Tendencias digitales en el sector educativo
El 2015 ha sido un año en el que se ha hablado mucho de la relación entre tecnología y educación, así como de nuevos e innovadores métodos educativos para los alumnos de hoy y del mañana.
En su web Audrey Watters ha hecho una recopilación de lo que considera las tendencias más importantes en lo referente a la relación entre tecnología y docencia. Tendencias que pasamos a resumir a continuación:
1. Políticas de ‘Educación en tecnología’: o la importancia de separar la política en educación tecnológica del negocio de las tecnologías en educación. Y es cierto, aunque están estrechamente relacionadas, en ocasiones se ve cómo son las corporaciones tecnológicas las que parece que marcan las pautas de los nuevos modelos educativos en lugar de los docentes. Es importante contextualizar todo lo que está sucediendo en las escuelas en relación a los avances o preocupaciones tecnológicas para no perder el rumbo.
2. Pruebas estandarizadas: un tema problemático en el ámbito de la docencia que en relación a la tecnología parece que se acentúa dado que también pueden ser las corporaciones tecnológicas las que se benefician de tales estándares. Se requiere una base común que no es tanto un plan de estudios como la configuración de, por ejemplo, una serie de encuestas que den perfiles más reales del potencial de los alumnos.
3. Narrativa de la ‘empleabilidad’: o lo que es lo mismo, la educación para el empleo, o la educación basada en competencias. Con este discurso se corre el riesgo de pensar que sólo aquellos alumnos formados para carreras tecnológicas encontrarán trabajo, en detrimento de aquellos que se forman en artes liberales o humanidades, por ejemplo. No es incompatible la enseñanza de código informático con la filosofía o la literatura. Como recuerda Watters, la innovación no está reñida con las humanidades, y un ejemplo de ello es Reid Hoffman, co-fundador de LinkedIn con una licenciatura superior en Filosofía.
4. Créditos y acreditaciones: El auge de los MOOC parece que ha hecho que los títulos universitarios no sean suficiente. Y no todos los MOOC son iguales; algunos requieren de una certificación y tienen un alto valor académico según la entidad de origen. Las acreditaciones digitales, que también pueden ser dadas en cursos por empresas y no sólo por universidades o entidades educativas, van a ser una nueva referencia de valor para el CV, pero sin olvidar los estudios anteriores.
5. Más allá de los MOOC: en línea con lo anterior, la ‘revolución del los MOOC’ ha ido acompañada de mucho entusiasmo que ha generalizado el concepto de MOOC como algo incuestionable y, como decíamos, depende de cada curso. Las calidades son diferentes. En cualquier caso, no suponen el fin de las universidades, pero sí han supuesto un nuevo modo de entender la educación.
6. Recopilación de datos: como en todos los sectores, los Big Data suponen un nuevo punto de inflexión en lo que a la toma de decisiones se refiere. Esto supone lograr unos niveles de personalización hasta ahora nunca vistos en la educación y que puede ayudar a reformar y mejorar los sistemas educativos. Como siempre que se habla de datos, la privacidad total va implícita en su gestión.
Para profundizar en todas estas materias aconsejamos leer cada uno de los extensos artículos que se mencionan en cada tendencia. Si bien está enfocado a la educación en Estados Unidos, se pueden ver concomitancias con los cambios y necesidades en este ámbito en todo el mundo en lo que a la relación de tecnología y educación se refiere.