13 mayo 2006

Graffitti

El graffiti es ya un componente del ser social que entronca con una tradición que podemos encontrar desde la actualidad a la antigua Roma, en el arte rupestre o las civilizaciones milenarias. La necesidad de expresión y de comunicación sobre el muro se entiende como algo connatural al ser humano.
Graphitfragen (Editorial Minotauro Digital) nos aporta una mirada reflexiva sobre el fenómeno del graffiti desde diferentes puntos de vista: históricos, estéticos, artísticos, antropológicos, políticos, éticos, etc. Con ello, tenemos ocasión de compatir una de las visiones más abiertas e indagadoras que sobre el graffiti contemporáneo y la cultura marginal existen en la actualidad.
Fernando Figueroa Saavedra es Doctor en Historia del Arte y uno de los investigadores más activos en la comprensión y divulgación de este medio de comunicación y expresión en el mundo hispánico. Ha colaborado en diferentes iniciativas fuera y dentro del mundo del Graffiti e intervenido en distintos medios, procurando siempre plantear una aproximación cuidadosa y una comprensión integral sobre este tema. Ha publicado diferentes artículos y libros sobre Graffiti, como Madrid Graffiti (Megamultimedia, 2002), del que fue coautor, o El graffiti universitario (Talasa, 2004)
Para más información sobre este tema os invitamos a leer el artículo «Culture Jam» y una entrevista con el editor de la editorial Minotauro, Valentín Pérez, que se publicó en la Revista Cultural Dosdoce.

2 Responses

  1. Roxana

    Claro que el graffiti es tan antiguo como la humanidad. Soy artista plástica y maestra de arte y una ferviente defensora del arte popular. ¿Por qué se subestima la obra artística que, por ser anónima o no estar expuesta en una galería de arte, es infravalorada tanto como expresión cultural como ideológica? El arte, como la educación, debería ser accesible a todo el mundo.Debería hacerse un estudio realmente profundo de las expresiones artísticas populares en el mundo occidental, donde a la hora de valorar una obra se toman más en cuenta los patrocinios y las tendencias estéticas dominantes que su calidad como obra de arte en si, prefiriendo evitar sus connotaciones subyacentes y su compromiso social. Un arte que está en la calle es un arte humano, hecho por gente de a pie. Me encantaría colaborar en un graffiti, nunca lo hice, y me apuesto a hacerlo. Basta de hipocresías.

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