Buen criollo
A finales del siglo XIX, mientras la literatura europea aborda con burguesa pudibundez cualquier asunto relacionado con el sexo, y con la homosexualidad en particular, un casi desconocido escritor brasileño, Adolfo Caminha, se atreve a publicar esta novela en la que se habla abiertamente de la pederastia, en medio de un ambiente de pasiones carnales incontrolables.
Es en 1895 cuando ve la luz este "Buen criollo" que, a pesar de lo escabroso de la historia y de la minuciosidad con la que se describen sentimientos y relaciones homo y heterosexuales, no provocó el menor interés entre la crítica y el público de su país.
Olvidada durante un siglo, en los últimos años los lectores han podido recuperar esta rareza, esta especie de eslabón perdido entre el disimulo de lo homoerótico propio de la narración decimonónica y la apertura desprejuiciada hacia la homosexualidad, que sólo llegaría en la segunda mitad del siglo XX. Esta obra es, pues, una verdadera sorpresa de la narrativa, de la cual, librándose de prejuicios sobre exquisiteces literarias, cualquier lector puede disfrutar. Excelente traducción y prólogo de Ángeles Caso.