Las novedades de los últimos años no convencen a los lectores
En la pasada edición de la BookExpo America, David Walter, director ejecutivo del Grupo NPD, la compañía experta en investigaciones de mercado, dio algunos datos a tener en cuenta sobre el estado de la edición en Estados Unidos.
Para comenzar cabe señalar que el 2018 experimentó un crecimiento modesto en las ventas de libros impresos, con un aumento del 1,3% en el volumen de ventas. No obstante, el primer trimestre de 2019 ha apuntado una disminución del 6% en el volumen de ventas en comparación con el primer trimestre de 2018.
Por otra parte, los ingresos por audiolibros aumentaron un 37% de año a año, hasta noviembre de 2018. El crecimiento de los audiolibros está superando la leve caída en las ventas de ebooks, que disminuyó un 3% en 2018.
En cuanto a géneros, la no ficción para adultos y los libros infantiles han impulsado el crecimiento del mercado de los libros impresos desde 2015 hasta 2019.
La ‘narración visual’ sigue en auge. Las ventas en Estados Unidos de cómics y novelas gráficas aumentaron un 12% desde 2006 hasta 2018, y ha habido un aumento del 8% desde el primer trimestre de 2018 hasta el primer trimestre de 2019.
Por último, lo que realmente nos ha llamado más la atención de todos estos datos es que los títulos de años anteriores o de fondo representan un mayor porcentaje de ventas que en años anteriores.
Así, en el primer trimestre de 2019, estos representaron el 64% de las ventas de libros (en comparación con el 58% en 2015), mientras que las novedades representaron el 36%, como se puede dar en el gráfico inferior.
Por dar un dato, el año pasado los lectores compraron más libros publicados antes del 2000 que los libros publicados en 2017 y 2018.
Por tanto, parece que las novedades de los últimos años no convencen tanto a los lectores de Estados Unidos como los libros anteriormente publicados, una tendencia que no suele ser muy habitual.