01 octubre 2009

Impacto de las redes sociales en la promoción del libro

Cada vez es más evidente el impacto y la influencia de las redes sociales en la visibilidad de una web. Las editoriales deberían permitir a sus lectores compartir sus contenidos de sus webs en sus redes sociales favoritas. El sitio web de The New York Times, por ejemplo, ofrece enlaces para compartir sus artículos en Twitter o Linked-In, entre otros. En tan solo un año ,Twitter aporta ya más del 10% del tráfico hacia esta web. La web de The Wall Street Journal tiene enlaces para compartir sus noticias en Facebook y Myspace.
Los editores de libros y prensa escrita están ideando modos de persuadir a los lectores para compartir más a través de la web social, del mismo modo en que hasta ahora han utilizado la optimización de motores de búsqueda y otras estrategias para alcanzar un rango más alto en los resultados de búsqueda. En la era de Twitter y Facebook, cualquiera puede convertirse en prescriptor; mucho más fiable un conocido que un desconocido o el propio Google.

Casi todos los profesionales del sector del libro coinciden en que el famoso “boca-oreja” entre lectores es el marketing más eficaz para promocionar un libro. Desde siempre, los lectores de libros se han recomendado diversas lecturas y diferentes escritores, pero con la irrupción de las nuevas tecnologías sociales estas conversaciones se han multiplicado por miles al permitir una interacción más fluida y eficaz entre los lectores. Desgraciadamente, pocas editoriales españolas permiten a sus lectores votar u opinar sus sobre sus lecturas o autores favoritos. Ni siquiera se molestan en vincular las reseñas que aparecen en la Red de sus libros, a menos que sean de los medios o suplementos culturales más conocidos, a pesar del la creciente falta de crédito de estos a favor de los blogs y revistas digitales donde quizá no haya según qué otros intereses.
Valga nuestro caso como ejemplo, donde Twitter y Facebook aportan el 3.10% y el 5,67% respectivamente del tráfico hacia la página de Dosdoce. En ambos casos el 70% de las visitas son de usuarios nuevos, es decir de gente que no conocía la página de Dosdoce y que debido al boca-oreja que tiene lugar en estas redes alguien que nos conocía comentó alguna reseña, artículo o entrevista aparecida en Dosdoce o post publicado en nuestro blog Comunicación Cultural, y esos comentarios fueron leídos y recomendados por otras personas llegando a miles de nuevos lectores.
En definitiva, hay muy poca interactividad en las webs de las editoriales. Muy pocas editoriales ofrecen la posibilidad de compartir sus contenidos con otros lectores a través de las diferentes redes sociales (Twitter, Facebook, Ediciona, Linked-In, Xing, etc.), cuando está ya demostrado, como refleja el artículo y algunos de nuestros estudios, que incrementan la visibilidad del contenido de una web a través de la “viralidad” que generan estas herramientas.
No se trata sólo de tener perfiles en las diferentes redes sociales, hay que gestionarlos e integrarlos en la web de las editoriales y en la estrategia de marketing y promoción del libro.

5 Responses

  1. Internet evoluciona muy rápido con nuevas funcionalidades, e ir incorporándolas todas en nuestras webs requiere un esfuerzo económico y en tiempo que a las pequeñas editoriales nos cuesta permitirnos.
    Dedicar unas horas de tu tiempo personal a intentar tener una presencia en las Redes Sociales es algo que puedes hacer sin ayuda. Enlazar todo esto con la página web ya requiere de conocimientos técnicos que hay que pagar.
    Pero lo intentaremos, gracias por el consejo.

  2. Saludos,
    estoy de acuerdo en que agregarlo todo en el site de las editoriales es una manera de seguir alimentando la cadena para que sus títulos tengan más difusión en la red, pero al menos hay que reconocer que las editoriales están dando un primer paso entrando en redes como Facebook (especialmente).
    Para los que llevamos años intentando convencer a todo tipo de empresas de que la conversación en internet con sus consumidores es positiva y que quieran ellos o no, la gente va a hablar bien o mal de sus marcas, es cuanto menos sorprendente que de repente casi todas las editoriales se abran a esta cultura directamente en Facebook, conversando con sus lectores y potenciales lectores.
    No sé qué tecla ha sido pulsada pero espero que este paso sirva para ver cada vez más y mejor presencia editorial en el mundo digital.
    Un saludo,
    Richar.

  3. Si lo tienes bien organizado y aprovechas la cantidad de herramientas de gestión que existen en el mercado (y muchas gratuitas) no te absorve tanto tiempo. Y en cambio el resultado obtenido es muy positivo. Para las editoriales pequeñas, que no tienen suficiente capilaridad, ni pueden presionar al canal para ganar visibilidad en el punto de venta, ni hacer otro tipo de promoción la web 2.0 es obligatoria.
    Pero, además, es que en breve o será ahí o no será tanto para promoción como para linea de negocio.
    Y no hace falta estar en todas. Hay cientos de redes y solo unas poquitas que valgan la pena.

Leave a Reply