Las redes sociales en el fomento de la lectura
El diario El País publica hoy un interesante artículo sobre el bookcrossing, un movimiento liderado por una red social de cerca de 25.000 ávidos lectores que recogen, leen y sueltan libros en parques, bares, estaciones de metro, etc. Desde siempre, los lectores de libros se han recomendado e intercambiado libros, pero con la irrupción de las nuevas tecnologías estas conversaciones sobre libros se han multiplicado por miles al permitir una interacción más fluida y eficaz entre lectores. Si algunas editoriales (Grupo Santillana, Grupo Zeta, etc.) empiezan ya a incluir a estos colectivos en sus estrategias de promoción del libro, ¿por qué el Ministerio de Cultura ignora los medios digitales y las redes sociales en sus planes de fomento de la lectura?
El pasado 2 de octubre, el Ministerio de Cultura lanzó una nueva campaña publicitaria ‘Si tú lees, ell@s leen‘, que en línea con las anteriores, no tiene en cuenta el potencial de las nuevas tecnologías para fomentar la lectura. Los últimos informes del Estudio General de Medios (con o sin COPE) indican que el único medio de información que crece es Internet, pero el Ministerio de Cultura se empeña en centrar la mayoría del presupuesto de la campaña publicitaria en 750 spots que se exhibirán en televisión, radio y cine, hasta finales de noviembre.
Además, el último estudio sobre “Hábitos de Lectura y compra de Libros” (FGEE, enero 2006), señala claramente que Internet y la prescripción de los profesores son las únicas dos referencias que han incrementando su grado de influencia en el proceso de recomendación y compra de un libro (Ver gráfico). ¿Tenemos miedo a la innovación? ¿Por qué se mantiene el mismo enfoque y plan de medios de la campaña?
La principal referencia para la adquisición de un libro es el consejo de amigos, conocidos o familiares, con un 58,5% de menciones, mientras que la influencia de la Radio y la TV desciende de 12,3% al 11% y la influencia de la publicación de reseñas de libros en suplementos culturales tambien desciende. Como puede verse en el gráfico las únicas dos referencias que crecen es Internet que alcanza el 4.1% y la prescripción del profesor el 8.7%.
¿Cuándo empezarán los gestores de estos planes de fomento de la lectura a considerar a los nuevos medios y redes digitales como la herramienta idónea para fomentar la lectura y la recomendación de libros entre potenciales lectores?