de guía de intereses de los visitantes.
Una información muy útil para la documentación de las obras, catálogos, guías, etc. Otra muestra de que la personalización y el trato directo pueden ser muy útiles no sólo para el usuario, también para la institución que pone el servicio en práctica.
La interfaz de la app, además, imita la de cualquier mensajería móvil –tan familiar hoy en todos los aspectos-, por lo que es muy fácil de usar para cualquier visitante al museo.