Crea un archivo virtual de tus emails con Inmersion
Con el primer auge de las redes sociales, los pasos de gigante en cuanto a tráfico, uso y crecimiento, enseguida se dio por difunto al correo electrónico porque poca gente iba ya a usar el email.
Es cierto que casa vez tenemos más maneras de comunicarnos, a través de Facebook, Twitter, Whatsapp, Line, Skype, y cualesquiera sean las herramientas existentes que existen. Así como también es cierto que el email es una de las primeras herramientas web que existen desde la creación de Internet.
¿Razones suficientes para pensar en el correo electrónico como algo cada vez menos funcional u obsoleto? Quizá en parte, pero para trabajar o según qué tipo de relaciones, determinados mensajes importantes, que necesitan un modo más formal o extenso de comunicarse, el email sigue siendo una herramienta útil. Tanto a nivel personal como en el ámbito del marketing y la promoción.
La prueba de que no está muerto es, precisamente, que hay quienes todavía desarrollan modelos diferentes a los habituales (Hotmail, Yahoo, Gmail, etc.) de correo electrónico. Bien por cuestiones de privacidad –como todas esas iniciativas existentes y cada vez con más usuarios conscientes de la necesidad de no sentirse espiado-, bien por el mero interés de darla una nueva vuelta de tuerca al modelo estándar.
Precisamente, lo que hace Inmmersión es facilitar la mirada a uno mismo, a ofrecer datos a través de todo el historial de correos electrónicos. Lo que se intenta con ello es mejorar la gestión del correo electrónico a la vez que ofrecer también otro nivel futuro de privacidad. Para esto último existe la opción de borrar los datos y metadatos del perfil de usuario.
Son precisamente estos metadatos los que ofrecen un mapa visual con las conexiones de nuestros contactos y el uso que hacemos del correo electrónico. En definitiva, lo que hace es rastrear y comprender los datos que se comparten para ofrecer esa cartografía personal de la cuenta de email, que en ocasiones va mucho más allá de las relaciones personales o familiares.
Esa representación gráfica de nuestra actividad en el correo en forma de círculos de diverso tamaño daría cuenta nuestras conexiones más frecuentes, cercanas, fuertes, y de las más lejanas o débiles. El resultado general –sobre todo si tenemos una misma cuenta desde hace varios años- puede darnos datos curiosos de nuestra propia vida social y privada que es posible nos sorprendieran.
De momento sólo se puede usar con una cuenta Gmail.
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