02 septiembre 2019

Avatares que leen audiolibros

Hace aproximadamente un año la compañía china Sogou se daba a conocer por haber creado presentadores de noticias desarrollados mediante inteligencia artificial.

Unos presentadores que «trabajan»  para la agencia estatal de noticias Xinhua de China y que, en algunos casos, costó reconocer como tales.

Si bien son muy realistas, la voz y algunos movimientos, junto a expresiones faciales, delatan su naturaleza ficticia, o de avatar, como les gusta denominarlos a la marca china.

Ahora esta misma compañía se quiere adentrar en el negocio de los audiolibros gracias a su tecnología de inteligencia artificial. Su idea es conseguir que los audiolibros sean narrados por los autores, escritores, actores o personajes públicos favoritos de los consumidores.

El método utilizado sería combinando la voz con la imagen de tales celebridades para crear la ilusión de que los audiolibros están siendo leídos “en realidad” por personas reales.

Para ello, el motor de búsqueda chino Sogou está empezando por crear imitaciones de inteligencia artificial para leer novelas populares con las voces de autores de reconocido prestigio en aquel país usando, a su vez, grabaciones de vídeo de estos durante la conferencia China Online Literature.

Las voces serían con tecnología “text to speech”, tratando de imitar las voces originales. Aunque se sabe que los consumidores de audio prefieren voces humanas (preferiblemente femeninas, cuando hablamos de asistentes de voz, y de profesionales, actores o figuras públicas en el caso de los audiolibros) a las artificiales o robotizadas, se está avanzando mucho en este terreno para conseguir que sean cada vez más realistas y no tan sintéticas.

Compañías como Lyrebird o DeepZen consiguen que sus tecnologías de voces sintéticas puedan crear ‘avatares vocales’ e incluso múltiples versiones de un audiolibro dado que pueden ofrecer ‘voces bajo demanda’.

En el caso de la compañía china de la que estamos hablando, a esa voz cada vez más humana se le añadiría el artificio visual del personaje público en cuestión leyendo el libro.

Una ilusión más que sumar al gusto porque alguien nos lea en voz alta.

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