Ludibuk, una app para la comprensión lectora
Uno de los principales caballos de batalla de la educación es el fomento de la lectura en las edades más tempranas.
Sin una buena comprensión lectora, el resto de habilidades en otras materias van a sufrir sus consecuencias, dado que todo pasa por los libros de texto y la necesidad de entender lo que en ellos se dice.
Una startup de origen chileno, Ludibuk, ha ideado una plataforma y app que propone dar un giro a la idea que se tiene en las escuelas de la lectura. Sus responsables, expertos en educación y tecnología, sobre todo en relación al lenguaje, proponen un modelo que sea más motivador para los estudiantes.
A través de un extenso catálogo de lecturas con autores de todo tipo y para diferentes edades (de los hermanos Grimm a Kafka), los profesores o los propios alumnos pueden elegir de manera personalizada –es decir, para cada alumno- un libro relato que se adapte al ritmo o nivel de lectura de cada uno de sus estudiantes. El software de Ludibuk ofrece diferentes estadísticas sobre la evolución de cada lector, de modo que los profesores pueden ver su rendimiento y progreso para después valorar en consecuencia.
Los lectores más pequeños pueden jugar con diferentes colores, cambiar la tipografía de los textos, subrayar lo que consideren de su interés, etc. Los libros también pueden ir acompañados de música que hace que los jóvenes lectores se relajen y se concentren en lo que están leyendo. Al final de la lectura, la app les hace una serie de preguntas sobre lo que han leído, a cuyo resultado tendrá acceso el docente.
Según Lisa Meneses, directora editorial del proyecto, el objetivo del Ludibuk es “cautivar de nuevo el interés de los niños por la lectura y generar estrategias para apoyar a los docentes en su misión de llevar a cabo la lectura complementaria escolar”, a la vez que tratar de darle un uso pedagógico a las herramientas tecnológicas que hoy les son tan familiares a los jóvenes, como son los móviles y las apps.
Una útil herramienta para entornos escolares a la que también pueden acceder las familias para su uso doméstico.