16 noviembre 2007

La pesca de salmón en Yemen

Alfred Jones tiene una vida gris, anodina, podría decirse que empujada por una inercia constante que la hace rutinaria y permanentemente aburrida. Tanto, que a veces incluso piensa que es feliz, o al menos que eso debe ser lo más parecido a la felicidad que puede llegar a conocer. Casado, sin saber por qué,  desde hace más de veinte años con Mary, una brillante y ambiciosa economista a quien únicamente preocupa ascender en su empresa, Alfred trabaja como científico en el Centro Nacional para el Fomento de la Piscicultura, ocupación que le encanta y satisface a pesar de que a Mary le parezca excéntrica y poco relevante. No tienen hijos, pues Mary analizó, aún de novios, la entonces futura evolución económica del matrimonio y el salario conjunto mínimo indispensable para poder aumentar la familia. Al no haber alcanzado hasta la fecha esa cifra, por culpa, naturalmente, de Alfred, siguen solos como cuando se casaron.

Pero un día Alfred recibe una propuesta de trabajo que le cambiará la vida: la cría de salmones en Yemen. Y es que el jeque Mohamed ben Zaidi bani Taíma, a través de su representante Harriet Chetwode-Talbot, una atractiva experta en inversiones inmobiliarias, le encomienda el estudio y posterior realización del proyecto que haga posible la pesca del salmón en los desiertos yemeníes, cueste lo que cueste, poniendo a disposición de Alfred su incalculable fortuna personal.

Lo que comienza siendo algo imposible de realizar, casi de imaginar, va poco a poco tomando forma cimentado en la fe del jeque y en la ilusión del propio Alfred, en contraposición con las intrigas urdidas por el asesor del primer ministro británico para mejorar, a través del proyecto, la deteriorada imagen del Reino Unido en Oriente Medio.

Con una estructura realmente original, pues la narración se desarrolla a través de emails personales, cartas, entrevistas, interrogatorios, diarios íntimos o transcripciones de lo acontecido en las cámaras del gobierno británico, Torday parte de un concepto que incluso hace sonreír al lector por su inverosimilitud pero que nos termina convenciendo por sus argumentaciones y por el deseo de los protagonistas de materializar un sueño.

Una curiosa trama, en cualquier caso, donde explorar las relaciones personales (los problemas matrimoniales, la perspectiva de la distancia, los amores en la madurez) y las complicadísimas relaciones políticas entre el mundo occidental y el mundo árabe. En la novela se abordan temas como la guerra de Irak, el terrorismo de Al-Qaeda, la controvertida posición del gobierno británico, la política que vemos y toda aquella que no llega a salir a la luz pero imaginamos, los intereses comerciales, las estrategias de comunicación de los gobiernos, la organización de actos terroristas, las envidias, los rencores, las venganzas, la falsedad de tantas y tantas cosas.

Interesante libro con una buena dosis de intriga, bien escrito, estructurado y muy bien documentado. No en vano el autor es gran aficionado a la pesca de salmón y ha trabajado en el mundo de la ingeniería marina. De hecho, las magníficas descripciones de los paisajes, ambientes, sonidos, sensaciones y colores nos indican que Paul Torday conoce bien los escenarios reales donde se desarrolla la acción, y cuenta con la capacidad literaria de saber plasmarlo en el papel. Estupenda traducción de Luis Murillo Fort.

Texto: Ignacio Saldaña (Redacción Dosdoce)

Paul Torday nació en 1946. Pese a haber estudiado literatura en Pembroke Collage, Oxford, ha realizado su andadura profesional en la industria de la ingeniería marina. Por motivos de trabajo –su empresa fabricaba aparatos para medir el caudal de petróleo extraído de los pozos- ha visitado Oriente Medio en numerosas ocasiones. Desde hace quince años vive en Northumberland, en la frontera con Escocia, donde se ha convertido en un apasionado practicante de la pesca de salmón.

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