07 septiembre 2006

Teorías del desconcierto

Muchos analistas e intelectuales han contemplado el horizonte e intentado identificar algunos elementos que permitieran prever las tendencias principales del mañana. Santiago Ramentol  examina con precisión y objetividad desgarradora las propuestas de los pensadores contemporáneos, analiza el proceso globalizador y sus escenarios, estudia el impacto de los avances científicos en la sociedad actual y explica por qué el mañana es siempre un libro en blanco. Es un excelente libro-guía que nos brinda la oportunidad de conocer en detalle las diferentes propuestas y puntos de vista sobre nuestro futuro a corto-medio plazo. Tras su lectura, tenemos una sensación de vacío, y aunque en el último capítulo nos describe una propuesta de 7 herramientas para construir un futuro mejor, nos quedamos con una sensación de miedo.

Henry Kissinger quiso establecer las bases de un neoimperialismo global que marcara la hegemonía de Estados Unidos, una visión que luego siguieron al pie de la letra los neoconservadores del equipo de George Bush. Zbigniew Brzezinski trazó un dibujo trilateral en un mundo dominado por Estados Unidos, Europa y Japón.

Daniel Bell previó el paso de una economía de producción de artículos a una economía basada en el conocimiento y en la información. Manuel Castells recuperó parte de este escenario y añadió que la nueva sociedad informacional desembocaría en la implantación de una cultura virtual global. Tras la caída del comunismo, Francis Fukuyama proclamó que el triunfo de la democracia y el mercado significaba el fin de la historia. Y Samuel Huntington dijo que no estaba de acuerdo, y predijo un choque de civilizaciones. Pero otros han hablado del futuro como ansiedad. Porque había otras perspectivas que ponían en cuestión la misma supervivencia de la humanidad. John Kennet Galbraith, el Club de Roma, los movimientos ecologistas o, más recientemente, los altermundialistas.  Todos ellos están presentes en este libro.

¿Se puede prever el futuro? ¿Es posible plantearlo con criterios deterministas, como si existiera una relación automática entre causa y efecto? ¿O tal vez nos movemos en el mundo de la incertidumbre? ¿Podemos modelar el mañana? Nadie lo sabe.

Santiago Ramentol es periodista y doctor en Ciencias de la Comunicación. Profesor titular de Comunicación Científica en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), también dirige el Observatorio del Pensamiento Prospectivo e imparte cursos de doctorado y postgrado sobre la Sociedad de la Información, Comunicación de la Paz y del Conflicto y Comunicación Política.

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